viernes, 15 de febrero de 2019

EL ESTADO ACTUAL DE LA POLÍTICA




Hemos de reconocer, si queremos encontrar la verdad, que somos, en general, malos  jueces de nuestro propio tiempo. De común se ve y escucha a la mayoría de los involucrados en la política decir su parecer respecto al estado actual de la misma con mucho desatino y no se diga de periodistas, comunicólogos, analistas nacionales e internacionales. A todos nos pilló desprevenidos el triunfo de Andrés Manuel López Obrador y mucho me temo que la gran mayoría no ha logrado digerir este hecho insólito. Esto es normal pero se debe de tratar a lo menos de entender estos momentos de crisis.

Un régimen, se quiera o no, moldea la forma de ser de los gobernados y estos se acostumbran tanto a esta forma de ser que cualquier cambio les parece una catástrofe, el Apocalipsis en determinados casos, no haya tal. Es la resistencia natural al cambio. La psiquis de cada uno se niega al cambio cuando se está acostumbrado a determinadas circunstancias. Para los que desean el cambio se liberan de sus cadenas mentales y gradualmente se inicia la destrucción del antiguo régimen y la construcción de otro nuevo. Este nuevo régimen puede ser bueno o malo según los intereses de la mayoría y lo más seguro es que esa mayoría no pueda ver lo que iniciaron. El camino es largo y ninguno sabe en que se decantará lo iniciado.

El análisis de las tres anteriores transformaciones nos dan la pauta para sondear cómo se han hecho y la verdad no se puede menos que decir que, como nación se ha hecho mal o por lo menos a medias como se quiera ver. En la primera transformación hubo una guerra fratricida, desorden, mala economía y pérdida de más de la mitad del territorio. En la segunda transformación hubo una guerra fratricida, desorden, mala economía y derivó en una dictadura. En la tercera transformación hubo una guerra fratricida, desorden, mala economía y derivó en la dictadura del partid único de Estado.

Esta cuarta transformación esta en sus germen y tanto los que la apoyan como sus detractores fallan en sus apreciaciones tanto por su desbordado entusiasmo y su agria aversión. Bien se puede decir que esta cuarta transformación ni lograra todo lo que se espera. Con todo ni una ni otra parte cejaran en sus pretensiones y esto necesariamente dará como resultado la construcción del nuevo régimen. Sera necesario esperar que las futuras generaciones nos juzguen ya calmados los ánimos y con la frialdad necesaria.

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