Cuando
todo ha fallado, incluso la Filosofía, no queda otro camino (en este contexto),
que el olvido, la aniquilación del “yo”. Muchas formas las hay de ello, la más
frecuente es ingerir agua de fuego o el fuego mismo. La Psicología y en su caso
concreto, el Psicoanálisis nos da la respuesta de la pérdida del “yo”, del
abandono del “yo”, o por lo menos el desprecio del mismo.
No
se confiesa ni de lejos sobre este asunto pero, este asunto es medular. El problema
puede ser un toro bravo pero, es más bravo el tomar el asunto por los cuernos y
más que por los cuernos. Ha habido personas, incluso pueblos que lo han hecho,
no se puede dejar de pasar la oportunidad. Hoy y no mañana. Hay un pueblo
venerable que en el fondo es temido: el mexicano, no desmerece ante ninguno
otro. Salud
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