sábado, 30 de septiembre de 2023

EL AYER, HOY Y MAÑANA. EL MÉXICO DE PAZ.

 

EL AYER, HOY Y MAÑANA. EL MÉXICO DE PAZ. 

 

Dice Octavio Paz, en su obra “El laberinto de la soledad” que él, no quería conocer a todo el pueblo sino solo aquellos mexicanos capaces de tener consciencia de sí mismos, son el pensamiento crítico del pueblo y tienen una fuerte influencia publica y en la política. Sin duda alguna, el México que nos describe Octavio Paz y el México actual son diametralmente opuestos. Si bien el desarrollo del pueblo mexicano no ha sido el fruto de la revolución mexicana pues los ideales de democracia, justicia, legalidad entre otros fueron dejados del lado por la dictadura del partido único de Estado, eso no significa que, la vuelta a la senda de la revolución de 1910 no sea posible y estamos en camino.

 

El triunfo de la democracia en las elecciones de 2018 no fue el producto de la influencia de los grandes hombres intelectuales únicamente sino propiamente de los electores ya plenamente conscientes de su existencia y de su obligación con los demás. En un Estado mexicano con grandes diferencias sociales, económicas y políticas era de esperarse un cambio radical de gobernar. Se abrió una senda hacia la libertad de votar y se dio una derrota inesperada en contra de las elites económicas, políticas y eclesiásticas. La derrota fue tal que, hoy en día no han podido reponerse.

 

La ahora oposición, todos los días nos bombardea con la idea del desastre, el Apocalipsis si seguimos por esta senda cada vez más amplia y profunda. Quieren regresar y no hallan la forma de romper este grupo de millones de ciudadanos con la misión de terminar con todo vestigio del pasado ominoso. Esta obra democrática tiene como padres auténticos a millones de mexicanos sin quitarle ningún mérito a los lideres políticos. A eso se enfrenta la oposición a millones y millones de personas libres de elegir usando su razón. Toda democracia tiene sus claroscuros y hay mucho trabajo por hacer, pero no hay que, redoblar esfuerzos para terminar con las ruinas putrefactas del viejo régimen.

 

Casi toda la historia del México independiente es la historia de la democracia de las cúpulas políticas, sociales y económicas. Ahora que han perdido han reaccionado de todas las formas violentas y no es para menos; han sido derrotadas y tienen el ánimo perverso de regresar a toda costa. Personajes como Vicente Fox, Felipe Calderón, Margarita Zavala, Xóchitl Gálvez y Martin Moreno son muestra clara del odio a toda democracia del pueblo. Muchos grandes empresarios están que truenan en contra de esta democracia para todos.

 

Están en plena lucha dos visiones de democracia. La democracia de las elites o la democracia popular. Si Octavio Paz reviviera y mirara este México. No lo reconocería. El mexicano encerrado en su propio mundo privado ha desaparecido y se ha transformado en un ser activo, enterado de la política, consciente de su existencia y su relación con este mundo. El mexicano de hoy también tiene conciencia; es decir, sabe distinguir entre lo bueno y malo. El México de Octavio Paz y de los grandes hombres se ha esfumado ante la acción política de treinta millones de mexicanos activos. La oposición se desgañita todos los días en contra del gobierno actual y en contra de MORENA mientras se olvida del pueblo llano. Ese error les costará no solo las elecciones de 2024 sino la extinción del PRD y del PRI. El golpe que recibirá la oposición en las próximas elecciones no hay forma de que, lo esquiven o lo puedan superar.

viernes, 22 de septiembre de 2023

LA REVOLUCIÓN TRUNCADA

 

LA REVOLUCIÓN TRUNCADA

 

El pensamiento revolucionario, en contra de Porfirio Diaz, se gestó durante sus administraciones con una duración de más de treinta años.  La revolución irrumpió con toda su violencia contenida por décadas. Los anhelos de libertad, de democracia, de justicia social entre otros derechos negados al pueblo fueron los guías de la revolución. Se creyó haber llegado a la conquista de todos ellos al estar plasmados en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. El pueblo se representaba en el muralismo como símbolo de todos esos anhelos. Pero tan luego se volvió a la política y el inicio de instituciones se volvió a imponer la dictadura ya no de una persona sino de un partido único de Estado, el Partido Revolucionario Institucional.

 

Al institucionalizarse la revolución sus fines de justicia, democracia y demás derechos se fueron cumpliendo a medias y bajo las circunstancias dictadas por el gobierno y el PRI que para pronto son lo mismo. Es cierto que, se crearon instituciones y se dieron derechos al pueblo mexicano, pero no en libertad ni democracia sino bajo el control total del partido en el gobierno que se llevaba “Carro completo”; es decir, gobernaba todo el Estado mexicano en sus tres niveles de gobierno. Se puede llegar a la conclusión de que, los anhelos y derechos fundacionales de la revolución mexicana de 1910 quedaron suspendidos al truncarse la democracia, al anularse de facto esa revolución en su etapa de recoger los frutos de esta.

 

Con el tiempo el régimen priista se fue endureciendo hasta iniciar una etapa de matanzas como en el 68 y 71 para mantener al pueblo sometido. El gobierno en turno se encargaba de gobernar mediante el control casi total. Pero el tiempo seguía su curso y francamente no se veía como podía ser vencido ese sistema político. La revolución institucionalizada simplemente se hizo una ilusión. Por muchas décadas se seguiría simulando la democracia.

 

El inicio del fin del viejo régimen priista llega de la mano del Neoliberalismo. Durante 24 años el PRI con la ayuda del PAN por 12 años impusieron la privatización de todos los bienes y servicios nacionales. Todo este periodo es una contrarrevolución legal de todos los derechos ganados como fruto de la revolución de 1910. Todas las reformas constitucionales y las leyes secundarias tuvieron como fin de dejar desnudos a los mexicanos. Ahora serian los mexicanos con su propio esfuerzo los que, deberían obtener todos los bienes y servicios privatizados que, requirieran. Esta propuesta falló debido a la enorme corrupcion, los fraudes electorales y la falta de democracia.  

 

Esta precariedad en los derechos tuvo un efecto contrario a lo deseado por el PRIAN, el pueblo y en especial los votantes despertaron de un largo sueño y fueron tomando consciencia de su existencia, saberse seres humanos pensantes y actuantes. También se formó una conciencia; es decir, saber diferenciar lo bueno y lo malo. Bajo estas condiciones psíquicas, en las elecciones de presidenciales de 2018 desatadas todas las fuerzas económicas, políticas, sociales, artísticas y filosóficas dieron como resultado la derrota del partido oficial y sus cómplices. Se había logrado derrotar un régimen dictatorial. Se iba toda una época en lo principal y seguimos presenciando su lenta muerte.

 

Desde 1929 hasta el año 2018, pasaron 89 largos años para ver materializada la primera parte del lema de Francisco I. Madero: “Sufragio efectivo…”, al ser electo Andrés Manuel López Obrador como presidente de la república mexicana en 2018 y con este hecho reiniciar el camino de la democracia. Ese viejo anhelo largamente meditado durante el virreinato, la independencia, la dictadura de Porfirio Díaz y el Presidencialismo priista. Es increíble que, hayan pasado tantos años y nosotros seamos quienes cosechemos los frutos de la democracia; esa democracia tan cara al pueblo mexicano.

 

Por primera vez en Latinoamérica la oligarquía simuladora de la democracia ha sido derrotada y en el campo de batalla de la política trata de vender cara su derrota. La revolución mexicana de 1910 fue regada con la sangre de muchos mexicanos y ha ido siendo rociada con mas sangre de muchos políticos y mexicanos que, han creído en la democracia. Nosotros somos los herederos legales y legítimos de esa revolución. Nos queda como obligación vigilar la marcha de la democracia y actuar cuando se trate de torcer.

 

En el 2024 se debe hacer efectiva la segunda parte del lema de Madero: “…No reelección”. Con esto habremos cumplido totalmente el anhelo de la revolución de desterrar cualquier vestigio dictatorial. Debemos avanzar mas amplia y profundamente en la democracia sin ningún temor. Seamos dignos sucesores de los revolucionarios de 1910 y con ello rendir un homenaje a su sacrificio vital. Estemos a la altura de la herencia que nos han dado y sigamos trabajando sin descanso por pasar de potencia a ser acto. Dejemos de barruntar nuestra fuerza y plasmar las ideas en lo material sin olvidar nuestra esencia metafísica. La revolución se institucionalizó y con ello fue truncada. Destrabemos todas las ataduras que detienen el paso de la revolución y de la democracia. Adelante.



sábado, 16 de septiembre de 2023

¡POBRES MEXICANOS!. QUE CADA 15 DE SEPTIEMBRE GRITAN POR ESPACIO DE UNA HORA QUIZÁ PARA CALLAR EL RESTO DEL AÑO

 

¡POBRES MEXICANOS!. QUE CADA 15 DE SEPTIEMBRE GRITAN POR ESPACIO DE UNA HORA QUIZÁ PARA CALLAR EL RESTO DEL AÑO

 

Estas palabras simbolizan el desconocimiento del pueblo mexicano, así como no entender el viejo sistema político. Después del derramamiento de sangre durante la revolución de 1910 era evidente el agotamiento físico, mental y la escasez de dinero en medio de este desastre. Era menester pacificar a los revolucionarios e iniciar la construcción de un nuevo sistema político. Por desgracia, se construyó un régimen dictatorial. Y, no es que, el pueblo mexicano fuera cobarde, pero ya no había fuerzas para seguir en la revolución, a excepción de la revolución cristera obligada más por el fanatismo que, por demandas populares de democracia.

 

Ahora bien, el régimen Presidencial del Partido Revolucionario Institucional (PRI) fue creado para el silencio; un silencio largo para simular paz, legalidad, legitimidad, justicia y los demás pilares de la democracia. Esto no se podía lograr sin el terror del gobierno en turno con una gama de violencia necesaria para cada situación. A los que se plegaban al poder político podían vivir bien materialmente, aunque fuera en una dictadura de partido único de Estado. Todo estaba bajo control. Ese orden se lograba con el totalitarismo. No había sector de la población que no estuviera dominado por el PRI. El presidente en turno tenía todos los medios y todos los métodos para silenciar a la gran mayoría. Los disidentes eran perseguidos, encarcelados, muertos o desterrados bajo una complicidad institucional y social.

 

En efecto, para desmantelar todo ese aparato del Estado iba a costar mucho silencio, sangre y muertes de las formas más atroces. El viejo régimen no podía subsistir sin la complicidad o pasividad del pueblo. Silencio casi total. El gobierno en turno se encargaba de controlar a la población mediante programas sociales a través de lideres sindicales, caciques o lideres políticos. “El que se movía no salía en la foto”, se decía. Esto duró décadas. Cuando empezaron a verse grietas en el sistema político iniciaron las matanzas ya conocidas públicamente. Y, volvía el silencio, la paz priista.

 

En este contexto, se veía al pueblo mexicano como una masa que, salía a gritar efectivamente, el 15 de septiembre para callar durante el resto del año. Durante todo este tiempo el Estado mexicano tenía una política cerrada. Se trataba de que, el pueblo mexicano no conociera más allá de los límites de su vida cotidiana. Hoy nos parece ridículo, pero no había computadoras mucho menos celulares ni redes sociales. También, el gobierno en turno no permitía que se supiera mucho de México. Por eso, hasta ahora los extranjeros creen que, los mexicanos somos todos gordos, bigotones, con sombreros de ala ancha, con pistola al cinto y semi salvajes. De la televisión y la prensa ni que decir, estaban en complicidad con el gobierno por las buenas o las malas. Palabras más, palabras menos, Emilio Azcárraga Milmo decía que, Televisa era el soldado del PRI.

 

Bajo toda esta apariencia había un pueblo ansioso de libertad, de justicia, de democracia y todos los rubros necesarios para vivir y convivir en democracia. Ese silencio se ha superado, el resquebrajamiento casi total del viejo régimen ha enviado a sus representantes priistas al viaje sin retorno de la extinción de su partido. En esa marcha fúnebre el PRI es acompañado por dos de sus mejores alumnos, el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD). Sin embargo, estamos en el crepúsculo de la democracia. Para bien o para mal. El ambiente se ha llenado de alegría popular, de incipiente democracia, de libertad, de todas las voces aun las de los personajes más abyectos. Hoy todos podemos expresarnos. Luz, más luz.



domingo, 10 de septiembre de 2023

VIVIR EN LA DECADENCIA

 

VIVIR EN LA DECADENCIA

 

Se habla demasiado de Xóchitl Gálvez en los medios de comunicación como si ella sola fuera capaz de sacarnos de esta decadencia.  Circunstancia, creada por los antiguos amos de México, el PRI, el PAN y, los empresarios ricos y de quienes ahora, Xóchitl es cómplice. Toda una engañifa publicitaria. Dinero y más dinero destinado a crear una ilusión que se materialice para traer de nuevo una tiranía de los partidos más corruptos. Toda esta fuerza basada en el poder del dinero ha logrado mantener al pueblo mexicano durante décadas. Sin embargo, esa aparente fuerza de una buena parte de las clases ricas nos ha mostrado y demostrado su flaqueza, su debilidad para seguir mandando y conduciendo al Estado mexicano.

 

Vivimos en un Estado decadente y nuestras vidas están inmersas, injertadas o manchadas por esa decadencia. Hemos creado un territorio de terror y hemos optado por acostumbrarnos a las muertes violentas, al horror. El Estado nacional fue creado para una mejor convivencia, pero nos dirigimos al estado de naturaleza donde reina la ley del más fuerte. Antaño, la religión nos había moldeado como seres temerosos de Dios y enseñaba a vivir conforme a los diez mandamientos por lo menos. Eso se acabó. Vivimos insensiblemente o, escondemos nuestros miedos por saber que, cualquiera puede perder el frágil equilibrio y saltar a la escena como un monstruo con garras dispuesto a mostrar toda su violencia y odio. No se pude confiar en ninguna persona por mas que, esta nos murmure a cada rato ser honrado. Vivimos con monedas falsas. Se tiene que vivir al borde del peligro real e inminente.

 

Un sistema político como el impuesto por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y profundizado por el Partido Acción Nacional (PAN), durante casi noventa años no puede menos que haber moldeado a muchas generaciones de mexicanos en los antivalores. Lemas como “El que no tranza, no avanza”, “El PRI roba, pero deja robar”, “Vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”, son símbolos de la vida de corrupción, en general, del pueblo mexicano. Pero también ha habido una buena parte del pueblo mexicano luchando en contra de esta cultura de la decadencia. Hubieron de pasar ochenta y nueve años para detener esta tendencia nefasta, pero desaparecer la cultura de la corrupcion no es un trabajo menor. Seguimos viviendo en la senda de la corrupción y los corruptos intentan todo el día y todos los días regresar a ese viejo régimen. Su esperanza se llama Xóchitl Gálvez. Una mujer impresentable.

 

A pesar de toda esta gritería ensordecedora para aturdir al pueblo mexicano se debe hablar de esa parte del pueblo incansable que, ha logrado desmontar toda la armadura del viejo presidencialismo y con esto llevar al campo de guerra al PRI y al PAN para ser derrotados en la batalla electoral de 2018. Otros encuentros se han dado en el 2021, 2023 y se espera la confrontación de 2024. Estas elecciones serán de vital importancia pues muchos de los viejos patriarcas de la corrupción no podrán aguantar un sexenio mas de lucha. Incluso, se espera la extinción del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y del PRI.

