viernes, 7 de mayo de 2021

LA POLÍTICA EN MÉXICO: ENTRE DOS VISIONES DE LA VIDA

 

LA POLÍTICA EN MÉXICO: ENTRE DOS VISIONES DE LA VIDA

 

Todos los días vemos el antagonismo rabioso en la política. Pero ¿Todo lo que vemos es pura política?. Todo apunta a que, en efecto, es pura política. Sin embargo, bajo capas y capas; en el centro del escenario, en plena disputa esta la vida de los mexicanos.

 

La familia mexicana había estado sujeta a los dogmas religiosos. El clásico modelo constaba de madre, padre e hijos con el liderazgo paterno con poder sobre toda la familia y las cosas. Es de llamar la atención que, la decadencia de la familia tradicional fuera de la mano con el desmoronamiento del sistema político presidencialista. En realidad, todo estaba cambiando a pesar de la impresión de solidez del gobierno de partido único de Estado, a pesar de la fuerte religiosidad en el pueblo mexicano.

 

El motor líder del cambio lo es la economía. Los valores religiosos imperantes iban a recibir un ataque tan poderoso que la escala de valores del pueblo mexicano cambiaria en poco mas de treinta años, el mismo tiempo en que se privatizaron las empresas del Estado. Se impusieron los valores vinculados estrechamente al dinero, a lo material. A los mexicanos se les iba a imponer como máximo valor en la vida, la riqueza material, aunque esta sea una ilusión para la gran mayoría y una realidad para pocos. Esto queda fuera de la visión de los mexicanos con tal de seguir su paradigma.

 

Esta ruptura generacional tiene factores externos como la orden del Fondo Monetario Internacional (FMI), de privatizar las empresas públicas hasta volver al Estado mexicano el símbolo de la debilidad a grado de dejar a los gobernados sin la mínima protección ante las grandes trasnacionales. Todos los bienes y servicios básicos deberían ser alcanzados por el propio esfuerzo de los gobernados. El Estado protector, paternalista o benefactor se había terminado. La fiebre por el trabajo se desató con sus consecuencias desastrosas en el cuidado y educación de los hijos. La familia tradicional se evaporaba. Los viejos valores religiosos se erosionaban en la soledad juvenil conectada a la tecnología de los celulares, navegando en la internet y sus viviendas virtuales sobrepobladas. Una nueva forma de ser de los mexicanos estaba a su disposición y esta forma fue adoptada. Se extinguía el México hasta entonces conocido. Un nuevo rostro surgía de ese maremágnum.

 

La privatización de las empresas tuvo como efecto de pasar la rectoría de la economía, hasta entonces en manos del gobierno, a el poder de las grandes trasnacionales y con ello, el Presidencialismo perdió uno de sus puntales mas importantes. El florecimiento de las redes sociales permitió a los gobernados informarse de una forma nueva; su efecto fue dejar a la Secretaria de Gobernación, obsoleta; si antes había sido el Santo Oficio de las noticias pues tenía la función de censurar todas las noticias que no le convenian al gobierno en turno. El surgimiento de nuevos partidos políticos fragmentó el poder político hasta volverlo una antigualla. Todo esta en cambio y no hay forma de detenerlo.

 

Lo viejo y lo nuevo se enfrentan. No solo es que se enfrenten en el terreno político los conservadores contra los liberales mas que socialistas o comunistas. Si bien es verdad que los primeros defienden con todo la vieja política y los segundos, tratan de imponer un nuevo régimen; esta confrontación es mas profunda y amplia. Están enfrentadas dos visiones de la vida, dos formas de ser. No es que los conservadores no tengan como su valor más importante la acumulación, ya ficticia ya real de riquezas, esto se debe de entender como querer la conservación de las formas religiosas. Quieren al dinero, pero envuelto en su moral religiosa; es decir, con las viejas formas medievales si fuera posible.

 

Por el otro lado, se piensa que el partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), es de corte comunista o socialista. No hay tal. La ruptura entre el viejo sistema político y el nuevo en construcción fue motivado por la gran dinámica económica impuesta y que tiene sus dos grandes bases en la ciencia y la tecnología. La primera descubre o inventa y la segunda hace realidad practica esos descubrimientos o inventos. Por si esto no fuera suficiente, se sabe que la economía mexicana es un apéndice de la estadounidense. No hay cabida para el comunismo ni el socialismo. Neoliberalismo en su máxima expresión.

 

La moral religiosa diseñada con dogmas y con el fin de tener sometidos a sus feligreses se enfrenta a una moral de la economía, de la vida diaria, de la libertad e incluso de la ilusión de dar el golpe de suerte y volverse rico, aunque sea en sueños. Toda la vida esta enfrentada con su pasado y las nuevas formas de ver y practicar la vida. Su expresión es política pero su verdadera guerra se lleva a cabo bajo toda esta apariencia y se da en todos los ámbitos.

 

Con este cúmulo de datos bien se puede dar un pronóstico. La visión y práctica religiosa de la vida no tiene futuro como dominante. Al final no habrá un regreso siquiera de cincuenta años mucho menos a la Edad Media como lo añoran los conservadores. Esta nueva forma de ser del pueblo mexicano romperá todo y se fugará hacia los mares de la economía y puede variar el rumbo tanto como lo permitan sus fuerzas y circunstancias. Por lo pronto el puerto llamado “Pasividad”, ha sido abandonado y sobre los mares procelosos el pueblo mexicano navega sobre la nave llamada “Dinámica de la Vida”.


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