lunes, 12 de diciembre de 2011

REFLEXION SOBRE LA CRÍTICA NIETZSCHEANA A SOCRATES Y PLATON.

INTRODUCCION

Durante cientos de años (sino es que miles), nuestros antepasados trataron de dar explicaciones sobre la realidad y sentido a la vida. La larga marcha se detuvo en la región que ahora conocemos como Grecia. Allí florecieron diversas Ciudades-Estado, tales como Creta, Micenas, Delfos, Pergamo, Olimpia, Argos, Abdera, Efeso, Mileto, Dodona, Olinto, Tebas y las más conocidas por nosotros: Esparta y Atenas.
Es, esta última Ciudad-Estado la que nos interesa, dado que allí se dio la más intensa e importante actividad filosófica. Sócrates, Platón y Aristóteles vivieron y se formaron en Atenas. Los dos primeros fueron nativos de la ciudad y el tercero lo fue de Estagira.
En la época que los dos primeros vivieron se tiene que la filosofía alcanzó su mayor esplendor. Aunque, Sócrates nunca escribió cosa alguna sobre su pensamiento filosófico, si influyó en Platón, quien escribió buena parte de su filosofía (la otra parte es la llamada esotérica). Lo que nos ha llegado de la obra de Platón son sus Diálogos. En ellos se nos da cuenta de la muerte de Sócrates, su pensamiento, el pensamiento del propio Platón y un panorama general de lo que era Atenas y otras polis.
Ahora bien, Nietzsche sostiene sin concesiones que, Sócrates y Platón representan la decadencia de Atenas y en general de la Grecia Antigua. La gran mayoría, tiene a estos dos filósofos como lo más granado no solo de Atenas sino de toda Grecia y la antigüedad, extendiéndose su fama hasta nuestros días. 
Si lo que afirma Nietzsche es cierto, durante mucho tiempo la humanidad ha estado equivocada tanto en la interpretación de la realidad como en el sentido más elevado de la vida.  ¿Cuáles son las razones que nos da Nietzsche para sustentar que Sócrates y Platón son decadentes?. ¿Qué partido puede tomarse al respecto?

  
Víctor Hugo Míaz Serrano








REFLEXION SOBRE LA CRÍTICA NIETZSCHEANA A SOCRATES Y PLATON

I

La fama que alcanzó y aún conserva Sócrates, tanto como pensador profundo como hombre íntegro dentro de la polis griega de Atenas sigue siendo tema de debate intenso en nuestros días. Desde aquella época ya se confrontaban dos formas de pensar y de actuar: el idealismo y el realismo. El primero pretendía y pretende mostrar ideales a seguir basados en la huida de la realidad, el segundo estaba basado en actuaciones humanas sacadas de la realidad.
La Grecia antigua estaba cambiando hacia la decadencia y parece ser que filósofos como Sócrates y Platón intentaban corregir, tanto con su pensamiento como con sus acciones, ese estado social. Con todo, los sofistas surgieron como una dura realidad que ambos atenienses combatieron. Ahora bien, parece ser que de allí nos proviene el gusto por las acciones buenas, bellas y desinteresadas. Nuestro sistema educativo, la teología y la filosofía y culturas tradicionales nos muestran a estos dos pensadores como el logro más grande que ha dado la humanidad en el pensamiento. El culto que se les tiene es inmenso y es, un obstáculo para la crítica   
                                                 II
Habríamos de esperar hasta el siglo XIX de nuestra era (un lapso de más o menos dos mil años), para que apareciera  Federico Guillermo Nietzsche y mostrara al mundo un pensamiento diferente al que la tradición filosófica occidental había presentado sobre la filosofía de Sócrates y su alumno Platón.
Parece ser que la realidad brutal y dolorosa de la decadencia que presentaba la polis ateniense puso en marcha las acciones de Sócrates y con fundamento en la afirmación del oráculo délfico en el sentido de que él, era el hombre más sabio, inicio una lucha mortal en contra de las costumbres de los atenienses y termina siendo condenado. Sócrates escoge su pena: la muerte. Las últimas palabras que emite, son la pauta que Nietzsche toma para ir develando la personalidad decadente de Sócrates: “Vivir- significa estar enfermo durante largo tiempo: debo un gallo a Asculapio salvador”.
Nietzsche muestra, al desbrozar las acciones de Sócrates, su, sin par, cualidad sicológica. Sospecha que, los considerados, hombres mas inteligentes bailaban sobre arenas movedizas, volviéndose símbolos de la decadencia griega. No supieron o no quisieron entender el camino a seguir. Tal parece que no había salvación. Ante el callejón sin aparente salida escoge el suicidio.
Nietzsche se planta ante el problema milenario de la vida y se da cuenta de que “el valor de la vida no puede ser tasado” por un viviente, dado que es parte del todo y no se vale tasar el todo por una ínfima de sus partes: el ser humano. En consecuencia, Nietzsche no valora la vida, emplea la sospecha para ver dónde llega en esta aventura calculada.
                                                 III
Para apuntalar sus aseveraciones, Nietzsche, echa mano de la condición plebeya de Sócrates así como de su fealdad. Allí colige que Sócrates no podía tener más que instintos de venganza y en consecuencia actuara en contra de los instintos que los nobles aplicaban en su vida diaria. En épocas anteriores a Sócrates, las polis habían sido productoras de hombres afirmativos de la vida. Para cuando Sócrates vive la decadencia se ha apoderado de las polis griegas. Su destino estaba ya marcado. El devenir que Heráclito anunciara se mostraba con toda su crudeza. A esto, Sócrates no sabe dar respuesta ascendente, sino que sus instintos plebeyos le dictan realizar venganza en contra de los nobles de Atenas. Aquí aparece la cualidad dialéctica como el instrumento idóneo para dar en la inacción a los hombres fuertes.
La mascarada que representa Sócrates es una adivinación que hace con base al conocimiento de la necesidad que tenían los atenienses de él. El cambio de instrumento para seguir viviendo se hace patente al tomar la racionalidad un puesto preponderante sobre los instintos. La tiranía severa y compulsiva entra a escena en la polis ateniense para tomarla del cuello y apretar hasta el la asfixia inexorable de la cultura griega.
La muerte de Sócrates representa el principio del fin de la cultura griega. Si no podía salvarse dicha forma de vida era mejor vengarse de la misma parece ser la última voluntad del maestro de la ironía.
                                                 IV
Con relación a Platón, Nietzsche se nos muestra ambiguo en su juicio primero pero, contundente en el final. El idealismo no es, más que una cobardía en primer y último momento. Platón no es más que otra desviación de la verdadera filosofía. Un seguidor de Sócrates no podía dar un fruto deseable para la vida afirmativa. El dolor por la muerte de Sócrates y su fracaso en Siracusa deben haber influido en esa huida que hace Platón hacia el idealismo. Parece ser que, la realidad le era muy dolorosa.

Es muy ilustrativo el contraste que Nietzsche entre Platón y Tucidides en la paráfrasis de: "Lo que yo le debo a los griegos". El primero representa la decadencia en el estilo literario. Aunado a lo anterior, se suma su sensualidad pública por los jóvenes bellos. Su filosofía es producto de esa sensualidad. Nietzsche solo acepta que Platón sea franco en este tópico; Todo lo demás es idealismo cobardía: el segundo representa el señorío, el dominio de sí mismo y por ende, de las cosas. Tucidides junto con Maquiavelo son tomados como una medicina por Nietzsche contra esa nausea que representa la huida de la realidad.
Y, es precisamente el idealismo la señal que Nietzsche toma para mostrar como una desviación envenenadora la filosofía de Platón contra la vida

                                                            V
Finalmente, debo decir que hacer una crítica a la filosofía de dos, de los considerados filósofos más grandes de la Historia, es una tarea mayúscula de la cual Nietzsche sale a mi parecer airoso. Claro que para los tradicionalistas esto constituye un ataque a los más querido y granado de la filosofía clásica. El rubor y la tentación de mirar de soslayo la filosofía salvaje de Nietzsche es grande para los que tienen a Sócrates y Platón como autoridades filosóficas. Sin embargo, la rica variedad y profundidad de pensamiento crítico que Nietzsche desarrolla en “El Crepúsculo de los Ídolos”, es impresionante. No es de menor importancia para conocer el otro lado de la filosofía que está viva a fuerza de necedad y no solo de necedad. No hay piedad alguna en esta obra. Tal parece que Nietzsche se regodea destruyendo el edificio filosófico que tanto se ha venerado por siglos y siglos. ¿Qué nos queda de todo esto?, muy poco y un muy mucho de nuevos horizontes aun, que forjar.

                                                           VI

Me es menester develar mi posición ante estas dos posturas filosóficas. A la caída del imperio romano la filosofía queda relegada por los cristianos a la postración ya que representaba el uso de la razón y para la religión la razón es orgullo, pecado ante el dios cristiano. San Agustín hace uso de la filosofía platónica para forjar su pensamiento teológico. Toda la Edad Media será el reinado de la teología sobre la vida de los seres humanos de occidente. Los valores que se impondrán a los pueblos serán producto de los postulados filosóficos, tanto de Platón como de Sócrates, claro, no hay que olvidar a Aristóteles, empero, aquí nos ocupan los dos primeros.

Con la llegada del Renacimiento se prepara la vuelta a una filosofía basada en la razón y en el caso de Nietzsche también en la intuición y la sospecha. Nietzsche, retoma los valores nobles y ataca todo aquello que huela a plebeyo. La voluntad del poder que trata de afirmar la vida de una manera despiadada será su legado confrontado a los valores cristianos. Propone una liberación del rebaño y de todo valor que ensombrece la vida, esa vida que se había vuelto sombría y llena de decadencia.

Si bien miramos la vida de los mexicanos tan infiltrada de prejuicios, mitos y toda clase de dogmas religiosos que tasan la vida de acuerdo a esos estándares de la debilidad se colige que para volver a la vida sin ataduras perniciosas se debe rechazar de cualquier manera seguir tales caminos extraviados. Dentro de la vida mexicana, casi todo se debe desarrollar dentro de los dogmas católicos y lo demás es pecado. Se nota claramente una subvaloración de los seres humanos que se les dice que fuera de los dogmas no hay salvación. Por mi parte, llego a la conclusión que fuera de este mundo enfermo del catolicismo hay formas sanas de vivir. En consecuencia dejo desde sus raíces el catolicismo y pondero la filosofía de Nietzsche como una alternativa de tomar postura ante y para la vida.   

FRAY SERVANDO TERESA DE MIER

INTRODUCCION

Un poco más de ocho meses después de haber muerto Don Juan José Eguiara y Eguren, nace Fray Servando Teresa de Mier en la ciudad de Monterrey, con fecha 18 de octubre de 1763 y muere en la ciudad de México el día 3 de diciembre de 1827. La vida de Fray Servando tiene un periplo entre México, España, Francia y Los Estados Unidos de Norteamérica por su gran inquietud que oscila entre la obediencia a la Iglesia católica y su razón. Es una persona poco ortodoxa en cuestiones religiosas. Lo que le costará su expatriación en España. Con todo, su espíritu inquieto lo impulsa a escapar una y otra vez y vivir toda una odisea. Empero, las aventuras son cosas inherentes a su propósito fundamental ver libre a México de la sujeción española.
Además de sacerdote fue escritor y político. En todas las áreas que practicó lo hizo de una manera muy notable. Su superior inteligencia no le permitió ser dócil ante ninguna autoridad ni ante ninguna circunstancia. Lo anterior, le trajo muchos problemas durante su vida. No obstante, pocas veces se le ve flaquear. Tenía una voluntad verdaderamente pujante que lo lleva a seguir a pesar de todos los obstáculos y peripecias que se le oponen o avecinan.
Es un nacionalista irredento que culpara a los españoles de todos los males que le ocurren a los mexicanos. Las cosas han cambiado, la identidad nacional ha madurado lo suficiente como para que ya no haya forma de darle marcha atrás a los deseos de independencia. Fray Servando Teresa de Mier sufrirá a manos de los sacerdotes católicos y creo que, eso será un elemento sicológico que dará paso a la transformación de su pensamiento. Al final entiende que para lograr la libertad de la nación mexicana tendrá que participar en la lucha armada y en el momento preciso, en la política.
Así ocurrieron los hechos pero, su oposición a los grandes personajes que ostentan el poder religioso o político lo llevan a pasar una buena parte de su vida en prisión; lo cual aprovecha para escribir lo que será conocido como sus memorias.  También polemiza con un español. Su estancia en Europa, la utiliza para conocer otro tipo de pensamientos y para editar, traducir y hasta para defender al Virrey José de Iturrigaray.
En fin, lo único que me queda decir es, que pocos hombres podemos encontrar en nuestra Historia como Servando Teresa de Mier. Era conocedor profundo de la teología de su tiempo; de la Filosofía y de la Política cosa que uso en la tarea que el mismo se impuso: La independencia de México.


Víctor Hugo Míaz Serrano





FRAY JOSE SERVANDO TERESA DE MIER Y NORIEGA Y GUERRA: UN NACIONALISTA REBELDE.

El haber nacido dentro de una familia adinerada y con poder político le asegura al futuro Fray Servando una educación acorde a su posición. No obstante de ello, pertenece a la clase criolla es, decir le falta un peldaño para esta entre la elite de los todo poderosos. De esta dualidad surgirá uno de los mexicanos más activos por la independencia de México, un pensador poco ortodoxo y un político por momentos ambiguo pero, con el deseo inquebrantable de la libertad nacional.
De la infancia y juventud provinciana de la ciudad de Monterrey pasa en 1780, a la edad de 16 años a estudiar al convento dominico y después al colegio Porta Celi, donde estudia teología y filosofía. Logrado el grado de doctor en teología regresa al convento a dar clases y por algunos años su vida transcurrirá sin mayores sobresaltos y con alguna fama bien ganada. Empero, en 12 de diciembre del año de 1794 durante la celebración del 263 aniversario de la aparición de la Virgen María pronuncia un sermón, en donde pone en tela de juicio la tradición implantada por los españoles con relación a la conquista de la Nueva España, de la misma aparición virginal. Dicho festejo estaba presidido por el virrey Miguel de la Grúa Talamanca, el arzobispo Alonso Núñez de Haro y Peralta y varios miembros de la Real Audiencia de la Nueva España.  El escándalo fue mayúsculo e imperdonable. Fray Servando fue excomulgado, se le quitó su grado de doctor, se le confiscaron sus libros y escritos y fue exiliado a España. A partir de aquí su espíritu rebelde jamás descansará y cuantas veces fue encarcelado cuantas veces escapó.
Su reclusión en España en Caldas fue un sufrimiento constante y decide fugarse, debido al mal trato que recibía por parte de los sacerdotes españoles. No solo es importante el quehacer de Fray Servando en México sino que, en su largo exilio de 22 años, en Europa y en particular en España interviene en la lucha que sostuvieron los españoles en contra de la invasión de los franceses. Es hecho preso por los franceses de quienes escapa. En Francia muestra que es un intelectual inquieto y abre una escuela para enseñar el idioma español, mientras escribe parte de su obra y defiende al virrey José Iturrigaray con quien tiene amistad y recibe la paga por dicha defensa desde su estancia en España. Conoce a Alejandro Humboldt y a otros intelectuales 
Se puede uno imaginar todas las adversidades que tuvo que pasar durante este tiempo, en donde se la pasa, a pesar de todo, en gran actividad política e intelectual. A la vez, lo anterior, le sirve para sus futuras actividades. Por el momento conoce a Francisco Javier Mina y se embarca junto al español rumbo a Los Estados Unidos para de allí partir hacia Soto la Marina. Mina se interna en el territorio mexicano para entrar en batalla. Fray Servando se queda en Soto la Marina donde es capturado y conducido, bajo las más duras condiciones hacia los calabozos de la Inquisición, donde permaneció durante tres años. La convicción que tenía Teresa de Mier lo hizo soportar las degradantes e insalubres condiciones que imperaban en dichas mazmorras. Solo un ser humano dotado mental y físicamente de una fuerza inquebrantable podría haber vivido, sobrevivido y pervivido tal y como él, lo hizo. La época necesitaba sus héroes de carne y hueso y este es, uno de los más destacados. Con sus debilidades y virtudes humanas. Es, para mí como un salmón humano de rara belleza que a contracorriente y sin descanso, va desde la agradable y segura cuna familiar hasta el centro neurálgico de México: Palacio Nacional a mostrarse como un símbolo de interrogación deslumbrante. Y, en virtud de su brillante ropaje no ser entendido por unos y adorado por otros.  
Fray Servando tuvo una doble personalidad: hombre intelectual pero también de acción. Ambas características unidas de manera indisoluble. En razón de lo anterior, siempre y hasta el final de sus días tuvo la percepción de no ser comprendido. A pesar de que fue invitado a vivir en Palacio Nacional por el presidente Guadalupe Victoria. Esta inconformidad es un rasgo que se acentúa en los grandes seres humanos. Quizá más en los intelectuales que en los meros hombres de acción.
Cuatro años vivió en Palacio Nacional con la satisfacción de haber logrado lo humanamente posible. Fue diputado por Nuevo León, sobrevivió a la persecución de Iturbide y a toda persecución y reclusión, tanto aquí como en el extranjero, superó la incomprensión de sus contemporáneos, no en la medida de sus deseos, pero, si en mucho más de lo que las circunstancias parecía se lo permitirían. Fue miembro del Constituyente y presenció la promulgación de la Constitución de 1824.
En sus ideas políticas no se definió claramente por el federalismo o el centralismo, no quiso la monarquía y si la república. Se negó, acertadamente a no darle soberanía a los estados componentes de la federación y tuvo con Ramos Arizpe debates brillantes como legislador.
Su cuerpo fue momificado y después vendido a un italiano. No sabemos el paradero de sus restos pero, su nombre está escrito con letras de oro en el Congreso  Nacional por sus 64 años de lucha ininterrumpida; su niñez y adolescencia para formarse y la otra mitad de su vida en lucha constante por sus convicciones.
Todos morimos pero los grandes hombres viven muchos más allá de su vida física, por sus empresas realizadas que aun hoy día nos parecen imposibles.

VISION HISTORICA DE LA CIENCIA. LA FISICA EN EL RENACIMIENTO.

INDICE

CAPITULO I
I.-EL RENACIMIENTO……….……………………………..………………………4

CAPITULO II
II.- LA FISICA EN EL RENACIMIENTO... ……………………………………........5

CAPITULO III
 III.- TYCHO BRADE……………………………………………………...……..…...5

CAPITULO IV
IV.-JOHANNES KEPLER………………………………………..…….……….......6

CAPITULO V
V.- NICOLAS COPERNICO……………………………….……………………….6

CAPITULO VI
VI.- GALILEO GALILEI……………………………………………………………..6

CAPITULO VII
VII.-SIR ISAAC NEWTON……………….………………………………………....8

CAPITULO VIII
VIII.-CONCLUSIONES………………………………………..…………………...8

INTRODUCCION
Es indudable que la cultura griega, en general, es la cuna de desarrollo de la ciencia que hoy rebosa por sus distintas ramas. Durante cientos de años los filósofos fueron gestando y corrigiendo las ideas, las especulaciones y conceptos sobre filosofía que como madre de todas las ciencias contenía a la medicina, la ética, la dialéctica, la física y todas las demás ramas que serán en el futuro ciencias. Empero, la concepción del sistema solar fue impuesto por Aristóteles con su geocentrismo. Fue una época maravillosa que murió de agotamiento y finalmente debilitada por los fanáticos de la fe católica. Con la pérdida de la biblioteca de Alejandría en el año 390 d. c. supone ya un gran obstáculo en el desarrollo de la ciencia.
Un episodio doloroso lo es, la muerte de Teodoreto, quien exclamo: ¡El dios de los egipcios se había convertido en vivienda de ratones! Siendo muerto por los cristianos. Su cuerpo fue despedazado y su cabeza arrastrada por toda la ciudad de Alejandría a efecto de que sus seguidores vieran ese espectáculo de mal gusto.
Sin embargo, el hecho más estúpido como horrendo lo constituye la muerte de Hipatia quien estudiaba matemáticas, astronomía y filosofía. Su inteligencia estaba a la par de su gran belleza. Los gazmoños cristianos no le perdonaron tanto que fuera inteligente, bella y pagana. Fue muerta en el año de 415 de nuestra era. Fue llevada a una iglesia, desnudada, torturada, muerta y despedazada por una turba de cristianos. Sus restos fueron arrojados a una hoguera.
Finalmente, con la caída del imperio romano en 476 d. c. formalmente se termina también la gran cultura científica iniciada por los griegos, fundamentalmente. Habríamos de esperar la llegada del Renacimiento para volver a usar la razón y darle más vida a la ciencia y en especial a la Física, la cual va a ser el ariete que romperá todas las murallas construidas durante la edad media en contra de la razón y la ciencia. Si alguna época resulta decisiva para un nuevo florecimiento de las ciencias esa es precisamente este bello destello llamado Renacimiento. ¿Renacimiento de qué?, de la cultura griega y romana, es, decir de la razón y la ciencia.

Víctor Hugo Míaz Serrano




EL RENACIMIENTO
El Renacimiento es un movimiento artístico que rompe con la tradición artística de la Edad Media a la cual califica su arte de Bárbaro, después se denominara: Gótico, dicho periodo se inscribe entre los siglos XV y XVI de nuestra era.
Con todo, me interesa destacar que si bien el Renacimiento es esencialmente un movimiento artístico, no se debe soslayar que al traer de vuelta la cultura griega al través del humanismo a la sociedad occidental, se ponía a disposición de los seres humanos todo lo que se había salvado y lo que se pudo rescatar de las culturas griega y romana.
Aristóteles había postulado que ningún cuerpo podía moverse sin que una fuerza motriz actuase sobre el y los filósofos y demás pensadores del Renacimiento no encontraban como refutar tal cosa, a pesar de que ya existían dudas sobre lo dicho por el estagirita.
Antes de 1600 ya existían serias inquietudes por hacer uso de la razón para el desarrollo de la ciencia. Con todo, el uso de la razón se puso de moda con René Descartes (nacido en1597 y muerto en 1650) y pronto los científicos estaban trabajando incansablemente en tratar de descubrir las causas de todos los fenómenos naturales, físicos y de toda índole. El gran mérito que tuvo Descartes fue el de postular para su materia natural extensa, los siguientes principios:
1.- El principio de inercia: nada cambia de su estado primitivo a no ser por un agente exterior que lo mueva.
2.- Una vez puesto un cuerpo en movimiento su trayectoria es siempre la de la línea recta.
3.- El movimiento impreso por un agente exterior a la materia extensa permanece siempre constante, aun en el caso de choque entre varios cuerpos.
Coloco aquí a Cartesius debido a que fue filósofo y por no guardar una línea del tiempo con los que pueden ser considerados como los más importantes astrónomos y de aquella época y con los físicos.
LA FISICA EN EL RENACIMIENTO
Es importante señalar que durante toda la edad media estuvo en boga el modelo geocéntrico que se creía respondía a la concepción del sistema planetario y que había sido postulado por Aristóteles, así también subsistía su idea de que un cuerpo solo podía seguir moviéndose siempre y cuando una fuerza actuara de manera permanente sobre el mismo. Durante este periodo al volverse a rescatar la cultura griega, es, evidente que los científicos tenían conocimientos sobre varias ramas del saber: filosofía, derecho canónico, teología, medicina, economía etc. Y ya no se conformaban con la visión tan estrecha que imponía la Iglesia en todos los ámbitos de la vida.
Antes de la llegada de Galileo Gelilei y Newton debo hacer mención al trabajo de dos grandes científicos de la astronomía: Tycho Brade y Johannes Kepler; lo anterior, dado a que primero se destruyó el sistema geocéntrico de Aristóteles y luego su idea de movimiento.
TYCHO BRADE
Tycho Brade nace en Brujas Bélgica, el 14 de diciembre de 1546 y murió en Praga, el 24 de octubre de 1601. Desde su juventud sintió un deseo genuino de estudiar astronomía. Con todo, sus padres se negaron rotundamente, dado que, en su condición de noble, esperaban, estudiara la carrera de las armas.
A los trece años entro a estudiar en la Universidad de Copenhague y tardo poco en descubrir los errores en las tablas alfonsinas y prutenicas. Tiempo después, descubrió una estrella que estaba fuera del sistema solar en la constelación Casiopea.
En 1577 descubre un cometa y escribe su segunda obra con relación a tal tema. Sus notables descubrimientos lograron despertar el interés de otros científicos. Tuvo como alumno ni más ni menos que al gran Kepler.
Hizo construir el observatorio más grande de su época, al que llamó Stalleborg, es decir, “Castillo de las estrellas”.
Concluyó que eran  cinco los planetas que giraban en torno al sol y que a su vez, este nuevo sistema solar giraba alrededor del sol
JOHANNES KEPLER
Nació en Weil, en 1571 y muere en Ratisbona, ambas poblaciones pertenecientes a Alemania, en 1630. Nació pobre y su vida fue una constante lucha entre la investigación científica y las mortificaciones diarias de la vida. Es el continuador de la labor científica de Tycho Brade, de quien fue discípulo y con la anuencia de la familia de su maestro heredo sus Observaciones. Con las cuales logró  formular y verificar las tres leyes del movimiento planetario conocidas como leyes de Kepler.
Según la primera ley, los planetas giran en órbitas elípticas con el Sol en un foco.
La segunda, o regla del área, afirma que una línea imaginaria desde el Sol a un planeta recorre áreas iguales de una elipse durante intervalos iguales de tiempo.
En otras palabras, un planeta girará con mayor velocidad cuanto más cerca se encuentre del Sol.
                                          NICOLAS COPERNICO
Nace en 1475, muere en 1543, en Polonia. De familia noble que decae cuando muere su padre. Su madre Bárbara ni siquiera puede enviar a sus hijos a la escuela. Más tarde su tío envía a su hermano y al propio Copérnico a la  parroquial de San Juan. A los catorce años decide ser sacerdote. En 1530 Copérnico acabó su gran obra "De revolutionibus" que exponía su teoría heliocéntrica, según la cual el Sol se encontraba en el centro del Universo y la Tierra, que giraba una vez al día sobre su eje, completaba cada año una vuelta alrededor de él y daba base a la teoría de la gravitación universal,
GALILEO GALILEI
Físico y astrónomo italiano Galileo Galilei. Se dice que a los diecinueve años descubrió que, sin importar el peso de las arañas que colgaban en las paredes de la catedral de Pisa, estas hacían las oscilaciones en un periodo igual. Es decir, demostró que sin importar el peso de los cuerpos estos caen a la misma velocidad, contrario a lo que postulaba Aristóteles.
Dedujo que el movimiento uniformemente acelerado era debido a la acción de una fuerza reiterada que lo aceleraba y llego a la conclusión de que, la velocidad es proporcional al tiempo y no al espacio como se creía.
En su libro Discorsi e demostrazioni matemalichi intorno a due scienzie attenenti alla Meccanica, sostiene ya la caída de los cuerpos tal y como la conocemos hoy día; asimismo, perfecciona el principio de inercia, que ya había prefigurado Kepler y que la Teoría de la relatividad ha puesto en boga:
Descubrió montañas y cráteres en la Luna. También observó que la Vía Láctea estaba compuesta por estrellas y descubrió los cuatro satélites mayores de Júpiter
Siguiendo a Copérnico, sostenía que la Tierra giraba alrededor del Sol, lo que contradecía la creencia de que la Tierra era el centro del Universo. Cosa que le trajo la persecución del Santo Oficio que después de juzgarlo hizo que se retractara y se cuenta que a pesar de su congoja, manifestó: Eppur si muove! (¡Y sin embargo, se mueve!).
                                                     SIR ISAAC NEWTON
Hago mención que propiamente ya no es, un físico del Renacimiento, sin embargo, es la culminación de este periodo y considero que no estaría este pequeño trabajo completo sin incluirlo.
Nace en Inglaterra en 1642 y muere en 1727. Al nacer era tan pequeño que se pensó que no lograría sobrevivir, ya sabemos lo que siguió. Además de físico fue filósofo, teólogo, inventor, alquimista y matemático. Se puede ver que todavía poseía el espíritu del Renacimiento, al abarcar diversas ramas del conocimiento.
Con base a los trabajos de Galileo, Newton logra deducir sus tres leyes, mismas por las que es, hoy más conocido:
1.- La ley de la inercia: Todo cuerpo continúa en su estado de reposo o con rapidez uniforme a lo largo de una línea recta a menos que se le obligue a cambiar su estado mediante fuerzas que actúen sobre él.
2.- La aceleración de un objeto es directamente proporcional a la fuerza neta que actúa sobre el e inversamente proporcional a su masa. La dirección de la aceleración se encuentra en la dirección de la fuerza neta aplicada.
3.- Cada vez que un objeto ejerce una fuerza sobre un segundo objeto, el segundo ejerce una fuerza igual y opuesta sobre el primero.
La grandiosidad del trabajo científico de Newton es tal que habría que esperar la llegada de otro gran genio para dar el siguiente paso en la física: Einstein. 
CONCLUSIONES
El Renacimiento es un movimiento artístico que rompe con el arte medieval mediante la puesta en boga del arte griego y que sin embargo, se extiende al campo de la medicina, las matemáticas, la lógica, la filosofía etc., y por cuanto nos interesa aquí, a la astronomía, la física,
El uso de la razón que hasta entonces estaba sometido al dogma religioso se libera y con esto se da reinicio al cultivo de las ciencias que terminan por separase, por fin, de la Filosofía.
La astronomía da el primer gran asalto contra el edificio medieval y se logra derribar la concepción geocéntrica del sistema solar.
La física logra por fin dar respuesta al movimiento de los objetos de manera general, a través de la teoría gravitacional de Isaac Newton, sin perder de vista todo el trabajo científico que lo precedió.
Finalmente, debo hacer mención que todos los científicos de esta época fueron valientes ante tantas adversidades. Tomemos en cuenta que en aquellos tiempos el Santo Oficio estaba al pendiente de cualquier idea que pusiera en peligro lo establecido por la Iglesia y sus métodos sanguinarios estaban prestos a ser puestos en práctica contra cualquier científico sin importar sus logros o fama.



