EL SILENCIO DEL
PASADO SE HA ROTO
En
el viejo régimen presidencial todo estaba ordenado por clases sociales casi
inalterables. Los ricos encabezaban lo social, lo político y lo artístico.
Había una forma de vida ya destinado. A este régimen totalitarista le
correspondía una ideología del orden empezando por el presidente de la
república, su gabinete, legisladores federales, la Suprema Corte de Justicia de
la Nación, gobernadores, legisladores locales, jueces del orden común, junto
con las clases más pudientes. En política había un lema: “Quien se mueve no
sale en la foto”, esto significaba que, quien no se disciplinaba era excluido
del ejercicio del poder. Esto ocurría también en lo social. La disciplina era
en beneficio del gobierno en turno. Quienes se oponían eran perseguidos,
desparecidos, encarcelados, muertos o marginados. Había una paz, un silencio
casi continuo.
En
el arte popular se impuso Televisa con sus programas. Estos programas dictaban
la forma de ser del mexicano en buena medida. El Chavo del Ocho y demás
personajes fueron un éxito a pesar de contener personajes distorsionados,
bobalicones, faltos de inteligencia. En el cine el machismo mexicano se ponía
como ejemplo. El estoicismo de las mujeres era de admirar.
Uno
de los peores programas lo fue “Siempre en Domingo”. Cada domingo las familias
mexicanas se reunían durante cinco horas con cuarenta y cinco minutos (Dee las
16: 30 hasta las 22: 15 horas). Desde ahí se dictaba lo políticamente correcto
en el arte musical. Imaginen un adoctrinamiento de tantas horas como una homilía
dirigida a los televidentes sobre la forma de disfrutar los domingos mediante
la criba de un monopolio televisivo.
Había
una paz impuesta por el totalitarismo priista y esta fue heredada a los
panistas. Los panistas son los más prejuiciosos y dogmáticos entre los
mexicanos. Creen que, los seres humanos con la piel blanca son superiores a los
que, tienen la piel morena o negra. Ignoran las verdades científicas. Se trata
de la melanina cuyas funciones son darle el tono a la piel. Mucha melanina hace
una piel morena o negra. Ciencia sin prejuicios, pero eso es lo que, no aceptan
las clases altas o sus imitadores. Pues bien, ese status quo fue hecho añicos
en las elecciones del uno de julio de dos mil dieciocho. “Los leperos”, como
designa a los pobres Lilly Téllez, símbolo de los prejuicios panistas
irrumpieron a la fiesta de las élites y dio por terminada la misma. Eso no les
agrado en lo mínimo a las élites económicas, sociales y políticas. Por ello se
oponen a cualquier reforma pues es, destruir su mundo conocido. Ya
acostumbrados a gobernar, a mandar, a dictar el estilo de vida del pueblo
mexicano no toleran en lo mínimo los cambios propuestos y se niegan por todos
los medios a darse por derrotados.
El silencio del pasado se ha roto. Esa es una de las consecuencias de la irrupción del pueblo soberano en las elecciones. Por primera vez, se hacen intentos serios en contra de la discriminación. Se ha vuelto común hasta la moda del cine tener actores con piel morena. Los valores se han puesto en ciento ochenta grados, pero de manera absoluta. La justicia social está muy lejos de volverse un hábito menos una costumbre. Con todo, en las redes sociales los gobernados no dejan de externar sus opiniones sobre el rumbo que, debe tomar el Estado mexicano y las nuevas formas de vivir en la sociedad y familia. El silencio del pasado aún se nos presenta en formas poco educadas ahí están Lilly Téllez, Kenia López, Sandra Cuevas o Xóchitl Gálvez como representantes de toda esa forma rancia de ser de muchos mexicanos.
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