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MÉXICO Y SU RENACER
Los
mexicanos hemos estado preñados de nosotros mismos. Durante mucho tiempo
cercados y oprimidos por una dictadura de partido único. A toda costa trataron
los conservadores de evitar el parto de un nuevo México. Eso nos ha costado,
sangre, vidas que, no deben ser inútiles sino la energía suficiente para acabar
de renacer. Hoy tenemos auténticas personalidades de esa larga lucha. Ifigenia Martínez
es su nombre. Una vida de lucha incansable y fructífera. Tiempo de mujeres. La última
revolución humana es la de las mujeres. Libertad e igualdad sin concesiones.
El
embarazo no ha sido fácil y menos cuando no hay una estrella polar indicando el
norte. Sin embargo, todas nuestras raíces nos han empujado a este momento y es
inevitable el parto de un nuevo tipo de mexicanos. Con toda la problemática circundándonos
todos los días nos podrían decir que, soñamos, pero nuestros antepasados nos
miran. A pesar de todo hemos encontrado el camino en mitad de la noche y
avanzamos en medio de todos los peligros y todos los ataques de propios y
extraños. En estos momentos de zozobra sonreímos y reímos abiertamente. No solo
los espartanos reían ante el peligro.
La
avanzada de los espartanos regresa al campamento en las Termopilas y dice que,
los persas son tantos como las arenas. Si todos los arqueros juntos lanzan sus
flechas al unísono ensombrecerán el día. El miedo empieza a recorrer por entre
los guerreros. Dienekes, acostumbrado al peligro dijo, palabras más palabras
menos que, si los persas oscurecen el día, entonces pelearían con ellos a la
sombra y con ello dispersando la tensión. Lo mismo hacemos nosotros ante las
diarias embestidas de los conservadores, empresarios renteros del Estado,
gobiernos extranjeros y demás.
España
paso de ser “La Madre Patria” a la pequeña hermana caprichosa y malcriada. El gobierno
español no acepta nuestra libertad de auto determinarnos ni nuestra soberanía limitada,
pero que, nos alcanza para parirnos a nosotros mismos. Esta transformación nos
ha transfigurado y ni propios, extraños ni nosotros mismos logramos
reconocernos en esta mañana de nuestra democracia. Nacemos en una mañana y nos espera
nuestro medio día, pero esta mañana está llena de rayos y centellas, de negros
presagios y nuestros propios fines. En medio de esta gritería histérica no se
puede entender cada una de las partes, pero el pueblo mexicano tiene sus metas
y es impulsado por fuerzas ineludibles hacia la larga marcha. Renacer ¿No
debemos renacer con mayor fuerza?.
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