BIBLIOGRAFIA

1.- SAMIT SAMIT, JUAN, HISTORIA DE LAS CIENCIAS, ED. BRUGUERA, 1972, PAGINAS. 111-131.
2.- GIANCOLI C., DOUGLAS, FISICA GENERAL VOLUMEN I, ED. PRENTICE HALL HISPANOAMERICANA S.S., 1984, PAG. 64.
3.- OREA, JAY, FISICA, ED. LIMUSA, PAGINAS 76-78.

DIVISION DE PODERES, PODER DE DIVISION


ENSAYO SOBRE LOS ERRORES EN EL TERMINO “LA DIVISIÓN DE PODERES” Y LA TELEOLOGIA DEL TERMINO “EQUILIBRIO DE PODERES” EN EL TEXTO DE LA CONSTITUCIÓN DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, ASÍ COMO SUS CONSECUENCIAS EN LA VIDA DIARIA DE LA NACIÓN MEXICANA y PROPUESTA DE NUEVA TERMINOLOGÍA Y SU JUSTIFICACIÓN FILOSÓFICA.















BENEMÉRITA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE PUEBLA

















ESCUELA DE FILOSOFÍA







                                         INVIERNO DE DOS MIL ONCE



INDICE



CAPITULO I

1.- LA SOBERANÍA NACIONAL------------------------------------------------------------4

CAPITULO II

2.- CHARLES LOUIS DE SECONDANT, BARÓN DE LA BREDE

 Y DE MONTESQUIEU Y LA DIVISIÓN DE PODERES------------------------------------8

CAPITULO III

3.- TOMAS HOBBES Y SU CRÍTICA DE LA DIVISIÓN DE PODRES--------------------9

CAPITULO IV

4.- JUAN JACOBO ROUSSEAU Y SU CRÍTICA A LA DIVISIÓN DE PODERES-------10

CAPITULO V

5.- FERNANDO TENA RAMÍREZ, SU TERMINOLOGÍA Y EFECTOS-----------------12

CAPITULO VI

6.- LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA Y LA INTERPRETACIÓN

DE LA DIVISIÓN DE PODERES Y TELEOLOGÍA---------------------------------------13

CAPITULO VII

7.- CRÍTICA A LOS TÉRMINOS DIVISIÓN Y EQUILIBRIO DE PODERES-----------14

CAPITULO VIII

8.- PROPUESTA DE TÉRMINOS---------------------------------------------------------15

CAPITULO IX

9.-TELEOLOGÍA DE LOS TÉRMINOS PROPUESTOS----------------------------------16

CAPITULO X

 10.- CONCLUSIONES---------------------------------------------------------------------17





                                            

INTRODUCCIÓN

La vida diaria de los mexicanos es regida por los preceptos y principios jurídicos que están contenidos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en virtud de ser la Norma Suprema del Estado mexicano; de donde se sigue que todos los demás cuerpos jurídicos deben estar en concordancia con ella.

Otra de las cosas que tienen un efecto tremendo en toda la sociedad, lo es, el uso de los términos contenidos en la Constitución General. Más aun, el pueblo quien es el titular de la soberanía, tiene la convicción de que lo contenido en la Constitución Federal es casi sagrado. Por lo que las palabras usadas en este contexto son comunes pero llenas de una fuerza e importancia poco común, aunque se les haya desvirtuado. Tan es así que términos tales como “división de poderes” y “equilibrio de poderes” son de uso consuetudinario, tanto para legisladores al Congreso de la Unión como para los legisladores de los Congresos Estatales sin que estos tengan conciencia de su contenido.

El uso de los términos “división de poderes” y “equilibrio de poderes” se da también por los funcionarios de todos los niveles del órgano ejecutivo; desde el jefe del ejecutivo federal hasta cualquier presidente municipal, pasando por gobernadores y otros funcionarios.

De la misma manera, los funcionarios que conforman el órgano judicial utilizan los mismos términos en el mismo sentido y de manera indiscriminada.

Tanto ha cundido el uso de los términos “división de poderes” y “equilibrio de poderes”, que los diversos medios de comunicación, tanto escritos como de radio, televisión, internet, diarios, revistas jurídicas etc., las usan como divisa de cuño corriente.

