En un Republica democrática se tienen que cumplir dos condiciones para que el gobierno sea reconocido a plenitud: La legalidad y la legitimidad. La primera tiene que ver con que el proceso electoral sea legal, es decir, que se observen las leyes previamente establecidas en la materia, sin ninguna duda; la segunda es la aceptación que deben tener los gobernados de que los electos son los que deben gobernar. Calderón no cumplió con las dos condiciones y se le llamó ilegitimo. Peña Nieto no solo no cumplió con las dos condiciones sino que se ha declarado en rebeldía y como enemigo del pueblo. Quiere a toda costa negociar con el Partido Acción Nacional u otros partidos la legalidad y la legitimidad, ignorando al pueblo y hasta despreciándolo. Esto es colocarse más allá de toda legalidad y legitimidad. Si el pueblo tiene en todo tiempo la voluntad soberana de cambiar su forma de gobierno, es decir todo un sistema, no veo porque un simple gobierno no se pueda cambiar.
Por doquier oigo decir a los priistas que el pueblo mexicano es el soberano pero por doquier veo que le ofrecen cadenas con engaños y hasta con amenazas soterradas. La vileza a la que han llegado los priistas es inaudita y no se debe aceptar bajo ningún motivo. Todo el priismo juega el papel del flautista de Hamelin y con su música bordada de engaños quieren atraer a los jóvenes pensantes a su trampa de desprestigio.
Si el pueblo mexicano quiere ser en verdad soberano no debe aceptar la tiranía que se le ofrece. Debe mostrar que puede conducir su destino sin importar quien gobierne con tal de que se cumpla con la voluntad soberana y no con la voluntad del gobernante en turno. La democracia es por lo que se debe luchar día y noche.
A los priistas que son la base del priismo, es decir, los pobres, deben ponerse del lado del pueblo y dejar de alimentar con su voluntad y trabajo a esos tiranos. Les voy a contar que es lo que les va a pasar. Todo tirano ofrece a sus aliados el poder y la venganza contra sus enemigos y al final terminan tiranizados esos aliados.
Cortés para conquistar a los mexicas llevó a los pueblos de Huejotzingo, Cholula, Tepeaca, Tecamachalco, Tlaxcala y todas las demás regiones concomitantes a estas y sumó además a los pueblos que fue encontrando. Estos pueblos iban con la convicción de ganar o perder. Si ganaban serian considerados vencedores de los mexicas y si perdían morirían. Después de vencer a los mexicas y de tomar lo que es hoy la ciudad de México Cortés tiranizó a todos sus aliados. Ese es el destino de los priistas que pertenecen al pueblo llano, a los pobres. Es una ingenuidad lastimosa que los priistas pertenecientes al pueblo vayan a recibir una recompensa. Esa ya la recibieron a través de su flamante tarjeta y se les terminó a más tardar el día siguiente de recibirla.
Es por eso que a esos priistas se les convoca a no aceptar esta tiranía; se les exhorta a ser patriotas y a mirar que están sosteniendo un sistema injusto para todos los mexicanos. Se les pide que miren que son tan pobres como la gran mayoría de sus connacionales. Sé que tienen las espaldas robustas y aguantadoras pero por el bien del pueblo mexicano, en general, despierten de esta pesadilla, No son bestias de carga, ni esclavos ni son de menor calidad que los demás ciudadanos. Díganle no a los tiranos sean del partido que sea. No se lucha por personas en lo individual sino por causas justas, democráticas y generales. Ayúdennos a cambiar todo el sistema no solo el gobierno.
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