viernes, 19 de abril de 2013

PEÑA NIETO, CASI GENIO





Los mexicanos sabemos bien como es la clase política en México y muy en particular los presidentes de la Republica. Pocos muy pocos políticos se salvan de ser criticados por sus malas acciones. La política en México se ve como un medio para disfrutar del erario y de los bienes públicos con malas artes. Los políticos son de la más baja calidad moral, intelectual, cultural, académica y política. Eso sí, tienen toda la astucia para mantenerse viviendo del erario sin trabajar ni rendir cuentas. La regla general es: “Vivir fuera del presupuesto es, vivir en el error”.

Este es el contexto general en donde nació políticamente Peña Nieto. Es de esos personajes que viven básicamente de las apariencias. En su caso particular se ha evidenciado él, mismo en casi todas sus intervenciones públicas ora hablando, de manera bochornosa, inglés, ora cambiando nombres, ora mostrando que su pobreza mental le viene de no leer y la lista es larga. En la política ha estado apadrinado por políticos turbios y de mala fama. El mismo se transformó en un represor y sobre su responsabilidad caen violaciones y muertes.

Es muy significativo que venga, Bill Richardson a endilgarle a Peña Nieto virtudes que solo él ve: “Combina el carisma de (Ronald) Reagan, el intelecto de (Barack) Obama y las habilidades políticas de (William) Clinton”, dice. Esto ha causado una ola de hilaridad en México ya que es pública la ignorancia de Peña Nieto. No hay forma de salvarlo de su cruel destino de ver la vida solo entre velos, sin claridad y estar auto destinado a vivir más por lo sensitivo que por el uso de la razón. Peña Nieto se ha declarado como “pragmático”, es decir, que le gustan los resultados sin tener justificaciones profundas del quehacer político.

Bill Richardson queda como un analista superficial y tendencioso en este caso y mucho me temo que en diversos casos también. Los mexicanos ya habíamos visto la tontería encarnada en Vicente Fox, la necedad y tontería en Calderón y la imbecilidad incorregible en Peña Nieto. Solo Richardson ve casi un genio de la política en Peña Nieto. Si cree que ha dicho algo digno de leerse sin soltar las carcajadas se equivoca. Como bufón Richardson es insuperable.





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