Es sorprendente que, juristas, constitucionalistas, estudiosos del derecho, filósofos, teóricos, maestros y autores de libros jurídicos usen dichos términos inconscientemente.

Finalmente, se tiene que hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación acepta la terminología por pura costumbre. Cosa grave a mí entender, toda vez que la construcción de nuevos conceptos filosóficos o jurídicos para el perfeccionamiento de la democracia ha quedado truncada y la razón ha sido desdeñada como rectora de la vida de la nación mexicana, optándose la rigidez y estancamiento del pensamiento.

La democracia como construcción humana no debe detenerse en su perfeccionamiento tanto teórico-jurídico como en su concepción teórico-filosófica ni en su construcción de facto; trataré pues de demostrar que los términos “división de poderes” y “equilibrio de poderes” no son simples términos de cuño corriente y que su corrección es de primera línea para su mejor comprensión y aplicación real.

                                                                               Víctor Hugo Míaz Serrano




CAPITULO I

LA SOBERANÍA NACIONAL

CONTEXTO GENERAL

El ejercicio del poder en las sociedades ha sido un problema que los seres humanos han tratado de enfrentar a efecto de poder convivir de tal manera que el o los que gobiernan no cometan abusos. Sabemos que Aristóteles distinguió claramente tres tipos de gobiernos: la democracia, la aristocracia y la monarquía.

La soberanía popular ha surgido como una necesidad entre los diversos pueblos antiguos; desde los Lacedemonios hasta los romanos, a efecto de crear un sistema político que le de sustento a la relativa libertad de los seres humanos en su convivencia social. Es otra opción de convivencia. El ejercicio de este súper poder buscaba su continente donde florecer. Así, la república aparece como una concepción de la vida social de manera democrática en contraposición al despotismo y la aristocracia. Allí es donde se va a instalar la soberanía y a encontrar su terreno más fértil.

Mas no iba a ser tan fácil la implantación y crecimiento de la soberanía nacional tal y como la conocemos ahora. Habrían de pasar siglos de ensayos y errores, precedidos de enormes esfuerzos teóricos para que se lograra dar el paso definitivo hacia la implantación de las repúblicas democráticas. Ahora bien, el ejercicio de la soberanía popular siempre ha tenido un gran costo en vidas humanas. Los déspotas y los aristócratas son acérrimos enemigos de las repúblicas democráticas, aun hoy día.

Pasaron cientos de años antes de que la revolución francesa instalara a la república democrática como el modelo donde los ciudadanos podrían ejercer su voluntad de manera conjunta para el buen funcionamiento del Estado. Si todos los ciudadanos concurren y ceden su voluntad individual para crear un súper poder que pudiera delegarse en tres órganos y que los mismos no dejaran que uno de ellos pudiera anular a los otros dos.

Es evidente que el sistema político mexicano está en crisis y los políticos no encuentran la salida al laberinto de confusiones y posiciones ideológicas y de intereses. Tratare de sustentar tal aseveración y dar una posible solución al problema del lenguaje en nuestra Constitución General. Sospecho que la mayoría de los legisladores no tienen idea clara de lo que afirman con relación a la “división de poderes” y “equilibrio de poderes”.

Durante el largo tiempo en que el partido oficial y único detento el poder la “división de poderes” prácticamente no existió y por ende el “equilibrio de poderes” fue también una ficción. En lo formal México era un Estado democrático, en la realidad era una especie de Estado despótico enmascarado con el barniz de la retórica. El presidencialismo estuvo durante décadas vigente. En consecuencia no existía conflicto alguno que pudiera detener la marcha del Estado mexicano en la actuación del ejecutivo federal. El presidente era el actor principal para bien o para mal. Entornándose la segunda opción sobre la vida pública de los mexicanos. Con la apertura que obtiene la sociedad en general se logra que surjan partidos con visión diferente a la oficial. Los diversos partidos políticos ganan gubernaturas y el partido una vez oficial, pierde la capital de la república, centro neurálgico del pensamiento y vida de los mexicanos. Asimismo, la cámara de senadores y la cámara de diputados al Congreso de la Unión, se componen de fracciones de legisladores de otros partidos diferentes al oficial. En los Estados los Congresos también se diversifican. Así las cosas, en el año dos mil el partido oficial pierde la presidencia de la República. Aquí las cosas se ponen interesantes. Ahora si tendrá que haber diversos intereses, formas de ver la cosa pública y la democracia inicia un nuevo derrotero. El presiente ya no será el todo poderoso. La actividad política se enriquece (no como es deseable) y las viejas pugnas entre la derecha y la izquierda se levantan nuevamente. Desde la época del Benemérito de las Américas, Benito Juárez, no se había dado un choque de posiciones entre estas dos posiciones ideológicas. Basta recordar lo que le coreaban a Fox ¡Juárez, Juárez!. A mi entender, era signo de oposición política e ideológica dado que los gobernantes de derecha jamás han querido que el pueblo tenga la soberanía.

En este nuevo contexto se van a seguir utilizando los términos “división de poderes” y “equilibrio de poderes”. Ya no hay un tlatoani que dirija todas las fuerzas políticas y por ende la cosa pública.

En la vida diaria se encuentra uno con declaraciones tales como “división de poderes” y “equilibrio de poderes”. ¿Qué significa esto a la luz de la razón, la lógica y la Filosofía?. Por otro lado ¿Qué significan los términos “división de poderes” y “equilibrio de poderes” en el contexto de la Constitución General de la República?, ¿Sigue siendo válida y suficiente la teleología de los términos “división de poderes” equilibrio de poderes” en la realidad actual?.  Desde que Charles Louis de Secondant, barón de la Brede y de Montesquieu, construyó la teoría de la “división de poderes” no se ha construido a cabalidad una justificación sobre dicha fragmentación de la soberanía y el ser humano tan solo se ha limitado a aceptar este postulado. Tomas Hobbes y Juan Jacobo Rousseau criticaron esta falacia llamada “división de poderes”. Analizando estos términos por separado, trataremos de demostrar que tales términos son inapropiados, errores desafortunados y motivo de entuertos y malos entendidos. Es increíble que los estudiosos del derecho, de la ciencia política, de la filosofía del derecho etc., etc., no hayan actualizado la teoría sobre la democracia y se limiten a repetir hasta la saciedad estos errores. Veamos que entienden los comentaristas constitucionales, constitucionalistas, estudiosos del derecho y hasta la propia Suprema Corte de Justicia de la Nación por “división de poderes”, a la luz del texto constitucional que, a mi entender es la fuente del error. Veamos que desde la independencia de México y específicamente en la Constitución de 1824 se adopta la soberanía popular e inmediatamente se divide. ¿Es voluntad del pueblo crear tres soberbias?, no, a mi entender. Sin embargo ya veremos la génesis de este equivoco.

Constitución de 1824

TITULO II

Sección única. De la forma de gobierno de la nación, de sus partes integrantes y la división del Supremo Poder.

Artículo 6.- Se divide el supremo Poder de la Federación para su ejercicio en Legislativo, Ejecutivo y Judicial

TITULO III. Del Poder Legislativo.

