La
injuria daña, generalmente, primero a quien la emite y solo perjudica al
receptor si este voluntariamente la acepta. El insulto es el arma preferida de
los sin sesos. Por ello, tomar el insulto (palabrera) con buen humor o
indiferencia es síntoma de buena salud mental y aun, de superioridad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario