lunes, 12 de diciembre de 2011

TEORIA DEL CONOCIMIENTO: EL TEETETO

INTRODUCCIÓN

La Filosofía tuvo su época de gloria en Grecia y en el inquirir sobre el ser de las cosas y tratar de conocer la realidad de las mismas, asaltara al filosofo el asombro ante la complejidad de las posibles respuestas y en su quehacer meditara la verdadera respuesta. Variadas teorías se hicieron para atacar el problema de la verdad, es decir, del conocimiento. La pregunta principal que se hicieron los griegos fue ¿Qué es el conocimiento verdadero?. La polémica salto al escenario para dar su variado espectáculo.
Los sofistas pusieron en predicamento el conocimiento. Gorgias de Leontini dijo: “Nada existe, y aunque algo existiera, no se podría conocer, y aunque se pudiera conocer, no se podría comunicar a los demás”. Por su parte, Protágoras sostenía que “De todas las cosas es medida el hombre: de las que son para lo que son, de las que no son para lo que no son”. Menudo enredo tenían que tratar de solucionar los filósofos. Sócrates emprendió la tarea de refutar a los sofistas en todas sus líneas. Estaba en juego la visión universal contra el relativismo. El triunfo de una u otra postura seria trascendental para la vida de los seres humanos de occidente. Al través de la Mayéutica y de la ironía socrática su autor combatió línea a línea las aseveraciones de los sofistas y en buena medida adelanto a sus adversarios al mostrar que para asir cosas no tenían manos sino muñones.
No obstante, la genialidad de Sócrates, este trabajo no era de un solo hombre y su tarea fue seguida por su mejor y más aventajado alumno: Platón. Y si el maestro de la ironía no dejo obra alguna escrita, no iba a suceder lo mismo con su alumno, quien puso parte de su pensamiento por escrito para la posteridad. Se dice que lo mejor de su doctrina nunca se escribió y eso, nos privo de conocer en forma integra su filosofía. Con todo, lo que nos dejo escrito es, de suma importancia y de gran calidad.
En su tratado sobre La Teoría del Conocimiento, El Teeteto, Platón aborda tres tipos de conocimiento a efecto, de hacer ver a sus interlocutores las deficiencias de las definiciones.

A)    El conocimiento como percepción.
B)    El conocimiento como juicio verdadero.
C)    El conocimiento como juicio verdadero mas una razón.

La forma magistral en que están desarrolladas estas tres formas de conocimiento, deja pasmado al lector que se queda, al final, con la sensación de haber sido estafado, tanto en su tiempo como intelectualmente. No hay tal, el asombro debe volver a nosotros a efecto de tratar de comprender ese fantasma huidizo que llamamos conocimiento. Entre oscuridades anda el filósofo y luego de mucho tiempo vuelve a la luz con la gravedad de sus descubrimientos  pero con la alegría de sus andanzas subterráneas.

Víctor Hugo Míaz Serran
EL TEETETO

A)    EL CONOCIMIENTO COMO PERCEPCION.




Sócrates le pide a Teeteto que le diga que piensa sobre el conocimiento y este le da una lista de ciencias y artes. Cosa que no se le había solicitado; entonces, manifiesta que “el conocimiento es la percepción”. Entonces, Sócrates invita a su interlocutor analizar dicha propuesta en los términos que lo hace Protágoras, quien sostiene que se percibe la apariencia y esta varia de sujeto en sujeto. Empero, se ponen dos condiciones: primero que, el conocimiento siempre lo es de algo que es; y segundo, que el conocimiento es infalible.
Se toma la teoría de Heráclito que, manifiesta que los objetos percibidos están en constante cambio, es decir devienen. En consecuencia la percepción en primera instancia es valida para el individuo. Coincide la proposición de que la percepción es conocimiento.
No obstante, se debe analizar con profundidad si lo aseverado es o no verdadero. Si se acepta que percibir es conocer llegamos a la consecuencia de que todos los seres humanos son sabios en el mismo grado. Lo anterior, en virtud, de que cada uno de los seres humanos de manera individual es el propio juez de su percepción. (El ser humano concreto es la medida de lo que es, en este caso la sabiduría). Pero, apechugar tal cosa, es un callejón sin salida; dado que quien haya visto una cosa en el pasado y la recuerde en el presente no conoce tal cosa porque no la esta percibiendo en ese momento. En el caso de que alguna persona recuerde algo que ha visto con anterioridad y diga que conoce lo que ha visto nos lleva a una contradicción. ¿Cómo puede conocer si no lo percibe?. La consecuencia de dicha contradicción es, que hay una radical diferencia entre percibir y conocer.
La cosa no queda aquí, Sócrates la lleva a un grado mayor. Si “el hombre es la medida de todas las cosas”. Cualquier persona puede sostener que la doctrina de Protágoras es falsa, dándole una sopa de su propio chocolate al sofista.
Emergen dos consecuencias: uno, la percepción no es, el todo del conocimiento; dos, que ni siquiera en su propio campo la percepción es conocimiento.
Se tiene que hay cosas que no se conocen por la percepción, verbigracia, las fatas morganas, en las que propiamente no hay percepción y solo el razonamiento logra aclararle a los seres humanos, la existencia o inexistencia del fenómeno. Lo mismo ocurre con las cosas matemáticas, estas no se pueden percibir al través de los sentidos sino que se conocen vía la razón.
De la misma manera, se tiene que, cuando vemos determinadas figuras o líneas estas nos parecen de tal o cual manera y solo el razonamiento nos da la pauta para conocer. Ejemplo: los rieles de un tren a la distancia parece que se juntan, empero, la razón nos dice que esto es solo una ilusión óptica. En consecuencia no se puede colegir que la percepción se sinónimo de conocimiento.
Siendo congruente con su teoría de las formas Platón desdeña a los objetos sensibles como fuente del conocimiento, dado que engañan a la mente. En cambio, las ideas son, para Platón, los verdaderos objetos del conocimiento.

B).EL CONOCIMIENTO COMO JUICIO VERDADERO

Teeteto intenta, alentado por Sócrates, dar una segunda definición de conocimiento y en esta ocasión dice que el “conocimiento es una opinión verdadera”. Sorprende que en lugar de tratar de descubrir que es un juicio verdadero el dialogo se concentre en cinco intentos de saber como se producen las opiniones falsas.
El primer intento se basa en que quien tiene una opinión la tiene en atención a saber o no saber sobre algo. Es decir que se puede llegar a la opinión falsa al través de la confusión. Se puede confundir algo que se conoce con otra cosa que también se conoce y su otra faceta; se puede confundir algo que no se conoce con otra cosa que tampoco se conoce. En el primer caso, se puede confundir a una persona que se conoce con otra también conocida; en el segundo caso, se puede confundir a dos personas que se desconocen, una por otra.
El segundo caso tiene que ver con el ser/no ser, existir /no existir. Se deja claro que siempre se opina de lo que es, quien opine de lo que no es, simplemente no opina. Así, si se opina de lo que no es, se tiene una falas opinión.
Esto no deja satisfecho a Sócrates y se hace el tercer intento. Se puede confundir una cosa por otra. En el campo de la estética, alguien puede decir que una obra determinada es fea, cuando es bella.
En la cuarta ocasión se pone de relieve la memoria y el aprendizaje. Se conoce algo o a alguien cuando se ha tenido contacto directo con los mismos. Empero, se puede llegar a confundir ese algo o a la persona. Aquí tiene que señalarse que conocer significa “percibir y guardar en la memoria”. Hay una disociación cuando se conocen dos cosas o personas pero se toma una cosa o persona por otra. Surge la opinión falsa. Hay correspondencia cuando lo que se tiene en la memoria corresponde con la cosa o persona.
El último intento ya solo interviene la percepción sino solo el pensamiento. Recurre, Sócrates, al ejemplo de la pajarera. Se dice que si una persona atrapa a diversas aves y las encierra en una jaula, las posee pero no las tiene a la mano.
La mente de los seres humanos en su inicio no tienen ave alguna. Con el paso del tiempo va atrapando pájaros varios y por ende, los posee pero quizá no los tenga que usar. Es decir que posee diversos conocimientos que pudiera usar. Los pájaros atrapados son conocimientos.
Ahora bien, ¿como se llega a tener opiniones falsas?, se contesta que tomando erradamente cosas y llegando a conclusiones falsas. Empero, ¿Cómo se pueden tener en esta caso juicios falsos de lo que se conoce?. Caen en la cuenta que primero se debió de haber definido que es el conocimiento.
Se sostiene que una opinión o juicio verdadero es conocimiento. Pero, lo anterior se ve refutado, dado que una persona puede aseverar que en un lugar concreto hay determinada temperatura y acertar; con todo, eso no quiere decir que la persona lo sepa sino que solo adivino y acertó. Se llega a la conclusión de que el conocimiento no es un juicio verdadero.

C)    EL CONOCIMIENTO COMO JUICIO VERDADERO MAS UNA RAZON

De entrada se presenta un problema. Si se da una opinión verdadera o un juicio verdadero más una razón o explicación.
En este sentido se tiene que dar una explicación es dar un juicio exacto, mismo que se asemeja con la creencia verdadera. Sin embargo, se sabe ya que pretender esto es pretender no llegar al conocimiento, dado que la creencia verdadera es diferente a saber algo con exactitud.
Por otro lado, dicha explicación solo puede ser sobre lo ya conocido. En caso, contrario se estaría dando explicaciones sobre cosas desconocidas. En la realidad esto no puede ser ya que la razón es sobre las partes del todo, mismas que ya son conocidas.
Una tercera forma es, decir que como lo que se conoce difiere de las demás. No obstante lo anterior, esto no puede ser conocimiento por dos razones.
Si se dijera que a lo conocido se le debe añadir una característica distintiva, la misma ya esta contenida en lo conocido, realmente no estaríase añadiendo ninguna característica nueva. En consecuencia no se tendría una noción exacta de lo que se dice conocer.
Finalmente, si lo conocido ya contuviera las características distintivas y se agregara una diferencia, se estaría agregando lo que los distingue de los demás agregándole las diferencias de los demás.
En resumen estas tres propuestas de conocimiento no satisfacen a Platón, ni siquiera la tercera que es la más acabada de las tres. Se tiene que es un tratado de crítica sobre los problemas del conocimiento. Lo anterior, no significa que el ser humano no pueda llegar al conocimiento. Dado que en la Republica Platón enumera los grados de conocimiento. Además que en su teoría de las formas y siguiendo a Sócrates se tiene que solo en lo inmutable y verdadero y en los universales se puede llegar al conocimiento.

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