TITULO IV. Del supremo Poder Ejecutivo de la federación.

TITULO V. Del Poder Judicial de la federación.

Es claro que en la constitución de 1824 se plasmaron los términos “Supremo Poder de la federación”, “Legislativo, Ejecutivo y Judicial” sin haberse dado cuenta de los errores plasmados y que en realidad existían tres órganos fundamentales para ejercer la soberanía popular. Por el contrario, se utilizó la palabra “divide”, fuente de este equivoco entendible para ese tiempo tan agitado y que, por ende, no dejaba pensar y analizar con la calma debida dichos términos.

La Constitución de 1857 se volvió a cometer el mismo error, a pesar de haber ya pasado treinta y tres años. Por aquellos tiempos el Estado mexicano en su totalidad pasaba por tiempos muy agitados. Conservadores y Liberales se disputaban el poder. Juárez es, la máxima figura política. Pasemos a ver dicho error.

Constitución de 1857

TÍTULO II.

SECCIÓN I. DE LA SOBERANÍA NACIONAL Y DE LA FORMA DE GOBIERNO.

Artículo 39.- La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo, y se instituye para su beneficio. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno.

Artículo 40.- Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una República representativa, democrática, federal, compuesta de Estados libres y soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior, pero unidos en una federación establecida según los principios de esta ley fundamental.

Artículo 41.- El pueblo ejerce su soberanía por medio de los poderes de la Unión en los casos de su competencia, y por los de los Estados para lo que toca a su régimen interior, en los términos respectivamente establecidos por esta Constitución federal y las particulares de los Estados, las que en ningún caso podrán contravenir a las estipulaciones del pacto federal.

Van a pasar cincuenta años y el concepto de “división de poderes” va a continuar, ya que la Constitución de 1917 seguirá la tradición de consentir y cometer los mismos errores. Demos una mirada a la parte normativa que nos ocupa.

Constitución de 1917

TITULO SEGUNDO

CAPITULO I. De la soberanía nacional y de la forma de gobierno.

Artículo 39. La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de este. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno.

Artículo 40. Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una república representativa, democrática, federal, compuesta de estados libres y soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior; pero unidos en una federación establecida según los principios de esta ley fundamental.  

Artículo 41. El pueblo ejerce su soberanía por medio de los poderes de la unión, en los casos de la competencia de estos, y por los de los estados, en lo que toca a sus regímenes interiores, en los términos respectivamente establecidos por la presente constitución federal y las particulares de los estados, las que en ningún caso podrán contravenir las estipulaciones del pacto federal.

El artículo 49 de nuestra Carta Magna 

Artículo 49. El supremo poder de la Federación se divide para su ejercicio en legislativo, ejecutivo y judicial.

No podrán reunirse dos o más de estos poderes en una sola persona o corporación, ni depositarse el legislativo en un individuo, salvo el caso de facultades extraordinarias al ejecutivo de la Unión, conforme a lo dispuesto en el artículo 29. En ningún otro caso, salvo lo dispuesto en el segundo párrafo del artículo 131, se otorgaran facultades extraordinarias para legislar.

Vemos que el texto constitucional contiene en diversos artículos, capítulos y títulos la frase “Poderes de la Unión”, misma que proviene de la teoría de Montesquieu en su obra: Del espíritu de las leyes en donde propone: “la división de poderes” y sus bases filosóficas. Ahora bien, han pasado otros noventa y cuatro años y aún, seguimos utilizando estos mismos errores conceptuales. Me parece que es tiempo de dejar esta teoría que aunque magnifica se le debe dar otro rumbo, acorde con nuestros tiempos. Tengo en cuenta que somos un pueblo tradicionalista desde hace cientos de años en lo relativo a nuestra forma de gobierno. En efecto, desde los tiempos prehispánicos hemos tenido gobiernos con una estructura piramidal. La Colonia tuvo un gobierno piramidal, aunque caótico. El México independiente también ha tenido gobiernos piramidales, llámese como se llamen dicho gobiernos. Setenta años de gobierno piramidal de un solo partido parece que no nos han bastado para querer ser libres. Para vivir en una sociedad horizontal en donde se tenga una sociedad viviendo ya no con una estructura piramidal sino horizontal. Buscamos, quizá inconscientemente, quien o quienes nos dirijan, aunque barruntemos lo contrario.

Bien, empezare por tratar de aclarar un poco la historia de la teoría de la democracia.

CAPITULO II

MONTESQUIEU

Es evidente que para su época (1748) el término “división de poderes” fue un gran avance en la teoría de la democracia y tenía la finalidad de no dejar el ejercicio de la soberanía, de ese súper poder en manos de una sola persona o en unas cuantas personas o una sola corporación. Con todo, debemos decir que la democracia es una construcción humana que conlleva tantos los errores como las virtudes de nuestra especie. Es evidente que la soberanía es una e indivisible. Sería erróneo pensar que la soberanía puede dividirse y poder seguir sirviendo a una determinada nación en su teleología de funcionalidad.

Como gran admirador de la Constitución inglesa, Montesquieu expone su clásica concepción de cómo debe ejercerse la soberanía en una república democrática. Así, vemos que en el capítulo VI del libro undécimo: De la constitución de Inglaterra.

En cada Estado hay tres clases de poderes: el poder legislativo, el poder ejecutivo de las cosas relativas al derecho de gentes, y el poder ejecutivo de las cosas que dependen del derecho civil.

En otro párrafo del mismo capítulo dice: “Los otros dos poderes, esto es, el legislativo y el ejecutivo…”.

Esta es la fuente de donde proviene el texto de nuestra constitución general  que nos ocupa y de las repúblicas democráticas, en general. Aquí, solo tratare la carta magna mexicana que es la que me ocupa.

La constitución de 1917 postuló desde su nacimiento la “división de poderes”, creando un equívoco que se ha repetido hasta el infinito con resultados nefastos que solo ha beneficiado a los funcionarios públicos que forman parte de los órganos judicial, ejecutivo y legislativo.   

No se trata aquí de otra cosa sino de enmendar los equívocos conceptuales y por ende, tratar de hacer política a favor de la nación mexicana y entiéndase bien: tratar. El éxito o no de lo aquí propuesto no está en manos del autor de este sencillo ensayo, está en la sociedad misma y en los políticos.

A diario se escuchan en todos los medios de comunicación las frases “división de poderes”, “poder soberano”, “poderes de la Unión” “los tres poderes”  y hasta en los Congresos de los Estados y Tribunales Superiores de Justicia de los Estados se estila decir con dejo de profundidad: Honorable Poder Judicial.

No hemos analizado a fondo los efectos que tiene mantener los términos “división de poderes” y “equilibrio de poderes”, la critica que hacen Juan Jacobo Rousseau y Tomas Hobbes no es errada, por el contrario vieron lo que ello significaba y sus consecuencias. Aquí las expongo para la consideración de los lectores a efecto de que juzguen por sí mismos.

