viernes, 22 de septiembre de 2023

LA REVOLUCIÓN TRUNCADA

 

LA REVOLUCIÓN TRUNCADA

 

El pensamiento revolucionario, en contra de Porfirio Diaz, se gestó durante sus administraciones con una duración de más de treinta años.  La revolución irrumpió con toda su violencia contenida por décadas. Los anhelos de libertad, de democracia, de justicia social entre otros derechos negados al pueblo fueron los guías de la revolución. Se creyó haber llegado a la conquista de todos ellos al estar plasmados en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. El pueblo se representaba en el muralismo como símbolo de todos esos anhelos. Pero tan luego se volvió a la política y el inicio de instituciones se volvió a imponer la dictadura ya no de una persona sino de un partido único de Estado, el Partido Revolucionario Institucional.

 

Al institucionalizarse la revolución sus fines de justicia, democracia y demás derechos se fueron cumpliendo a medias y bajo las circunstancias dictadas por el gobierno y el PRI que para pronto son lo mismo. Es cierto que, se crearon instituciones y se dieron derechos al pueblo mexicano, pero no en libertad ni democracia sino bajo el control total del partido en el gobierno que se llevaba “Carro completo”; es decir, gobernaba todo el Estado mexicano en sus tres niveles de gobierno. Se puede llegar a la conclusión de que, los anhelos y derechos fundacionales de la revolución mexicana de 1910 quedaron suspendidos al truncarse la democracia, al anularse de facto esa revolución en su etapa de recoger los frutos de esta.

 

Con el tiempo el régimen priista se fue endureciendo hasta iniciar una etapa de matanzas como en el 68 y 71 para mantener al pueblo sometido. El gobierno en turno se encargaba de gobernar mediante el control casi total. Pero el tiempo seguía su curso y francamente no se veía como podía ser vencido ese sistema político. La revolución institucionalizada simplemente se hizo una ilusión. Por muchas décadas se seguiría simulando la democracia.

 

El inicio del fin del viejo régimen priista llega de la mano del Neoliberalismo. Durante 24 años el PRI con la ayuda del PAN por 12 años impusieron la privatización de todos los bienes y servicios nacionales. Todo este periodo es una contrarrevolución legal de todos los derechos ganados como fruto de la revolución de 1910. Todas las reformas constitucionales y las leyes secundarias tuvieron como fin de dejar desnudos a los mexicanos. Ahora serian los mexicanos con su propio esfuerzo los que, deberían obtener todos los bienes y servicios privatizados que, requirieran. Esta propuesta falló debido a la enorme corrupcion, los fraudes electorales y la falta de democracia.  

 

Esta precariedad en los derechos tuvo un efecto contrario a lo deseado por el PRIAN, el pueblo y en especial los votantes despertaron de un largo sueño y fueron tomando consciencia de su existencia, saberse seres humanos pensantes y actuantes. También se formó una conciencia; es decir, saber diferenciar lo bueno y lo malo. Bajo estas condiciones psíquicas, en las elecciones de presidenciales de 2018 desatadas todas las fuerzas económicas, políticas, sociales, artísticas y filosóficas dieron como resultado la derrota del partido oficial y sus cómplices. Se había logrado derrotar un régimen dictatorial. Se iba toda una época en lo principal y seguimos presenciando su lenta muerte.

 

Desde 1929 hasta el año 2018, pasaron 89 largos años para ver materializada la primera parte del lema de Francisco I. Madero: “Sufragio efectivo…”, al ser electo Andrés Manuel López Obrador como presidente de la república mexicana en 2018 y con este hecho reiniciar el camino de la democracia. Ese viejo anhelo largamente meditado durante el virreinato, la independencia, la dictadura de Porfirio Díaz y el Presidencialismo priista. Es increíble que, hayan pasado tantos años y nosotros seamos quienes cosechemos los frutos de la democracia; esa democracia tan cara al pueblo mexicano.

 

Por primera vez en Latinoamérica la oligarquía simuladora de la democracia ha sido derrotada y en el campo de batalla de la política trata de vender cara su derrota. La revolución mexicana de 1910 fue regada con la sangre de muchos mexicanos y ha ido siendo rociada con mas sangre de muchos políticos y mexicanos que, han creído en la democracia. Nosotros somos los herederos legales y legítimos de esa revolución. Nos queda como obligación vigilar la marcha de la democracia y actuar cuando se trate de torcer.

 

En el 2024 se debe hacer efectiva la segunda parte del lema de Madero: “…No reelección”. Con esto habremos cumplido totalmente el anhelo de la revolución de desterrar cualquier vestigio dictatorial. Debemos avanzar mas amplia y profundamente en la democracia sin ningún temor. Seamos dignos sucesores de los revolucionarios de 1910 y con ello rendir un homenaje a su sacrificio vital. Estemos a la altura de la herencia que nos han dado y sigamos trabajando sin descanso por pasar de potencia a ser acto. Dejemos de barruntar nuestra fuerza y plasmar las ideas en lo material sin olvidar nuestra esencia metafísica. La revolución se institucionalizó y con ello fue truncada. Destrabemos todas las ataduras que detienen el paso de la revolución y de la democracia. Adelante.



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