EL ROMPIMIENTO CON
EL PASADO EN MÉXICO
Durante
décadas muchos ciudadanos, aunque no los suficientes, han ideado una sociedad
mas justa, igualitaria, solidaria, unida y todos los valores que, logren hace
de los mexicanos una gran nación con objetivos comunes para lograr consolidarse
como tal. Hasta hora no ha sido posible. La sociedad mexicana no ha logrado el
equilibrio social, económico y político suficiente para lograr erradicar, en la
medida de lo posible, la pobreza, la falta de educación y de integración con
sus propias formas de ser de todos los sectores mexicanos, de todos los descendientes
de los pueblos originarios. Es necesaria que, se les den verdaderas
oportunidades a todos para esa integración nacional.
Hasta
el uno de julio de dos mil dieciocho se pudo cumplir con iniciar el rompimiento
con el viejo sistema político. El Partido Revolucionario Institucional (PRI), forjó
un régimen político autoritario, totalitarista y hecho para el control social
al estilo de una dictadura, pero se vació, no pudo y no puede lidiar con la
democracia porque nació desde el poder y para el poder nunca para la
democracia. El Partido Acción Nacional (PAN), heredó este régimen por doce años
y fue otro golpe contra esta dictadura adornada de democracia. Los panistas son
mas autoritarios y dictatoriales que los priistas. Unidos PRI y PAN dieron su
canto del cisne con el sexenio de Enrique Peña Nieto. Su suerte estaba ya echada.
Se les avecinaba una derrota moral antes que electoral.
Claro,
esas fuerzas reaccionarias se han aliado para dar su batalla final fieles al
estilo de Lucio Sergio Catilina (108-62 A. C), quien quiso, a treves de la “Conjuración
de Catilina” señorear sobre Roma en contra de las leyes. Descubierta su conjuración
se elevó a la categoría de dictador a Marco Tulio Cicerón (106-43 A. C), para
enfrentar el peligro. Entonces Catilina decidió luchar contra los ejércitos de
Roma, siendo vencido cerca de la ciudad de Pistoria. Eso precisamente están haciendo
las distas facciones políticas en México y darán su batalla sin importarles la
legalidad ni el pueblo mexicano. A la manera de Cicerón, se debe cuidar a la
Res Publica (La Cosa Publica), la que es de todos y de ninguno en particular,
pues no se debe permitir el regreso del viejo régimen y sus beneficiarios la
derecha y los corruptos.
Los
jóvenes deben participar pues es a ellos a quienes les corresponde hacer esa transición,
ese rompimiento con el pasado de corrupción y de vergüenza. Si se ha de
reformar al Estado mexicano, los jóvenes deben dar su parecer y forjar ese
Estado donde van a vivir. No es posible vivir en una casa ajena y que pertenece
al pasado. Todavía no hay ideas generales de cómo debe ser y será ese nuevo
Estado mexicano. Es una tarea descomunal que requiere el trabajo conjunto de
las nuevas generaciones.
Las
nuevas generaciones tienen la oportunidad de romper totalmente o por lo menos
de manera suficiente para no cargar con los lastres del pasado: Dogmas, ignorancia,
discriminación y, todo lo demás que se ha hecho forma de vida. El
conservadurismo impide el avance y deberá ser vencido de manera suficiente para
imponer nuevos valores que, hasta ahora están en desuso, tales como la
solidaridad, la legalidad, la legitimidad, el humanismo, la justicia y, todos
aquellos que puedan elevar al pueblo mexicano. Insisto, la tarea es enorme y,
cuenta con oposiciones agónicas y por lo mismo mas peligrosas. Están advertidos
y tienen que decidir, a pesar de todos los peligros.
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