Hasta
ahora, los seres humanos no hemos logrado dar marcha atrás en el tiempo de manera
real ni ir al futuro de manera significativa.
Lo primero solo es posible como Historia y lo segundo por instantes. Ahora
estamos en la época del híper-consumismo, lejos ya del Medioevo por señalar
solo una etapa de la Historia. En la Edad Media existía el consumo solo para lo
necesario hoy, para lo innecesario.
Los
mexicanos no nos podemos sustraer del presente y debemos vivir en medio de este
súper consumismo, se quiera o no. Esta es la base para que el gobierno priista se
lance a tontas y locas a privatizar todo lo que esté al alcance de su mano. No
se puede ver esta administración sino como una extensión exitosa para el
desastre del gobierno de Carlos Salinas de Gortari. Desde hace más de treinta
años los gobiernos mexicanos son fábricas eficientes de crear pobres sin
ninguna responsabilidad porque no hay democracia. Más bien hacen el papel de
gerentes de intereses de las grandes trasnacionales, de gobiernos extranjeros y
sujetos a sus propias ambiciones desmedidas. Claro el pueblo mexicano tiene su
propia gran tajada de responsabilidad. Un pueblo que quiere la libertad debe
probarse asimismo que es digno de merecerla.
Ahora
bien, no es que los mexicanos nos neguemos por negarnos a la privatización de
los bienes y servicios públicos que todavía quedan bajo el poder de la nación. El
meollo del asunto es que estos gobiernos panistas y priistas privatizan bienes
y servicios propiedad de la nación mexicana con grandes desventajas para el
pueblo. Es más una imposición que tratados, contratos, convenios e inversiones
para rapiñar todas las áreas de la economía mexicana, desde el campo hasta la educación.
No hay rubro que dejen fuera de la privatización. En efecto, si se da un
vistazo a vuelo de pájaro se podrá constatar fehacientemente que los gobiernos
mexicanos han incorporado a millones y millones de mexicanos a la pobreza de
manera sistemática. El resultado ha sido transterrar a millones de mexicanos
hacia el norte en busca de lo más básico,
los alimentos. Esa es responsabilidad tanto de los gobiernos estadounidenses
como mexicanos, ambos cómplices. Los del norte de crear serpientes en el seno
de su imperio y enviar desde sus Universidades la tecnocracia, los mexicanos de
ser sumisos y entreguistas. He aquí una doble y hasta triple moral en la política.
No
se digan demócratas ni humanistas mientras imponen la pobreza, exportan e
imponen la violencia en todas sus formas posibles. ¿Quieren llevarnos al circo público
para el sacrificio kafkiano con toda clase de explicaciones y justificaciones?,
pueden hacerlo pero no nos llamen humanos sino homúnculos. Parece que no han leído
suficientemente a Guillermo Wilson de Poe.
Los
gobiernos estadounidenses saben perfectamente cómo se han creado estos malos
gobiernos mexicanos y de su tiranía. Es la calca de aquel personaje llamado
Yugurta que compraba las voluntades de Senadores en provecho personal. De esta
manera se han comportado los gobernantes mexicanos. Bien sabido es que Yugurta
se crio en el seno del imperio romano, los mexicanos en el seno de las
Universidades norteamericanas y el seno de este imperio. Se han incubado de
esta forma a los políticos mexicanos. Vine a mi recuerdo la crianza de Calígula
por Tiberio.
No,
no se puede esperar otra cosa de los gobernantes mexicanos que no sea el
entreguismo pactado a espaldas del pueblo y cínicamente llamar a esto
democracia. Esperemos a otra decena de millones de pobres en pocos años.
Esperemos una arremetida en contra de lo más humano que pueda haber, la
consciencia de ser, de existir en tales o cuales condiciones.
Es
muy significativa la frase “Pobre de México, tan lejos de Dios y tan cerca de
los Estados Unidos”. Los mexicanos tenemos nuestros defectos, nuestros traumas
y viejos recuerdos. Los estadounidenses los tienen también y quizá el recuerdo
del despojo de más de la mitad del territorio mexicano y el dique puesto por la
nación mexicana a los franceses en los años de 1862-1867 explique en parte su comportamiento
para con los mexicanos.
Bien,
¿quieren sacar hasta la última gota de sabia a la flora, la última piedra
preciosa de las entrañas del subsuelo, la última piel y el último gramo de la fauna,
la última fruta y la última sonrisa verdadera de la subsistencia y ser de los
mexicanos?, puede esto ser pero también puede ser que ocurra que despierte el
pueblo y por fin imponga la democracia. Visos hay de posibilidad, de humanidad en
su sentido más profundo.
No
sé qué clase de humanismo ni qué clase de consciencia exista en el pueblo
estadounidense ni en su sistema educativo. No obstante lo anterior ninguna cosa
buena puede resultar cuando acogen en sus Universidades más prestigiosas a los
verdugos del pueblo mexicano como si fueran cubiles de bestias fieras.
Este
juego de palabras con el cual se pretende sujetar al pueblo mexicano, diciendo
que este entreguismo es para bien de los mexicanos, no es más que el nivel de simulación
que existe como verdadero trasfondo. “Pobres de los Estados Unidos tan cerca de
Dios y tan lejos de sus padres fundadores”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario