domingo, 28 de febrero de 2021

ESTADO, GOBIERNO, POBLACIÓN Y CIUDADANOS

 

ESTADO, GOBIERNO, POBLACIÓN Y CIUDADANOS

 

Hay que diferenciar lo cotidiano que por lo mismo se nos presenta uniforme sin distinción; sin embargo, no es así. El Estado es lo más general pues sus elementos primarios son el gobierno, el territorio y la población. Cada uno de estos elementos por si merece un estudio propio, aunque aquí no lo haremos por exceder nuestro fin.

 

El Estado es una ficción pues no tiene existencia real, pero tiene su acta de nacimiento formal en la Constitución General que a la vez de le sirve de estructura pues determina sus órganos e instituciones primarias y sirve para creación de toda la construcción jurídica que le da su forma terminada. Ahora bien, esto no significa que, el Estado deba ser rígido y sin cambios pues precisamente debe responder a la dinámica de la vida humana. En efecto, esta ficción que existe mediante la constitución debe funcionar en la realidad.

 

El medio para hacer funcionar el Estado, lo es el gobierno. Los Estados Unidos Mexicanos, para su gobierno existen tres órganos, incorrectamente llamados “Poderes”, el ejecutivo, el legislativo y el judicial. Estos son los órganos de los cuales dependen muchas instituciones y otros organismos que deben seguir, a través de los funcionarios públicos, los preceptos constitucionales en sus leyes constitutivas.

 

Otro de los elementos del Estado, es la población, misma que se compone de todos los que están sujetos a las leyes nacionales ya sea porque sean mexicanos por nacimiento o por naturalización. Los extranjeros también caen bajo las leyes mexicanas peros sin tener la calidad de mexicanos y, en caso de violación a las leyes pueden ser juzgados, pero siempre en calidad de extranjeros y con la consabida notificación al gobierno de su Estado de origen.

 

En México, únicamente pueden ser ciudadanos aquellos que, cumplen con la edad legal, de 18 años y que trae aparejada la adquisición de derechos y obligaciones. La falta de ciudadanía trae aparejada la falta de capacidad legal por sí mismo para ejercer derechos y obligaciones. Esta regla general tiene sus excepciones.

 

Todos estos rubros, evidentemente, merecen estudios mucho mas amplios. Aquí, únicamente se tocan en su mínima expresión por no tener como objetivo el análisis de cada uno de ellos. El breve estudio tiene como objetivo definir cada elemento y esquematizarlos para su mejor comprensión y desembocar de lo general a lo particular hasta los ciudadanos pues estos son los actores principales para elegir a los gobernantes. Aquí radica su importancia.

 

De manera general, se habla del pueblo como la base de la soberanía; sin embargo, esta facultad esta inscrita en tener derechos y obligaciones políticas (Elegir y ser electo), que se han ido ampliando. En esta llamada Cuarta Transformación, los ciudadanos han sido la clave fundamental para el cambio de régimen político. La participación ciudadana ahora es posible para determinar el rumbo del nuevo Estado mexicano.

 

Durante todo el Presidencialismo priista, los ciudadanos fueron meros números a manipular de forma total; ahora, se ha destruido en definitiva ese totalitarismo del partido único de Estado; eso no significa la libertad absoluta ni definitiva; el peligro de caer ante otro poder es siempre posible, como el poder económico tan vigoroso y ávido de ser ese nuevo poder totalitario.

 

En resumen, los ciudadanos tienen que enfrentar, por un lado, el poder político totalitarista viejo, en este mismo contexto la creación de la nueva casta política y, por otro lado, el poder económico. Eso sin olvidar el poder religioso y de otras naturalezas. Tal tarea requiere de madurez en todos los ámbitos primarios ya señalados, de manera constante pues no hay descaso en eso de tratar de imponérsele cadenas a los ciudadanos y población ene general.

 

Si el pueblo mexicano logra dicha madurez y la va refinando, podrá, cuando así se requiera, elegir a los políticos que tengan las mejores propuestas y evitar a los malos políticos que, son la mayoría. El camino es largo y lleno de peligros como han resultado ser políticos del Partido Revolucionario Institucional, del Partido Acción Nacional, el Partido de la Revolución Democrática y otros más. Controlar el Estado mexicano es la gran tarea de los ciudadanos. ¿Es posible?. Lo es, como también es posible caer nuevamente en el poder político y económico pero esto no está decidido de manera anticipada y definitiva.


lunes, 22 de febrero de 2021

FACULTADES CONSTITUCIONALES DEL PRESIDENTE

 

FACULTADES CONSTITUCIONALES DEL PRESIDENTE

 

La gente de diversos partidos y sin partido político, le han solicitado al presidente Andrés Manuel López Obrador, que deje de proteger Félix Salgado Macedonio para que este no sea candidato a gobernador de Guerrero. Es evidente la oposición que se debe hacer contra cualquier político acusado de cometer delitos y mas como el de violación señalado Salgado Macedonio. Con todo, es una ilegalidad la que le exigen al presidente. No hay en la Constitución General o alguna ley secundaria artículos que lo faculten para vetar o aprobar la candidatura del acusado en cita.

 

Si Obrador tomara una decisión como la que le solicitan, estaría atribuyéndose facultades metaconstitucionales y seria acusado por la ilegalidad. En el caso de ordenar se le retire la candidatura al candidato de manera política seria igual de delicado pues estaríamos ante lo que tanto se ha criticado y fue la base del Presidencialismo: la voluntad de un solo ser humano. El poder de los gobernantes debería acotarse a lo que señala la Constitución General y las leyes secundarias; no más.

 

En tiempos electorales, se desatan las pasiones y la gente se vuelve irreflexiva y prácticamente piden se viole el marco constitucional y las leyes que de ella emanan. En este contexto, bien se podría juzgar al presidente por sus actuaciones ilegales. Es evidente que, la oposición, artistas y los autollamados intelectuales son afines a que, Obrador, cometa excesos para después señalarlo como ya es sabido “Dictador”.

 

La soberanía popular debe prevalecer. No hacen falta lideres como Vicente Fox, Diego Fernández de Cevallos, Ricardo Anaya, Marko Cortés o cualquiera otros se erijan como guías del pueblo pues precisamente han sido estos los mas nefastos. Lo única pretensión que tienen es volver a vivir de lo público y de paso sirven como voceros de la iniciativa privada, nacional e internacional.

 

Existe un órgano dentro de MORENA que debe decidir, en libre conciencia, si Salgado Macedonio será o no el candidato de ese partido para la gubernatura del Estado de Guerrero. Sigamos los lineamientos constitucionales y legales para construir la democracia mexicana y, en todo caso, crear nuevos órganos o instituciones que vigilen y sanciones conductas de este corte. Los enemigos del pueblo están mas que, dispuestos a que se rompa a legalidad por los propios militantes de MORENA para lograr socavar a este gobierno sin tener responsabilidad alguna. La ingenuidad no va con la seriedad con que debe tratarse la democracia.


viernes, 12 de febrero de 2021

CUANDO SE ESCRIBE SOBRE POLÍTICA. EL OCASO DE UN RÉGIMEN

 

CUANDO SE ESCRIBE SOBRE POLÍTICA. EL OCASO DE UN RÉGIMEN

 

Cuando se escribe sobre cualquier tema, el escritor tiene una o diversas intenciones y es menester que exprese esa o esas intenciones. Claro, eso daría una idea a los lectores de sus intereses. Tratándose de política eso rara vez se hace porque la lucha encarnizada que se da en los lodazales traería los más fétidos olores y eso no conviene, se trata de presentar como verdad hechos torcidos y, retorcidos y como personas honorables a sujetos impresentables. Es donde fallan, generalmente, periodistas, analistas y comunicólogos, interponen sus intereses o simplemente se les ordena como, cuando y quien debe escribir. No hay independencia y si falta esta, se evita la verdad a toda costa.

 

En un divorcio entre personas, en un cambio de residencia y en un cambio de época, pueden parecer hechos muy distintos, pero no lo son. Tienen en común el factor humano. En los tres casos, se trata de cambios obligados, atendiendo la necesidad psicológica de mejorar la vida personal en los dos primeros casos y de una comunidad o del mundo entero.    

 

No los voy a aburrir. Con esta premisa es dable pronosticar la derrota del, una vez, partido único de Estado, Partido Revolucionario Institucional y sus aliados. No porque, el actual gobierno sea una maravilla o no, el cambio de época no esta supeditado a la mejora material sino a una necesidad de cambios creados dentro del mismo. Las fuerzas internas y externas y de todo tipo siguen trabajando sin descanso y esto arrastra sin remedio al cambio. Cierto que, las necesidades de mejorar están latentes en las cabezas de muchos de gobernantes y gobernados; estos actúan como si fueran ellos mismos, de manera independiente, los que, independientemente, crean los cambios sin percatarse de ser engranes de toda una maquinaria actuando ciegamente y sin sentimientos.

 

Es inútil, aunque no se puede evitar, ver el espectáculo dantesco desplegado por la oposición y sus voceros actuando desde los pulpitos, tribunas, plazas, redes sociales, noticieros, mesas de análisis. No se puede parar toda esta gritería adornada con trompetería triunfante en su adolescencia. Lo único es decirles las palabras sepulcrales de Dante Alighieri: “El que entre aquí pierda toda esperanza”. La realidad no admite apelaciones ni alegatos, es como es y punto.

 


sábado, 6 de febrero de 2021

¿ES POSIBLE CONSTRUIR UN NUEVO RÉGIMEN CON POLÍTICOS DEL ANTIGUO?

 

¿ES POSIBLE CONSTRUIR UN NUEVO RÉGIMEN CON POLÍTICOS DEL ANTIGUO?

 

La oposición y sus llamados intelectuales, analistas y periodistas dan batalla sin tregua, escalonándose en un buen orden. Esto no debe ser motivo de escándalo; de esta manera se hace la política en todos lados del mundo y desde hace siglos, por desgracia. Lo que debe analizarse es si tienen motivos suficientes para alegar vigorosamente que no se puede crear un nuevo régimen con políticos pertenecientes, en diversos momentos, al Partido Revolucionario Institucional. Esta hipótesis es aparentemente lógico y razonable.

 

¿De donde tendrían que venir los nuevos políticos que construyan un nuevo régimen?. Es imposible que vengan del extranjero, tanto por la prohibición legal como el rechazo que causarían?. Los políticos son sinónimo de ignorancia aun viendo la realidad. Imagínense que no fueran los políticos propios los que construyeran o transformaran la política. Es un razonamiento totalmente sin bases. En México, los políticos se han negado a retirase de la vida publica y tratar de aportar algo al Estado mexicano ya no viviendo del mismo. Todos los partidos contienen a políticos ya viejos y muy viejos. No se han renovado y esto no es un secreto.

 

Hay que ir a la anterior llamada Transformación: la revolución mexicana de 1910. Hubo muchas fuerzas y muchos mas personajes de suma importancia. Estaban los zapatistas, los villistas, los carrancistas por nombrar los mas importantes. Entre los lideres se contaban Emiliano Zapata, Francisco Villa, Venustiano Carranza, Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles, Lázaro Cárdenas y muchos más, aunque de menor importancia. Bien, estos son los hombres que destruyeron el viejo régimen dictatorial de Porfirio Diaz y los que quedaron con vida se encargaron de construir el, ahora, viejo régimen Presidencial. Muchos de estos políticos no gozan de buena reputación. Imaginen los máximos líderes de la revolución muertos porque eran obstáculo. De algunos sabemos como fueron muertos, de otros no, pero se tienen serias sospechas de quienes los mandaron a matar. La oposición no pude alabar un régimen bien conocido y denostar el otro en vías de crearse.

 

La oposición también sostiene la necesidad de las instituciones para la existencia de la democracia. En principio esto podría aprobarse; sin embargo, han sido esas mismas instituciones las utilizadas como capas y capas de una coraza difícil de desmontar. Una Transformación no puede mantener las dependencias e instituciones opositoras precisamente al poder popular. Han perdido la confianza de una buena parte del pueblo. No hay duda en el punto de transitar hacia la democracia, pero no con esas antiguallas. Deben crearse las propias dependencias e instituciones garantes de la soberanía del pueblo.

