EL PROBLEMA MORAL EN
EL PUEBLO MEXICANO
El
campo de la moral y sus problemas es de tal importancia en el pueblo mexicano
que, no se pueden entender los diversos comportamientos de los mexicanos sin entender su camino. Una
parte del pueblo mexicano se ha mantenido en los valores de trabajar, no robar,
no mentir, no traicionar, la solidaridad y el humanismo. Por otro lado, tenemos
a una parte del pueblo decantado a toda una gama de delitos como su forma de
vida.
Nuestra
formación moral inicia en el seno familiar, moral impuesta a la familia por los
religiosos católicos imperantes en nuestra sociedad. El pueblo mexicano era
hasta en un 90% católico durante el régimen priista y no es casualidad que,
ante la decadencia del priismo, se entronara el panismo por doce años de
gobierno. Pero la caída del Presidencialismo no tenía ya salvación.
Ahora
bien, mientras el régimen priista era totalitarista tenía el apoyo
incondicional de la jerarquía católica. Esta conjunción tenía como objetivo el
control de la sociedad mexicana y lo lograron con creces. Pero esta alianza era
y sigue siendo perversa porque mientras por un lado la jerarquía católica ordenaba
imbuirles a los feligreses el estoicismo, la pasividad pues en el reino de Dios
los pobres vivirían a lo grande las elites religiosas vivían a lo grande en compañía
y complicidad con el gobernante en turno.
La corrupción se hizo el hilo conductor del quehacer político. Esto llevó al empobrecimiento del pueblo. Para mantener el silencio el priismo involucró en la corrupción a todo el pueblo mexicano. El resultado mayor corrupción. Se acuñaron frases tales como “El que no tranza no avanza”, “Vivir fuera del presupuesto es vivir en el error” y “El PRI roba, pero deja robar”.
Ante esta problemática los diversos gobernantes priistas quisieron poner orden a su corrupción. Miguel de la Madrid Hurtado inició una campaña llamada “Renovación moral”, pero el cáncer ya era invencible y todo quedó en una anécdota. En algún momento esto debería descontrolarse y se descontroló con la imposición del Neoliberalismo. Se debilitó al Estado mexicano para su mejor depredación, rapiña y saqueo al punto de dejarlo obsoleto para siquiera proporcionar seguridad pública a los gobernados. Las empresas de seguridad privada proliferaron para quien quisiera seguridad privada había una opción. El pueblo se tuvo que, organizar para parar un poco a la delincuencia desbordada. Todo esto fue una herencia de la ahora oposición. La misma que ahora pide soluciones mágicas.
En
efecto, no se trata de no ver la responsabilidad y, en su caso la culpabilidad
de los actuales gobernantes, incluyendo al presidente, pero el origen del mal
moral y jurídico viene de los más corruptos entre los corruptos de la ahora oposición. Quien es primero
en tiempo es primero en derecho. Vamos a no darles los votos a la oposición y después,
nos seguimos con los actuales gobernantes. En una sociedad democrática los
partidos y los gobernantes no pueden imponerle al pueblo como debe actuar ante
tanta corrupcion impunidad y cinismo. En uso de su soberanía el pueblo debe
imponer las penas y castigos a quienes mal gobiernan o han mal gobernado.