 

Todo esto ha sido posible debido a la conciencia que se fue construyendo en los ciudadanos y no solo por las acciones de los políticos. Las elecciones del 2024 no serán decididas por las cúpulas partidistas ni por las élites empresariales ni por el presidente de la república sino por los ciudadanos. Nunca, el pueblo mexicano había ejercitado su poder soberano para decidir el tipo de gobierno, para imponer la democracia. La importancia de este hecho radica en ser el primer pueblo latinoamericano en ponerle un alto a las élites económicas y políticas que heredaron el poder de los conquistadores europeos. Esto es lo que tiene aterrada a la derecha internacional.

viernes, 8 de septiembre de 2023

EL PUEBLO MEXICANO COMO SOBERANO


EL PUEBLO MEXICANO COMO SOBERANO

 

La mayoría de los pueblos anhelan la libertad, la democracia, la justicia, la legitimidad, la legalidad entre otros fundamentos para convivir. Precisamente eso es lo que, ha buscado el pueblo mexicano desde antes de la independencia y durante toda su historia. En la actual Constitución General de la República, el articulo 39 señala el poder soberano del pueblo; es decir que, no hay o mejor dicho no debe haber ninguna persona, partido o clase social por encima del pueblo soberano. Esto no ha sido así, durante muchos años. Entre los mexicanos existen dos visiones de vida. Por un lado, tenemos a los conservadores. Estos quieren a toda costa imponer la religión como guía de la vida de los mexicanos. Tienen a la Biblia como el formato para la vida. No creen en la soberanía del pueblo sino en la superioridad de los blancos sobre el resto de las personas diferentes. Por el otro, tenemos a los liberales con su visión de tener los máximos derechos a favor de los mexicanos con la separación del Estado religioso del civil. Creen en la soberanía del pueblo. Todo esto con sus matices.

Muchas personas sobresalientes han luchado por imponer la democracia y que, sea el pueblo el que determine la forma de gobierno. En la única ocasión que viene a mi memoria en la cual los votantes determinaron libremente quien debía ser el presidente de la república y la forma de gobierno son las elecciones de 2018. Fue un hecho formidable. Todo estaba en contra de Andrés Manuel López Obrador. Las sombras de los anteriores fraudes electorales estaban presentes. El Partido Revolucionario Institucional (PRI) estaba aliado con el Partido Verde ecológico de México (PVEM) y Nueva alianza (NA). El Partido Acción Nacional (PAN), estaba en alianza con el Partido de la Revolución Democrática PRD) y Movimiento Ciudadano (MC). Todos con una larga experiencia en fraudes electorales y el tercero como traidor al pueblo mexicano. Por si esto fuera poco el gobierno tenía bajo su control al Instituto Nacional Electoral (INE).

 

Por eso, cuando se hizo el anuncio del conteo rápido y los resultados finales la sorpresa fue mayúscula al darse a conocer el ganador: Andrés Manuel López Obrador. También e eligieron 128 senadores y 500 diputados entre otros cargos públicos. Esta fecha fue el punto de partida desde el cual se aceleró la decadencia del viejo régimen y del PRI, PAN y PRD. A partir de esa fecha los tres partidos han ido perdiendo elecciones tras elecciones con algunas excepciones, pero no son significativas como para detener su caída.

 

Fue la primera ocasión en la cual el pueblo ejercitó su poder soberano y dio al traste con los planes de simulación democrática del PRI y PAN principalmente. Estos dos partidos, a últimas fechas de elecciones habían realizado fraudes electorales mediante los más diversos medios ilegales, pero eso se había acabado en las elecciones de 2018. Se había hecho realidad la democracia y el lema “Sufragio efectivo, no reelección” en su primera parte. Anhelo añorado durante más de cien años pues fue el lema de Francisco I Madero en 1910. La segunda parte, la “…no reelección”, se hará realidad cuando Obrador deje el cargo. Toso esto es lo que ha construido de manera principal la ciudadanía más allá de los partidos enfocados en mantener su poder sin democracia.  

 

Ahora bien, el PRI, PAN y PRD se han aliado para tratar de regresar al poder e imponer el viejo régimen antidemocrático. En caso de ganar regresarían las privatizaciones y todos los derechos alcanzados a favor del pueblo mexicano. Este es el reto al cual se enfrenta el pueblo mexicano y en especial los electores. O el pueblo sigue imponiendo la democracia mediante el uso de su poder soberano o regresamos a la simulación democrática. Creo que, el pueblo mexicano ha alcanzado la suficiente madurez política para seguir profundizando en el difícil camino de la democracia. No puede haber avance alguno si se permite el regreso del nefasto pasado.