martes, 25 de junio de 2013

EL MEXICANO Y EL ALBUR

  
Hay un sector muy grande de mexicanos que todavía no logran salir de su trauma de minoridad. A mi entender es que por eso todo les causa malestar, incomodidad y hasta fobia extrema. Tan lamentable estado mental corresponde a tan lamentable estado material. Ahora bien, a mi parecer lo primero que se debe superar es el estado mental de capitis diminutio (disminución del derecho) para ser iguales ante los demás. En efecto, ante esa incapacidad mental que se refleja en lo material, el mexicano recurre al ingenio; allí el mexicano es superior en todo, vía el albur.

No tengo cosa alguna contra el albur como forma de expresión pero si como forma de superar la realidad. En ese mundillo se puede superar imaginariamente todo obstáculo real o ficticio pero no se soluciona ninguna cosa real.

No es necesario cambiar de forma o de fondo. Una buena parte reside en aceptarse tal y como se es, como mexicano y no repudiar e idealizar como se debería ser para triunfar por lo menos en los ámbitos más importantes de la vida.

Se han buscado soluciones fuera de lo mexicano, es decir, de la realidad mexicana, y se ha fracasado. Se han ido los mexicanos a Harvard, a Yale y a todos los lugares cultos y científicos a buscar respuestas y han traído el neoliberalismo y un humanismo sin humanismo. Otros tantos buscan respuestas en lo metafísico, cuando el Principio-Primero-de-todas-las-cosas se ha perdido en el horizonte de la vida.

La construcción de la verdad y de las respuestas no deben venir de fuera sino del mismo mexicano en toda su particularidad. Una adecuada epistemología y una buena ontología es deseable que se construya para tratar de dar respuestas a esta realidad particular.

Salinas, Peña y secuaces donde quiera que estén vayan a…

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