NO IMPORTA LO QUE
HAGA LA OPOSICIÓN SU DESTINO ES EL FRACASO Y LA EXTINCIÓN
No
importa lo que la oposición haga su meta es el fracaso total y la extinción de
dos de sus integrantes, el Partido de la Revolución democrática (PRD) y el
Partido Revolucionario Institucional (PRI). Nunca, como hoy, los cambios se
suceden con mayor rapidez e incluso costumbres ancestrales se convierten el
polvo, en humo y recuerdos. La sociedad mexicana entró de lleno al cambio. La
familia tradicional mexicana simplemente se acabó, la forma de pensar y actuar
es totalmente opuesta a lo que se hacía hace tan solo cuarenta años. El partido
único de Estado controlaba a la sociedad y a las elecciones. Las elecciones eran
una película trillada y no había emoción alguna en los procesos electorales, se
sabía el resultado de antemano. Hoy, se sabe el resultado con anticipación,
pero por la decadencia casi total de la oposición. La democracia hecha por los
ciudadanos va contra todo ese pasado. Las élites económicas, políticas, artísticas
y sociales que, controlaban casi todo en su afán de entronarse por cien años
más en el poder han fracasado. No controlan más al Estado mexicano.
La oposición
tiene como falla principal su pasado vacío. No tiene un proyecto de nación para
ofrecer en estos tiempos de cambio. Simplemente están en la decadencia, la confusión,
en el desorden y a la espera de un milagro que nunca llegara. Dese hace mucho
no tienen candidatos con carisma para cautivar a los electores. Tenían el
control de los órganos del Estado, las dependencias y organismos autónomos,
pero su destino estaba ya echado. No llegaron a este momento por pura casualidad.
Después de desmantelar al Estado mexicano, perdiendo la rectoría de la economía,
la pérdida del control político con el surgimiento de diversos lideres
partidistas y sociales, con la pérdida del control de la información a manos de
los usuarios de las redes sociales y la enorme corrupcion en la privatización de
los bienes nacionales el presidencialismo priista usado doce años por el
Partido Acción Nacional (PAN) no tenía buen futuro sino el fracaso y extinción de
los partidos ya mencionados.
En
el peor momento de esta oposición impusieron a la peor candidata posible, a Xóchitl
Gálvez. Las limitaciones intelectuales, morales, éticas, políticas y académicas
de su candidata son evidentes. Sirve como burla diaria por sus gracejadas. Si
la oposición no logró construir en cinco años un proyecto de nación es
imposible que, con una mujer de este tipo logren convencer a los votantes para
que, la elijan presidente. Esta oposición una y otra vez han tratado de
encontrar un nombre, un membrete y una identidad positiva para competir en las próximas
elecciones y no lo han logrado.
En
estos tiempos de cambios rápidos la oposición ofrece el pasado obsoleto coronado
por una candidata que, no entiende lo mínimo sobre la realidad cambiante.
Piensa que, con sus ideas y comportamientos estrambóticos va a conquistar el
mundo. Eso es la locura casi total. Pero no hay una sola persona en la oposición
que, entienda esto. Para colmo de males la ministra presidente se ha unido a
este desaguisado e increíblemente lo ha hecho con una torpeza de no creerse.
Esta desesperación ha hecho caer a la oposición en conductas violentas, en
mentiras y toda clase de excesos. Las consecuencias son predecibles. En la hora
de los ciudadanos los mismos van a juzgar todo este teatro condenando a la extinción
a la alianza y con esto se librarán muchos obstáculos después del dos de junio
del dos mil veinticuatro. Lo principal es que, el pueblo no ceda el poder
primordial a los partidos políticos pues caerá nuevamente en las manos de los más
ambiciosos y se perderá la incipiente democracia.
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