 

Los detractores de este gobierno mantienen la necesidad de “Los pesos y contrapesos”, emanados de las propias actuaciones de cada uno de los tres órganos con facultades de ejercicio de la soberanía nacional. Esto es falso. Siendo el Presidencialismo la supremacía del órgano ejecutivo federal sobre los órganos, legislativo y judicial, no se sigue tal afirmación.

 

En este mismo contexto, se sigue penando por la clase política, estar la lucha por el poder político únicamente en las cúpulas partidistas, quienes se reparten a placer los puestos de todo tipo; eso no es democracia sino una simulación. Este político tipo únicamente busca vivir del erario. Se debe erradicar este tipo de pensamiento y su consecuente comportamiento.

 

El 1 de julio de 2018, fueron los votantes quienes firmaron el acta de defunción del régimen Presidencial. Un sistema ya sin sentido de ser. Las condiciones políticas, sociales, culturales, de comunicación, de libertad, económicas y todo lo concerniente a la vida han cambiado. Pensar, siquiera en regresar al pasado es desvarío. En estos momentos la oposición ha perdido el norte y mucho me temo seguirán de este modo durante mucho tiempo. Claro, las construcciones discursivas están encaminadas a tratar de no alcanzar un nivel más de extinción (PRI y PRD).


viernes, 5 de febrero de 2021

LA HISTORIA EN MÉXICO

 

LA HISTORIA EN MÉXICO

 

La frase “La historia la escriben los vencedores”, es de conocimiento publico y es la regla general. Los vencidos quedan sin voces o con pocas para dar su versión. En México, se ha escrito la historia por los vencedores y no los mas calificados para ello. Sabiendo lo anterior, se debería tener cuidado con la historia escrita y la historia oficial a menudo falsas, mitológicas, llenas de ideologías o inexactas.

 

Las “Cartas de relación”, de Hernán Cortés, sin dejar de apreciar sus datos, es una justificación del actuar del propio autor ante los gobernantes legales y legítimos de lo que va a ser España. Lo mismo pasa con la obra de Bernal Diaz del Castillo, “Historia verdadera de la conquista de Nueva España”, que es, aparte de una refutación a la obra de Francisco López de Gómara, “La conquista de México”, un largo reclamo a la codicia de Cortés. No es infrecuente hallar en la obra de Diaz del Castillo, una serie de reclamos a la conducta ambiciosa y de poca honra de Cortés. En suma, hay que tener cuidado en leer a los historiadores pues tienen intenciones e intereses personales.

 

Ahora bien, la historia debería escribirse de manera imparcial, pero es raro que se encuentre una obra como la de Tucídides, con la mayor imparcialidad, “Historia de la guerra del Peloponeso”, por ello se debe tener cuidado con las obras de Historia sobre la llamada conquista de México. Por lo general, las obras sobre este tema tratan de determinar el pasado con efectos en el presente y el futuro. Es menester se corrijan los errores sobre la historia de México para evitar se nos determine desde la visión externa. La vida del pueblo mexicano debe cuidarse, así como su historia.

 

La arqueología debe ser el ariete que vaya mostrando ese pasado oculto y sea elemento de corrección de la historia mexicana. Es conocido que, los llamados conquistadores españoles no llegaban a mil, según los propios datos de Cortés, y en realidad los vencedores de los mexicanos fueron los propios pueblos sojuzgados por ellos mismos. Si bien es cierto, los pueblos vencedores no lograron sobreponerse y cayeron en otro poder político. Habrían de pasar trescientos años para que se construyera un pueblo, su identidad inacabada. Y, así es la vida, inacabada, siempre en construcción.

 

En efecto, la historia de México no debe ser rígida ni mítica sino real. Tener la consciencia del pasado debe ser la base de la vida de los mexicanos pues se pueden ver los errores y, corregir el presente y planear el futuro. Es evidente que, no se pude cerrar el pueblo mexicano a las influencias ni ideas externas, pero se deben seleccionar las virtuosas y evitar en lo posible lo nocivo. En la propia Constitución General, existe ya expresado el deseo de la autodeterminación. Sigamos esta máxima.