CAPITULO III

TOMAS HOBBES

Nuestro autor es claro y preciso al no admitir que la soberanía pueda ser dividida so pena de que ese súper poder deje de serlo y se trastoque en un poder simple. Me pregunto por qué si desde hace cientos de años ya se descubrió que la soberanía es una, seguimos dividiéndola y como consecuencia complicándonos la vida. Sospecho que es nuestra natural propensión a la tradición a tener gobiernos piramidales. Hace falta hacer la historia del o de los tipos de gobiernos en nuestra historia. Va el texto de nuestro genial autor.

Existe una sexta doctrina y llanamente contraria a la esencia de un Estado: según ella el soberano poder puede ser dividido. Ahora bien, dividir el poder de un Estado no es otra cosa que disolverlo, porque los poderes divididos se destruyen mutuamente uno a otro. En virtud de estas doctrinas los hombres sostienen principalmente a algunos que haciendo profesión de las leyes tratan de hacerlas depender de su propia enseñanza, y no del poder legislativo.

Tan falsa doctrina, así como el ejemplo de un gobierno diferente en una nación vecina, dispone a los hombres a la alteración de la forma ya establecida. Así, el pueblo de los judíos fue impulsado a repudiar a Dios reclamando al profeta Samuel un rey semejante al de todas las demás naciones. Así, también, las ciudades menores de Grecia, estaban constantemente perturbadas con sediciones de las facciones aristócratas y demócratas; una parte de los Estados deseaba imitar a los lacedemonios; la otra, a los atenienses. Yo no dudo de que muchos hombres hayan considerado los últimos disturbios en Inglaterra como una imitación de los países bajos; suponían que para hacerse ricos no tenían que hacer otra cosa sino cambiar, como ellos lo  habían hecho, su forma de gobierno. En efecto la constitución de la naturaleza humana propende por si misma a la novedad. Por tanto, cuando resulta estimulada en el mismo sentido por la vecindad de quienes se han enriquecido por tales medios, es casi imposible no estar de acuerdo con quienes solicitan el cambio y aman los primeros principios, aunque les desagrade la continuidad del desorden; como quienes habiendo cogido la sarna se rascan con sus propias uñas, hasta que no pueden resistir más.

Del mismo modo que han existido doctores que sostienen la existencia de tres espíritus en el hombre, así también piensan algunos que existen, en el Estado espíritus diversos (es decir diversos soberanos), y no uno solo, y establecen una supremacía contra la soberanía; cánones contra leyes y autoridad eclesiástica contra autoridad civil, perturbando las mentes humanas con palabras y distinciones que por sí mismas nada significan, pero que con su oscuridad rebelan que en la oscuridad pulula como algo invisible otro reino nuevo, algo así como un reino fantástico. Teniendo en cuenta que, evidentemente, el poder civil y el poder del Estado son la misma cosa, y que la supremacía y el poder de hacer cánones y de otorgar grados incumbe al Estado, se sigue que donde uno es soberano, otro es supremo, donde uno puede hacer leyes otro, otro hace cánones siendo preciso que existan dos Estados para los mismos súbditos, con lo cual un reino resulta dividido en si mismo y no puede subsistir. Por otra parte, a pesar de la distinción insignificante de temporal y espiritual, siguen existiendo dos reinos y cada súbdito está sujeto a dos señores. El poder eclesiástico que aspira al derecho de declarar lo que es pecado, aspira como consecuencia, a declarar lo que es ley (el pecado no es otra cosa que la transgresión de la ley); a su vez, el poder civil propugna por declarar lo que es ley, y cada súbdito debe obedecer a dos dueños, que quieren ver observados sus mandatos como si fueran leyes, lo cual es imposible. O bien, si existe un reino, el civil, que es el poder del Estado, debe subordinarse al espiritual, y entonces no existe otra soberanía sino la espiritual; o el poder espiritual debe estar subordinado al temporal, y entonces no existe supremacía sino en lo temporal. Por consiguiente, si estos dos poderes se oponen uno a otro, forzosamente el Estado se hallara en gran peligro de guerra civil y desintegración. En efecto, siendo el poder civil más visible, y estando sometido a la luz mas clara de la razón natural, no puede escoger otra salida, sino atraerse, en todo momento, una parte muy considerable del pueblo. Aunque la autoridad espiritual se haya envuelta en la oscuridad de las distinciones escolásticas y de las palabras enérgicas, como el temor del infierno y de los fantasmas es mayor que otros temores, no deja de procurar un estímulo suficiente a la perturbación y, a veces, a la destrucción del Estado.

A veces también, en el gobierno meramente civil existe más de un alma por ejemplo, cuando el poder recaudar dinero (que corresponde a la facultad nutritiva) depende de una asamblea general, quedando el poder de dirección y de mando (que es la facultad motriz) en poder de un hombre y el poder de hacer leyes (que es la facultad racional) en el consentimiento occidental no solo de esos dos elementos, sino acaso de un tercero. Esto pone en peligro al Estado, a veces por la falta de respeto a las buenas leyes, pero en la mayoría de los casos por falta de aquella nutrición que es necesaria a la vida y al movimiento. En efecto, aunque pocos perciban que ese gobierno no es gobierno, sino división del Estado en tres facciones y le denominen monarquía mixta, la verdad es que no se trata de un Estado independiente sino de tres facciones independientes; ni de una persona representativa sino de tres. En el reino de Dios puede haber tres personas independientes sin quebrantamiento de la unidad en el Dios que reina; pero donde reinan los hombres esto se halla sujeto a diversidad de opiniones y no puede subsistir así. Por consiguiente, si el rey representa la persona del pueblo, y la asamblea general también la representa, y en otra representa a la persona de una parte del pueblo, no existe en realidad una persona ni un soberano sino tres personas y tres soberanos distintos.

Creo que agregarle algo atentaría contra el autor, dado que el texto es claro. No me queda más que agregar que el pueblo al ser el titular de la soberanía al votar por los funcionarios que ejercerán la soberanía o bien, que por ministerio de ley la ejercen, no les delegan nunca la potestad soberana sino solo la autoridad para ejercer ese súper poder. Se colige que el pueblo soberano jamás pierde el control de su soberanía ya que en caso contrario podría suceder que nunca más lograra recuperar ese poder extraordinario, quedando el pueblo tan indefenso ante los funcionarios públicos. En efecto, sin ese súper poder no habría forma de enmendar los errores y abusos de los que gobiernan.

CAPITULO IV

JUAN JACOBO ROUSSEAU

La visión y postura del ginebrino con relación a la soberanía es incontrovertible al aseverar que esta no se puede dividir de manera alguna, esto queda corroborado en su Libro II, capitulo II, La soberanía es indivisible:

La soberanía es indivisible por la misma razón que es inalienable; porque la voluntad es general, o no lo es; la declaración de esta voluntad constituye un acto de soberanía y es ley; en el segundo, no es sino una voluntad particular o un acto de magistratura; un decreto a lo más.

Pero nuestros políticos, no pudiendo dividir la soberanía en principio, la dividen en sus fines y objeto: en fuerza y voluntad, en poder legislativo y en poder ejecutivo, en derecho de impuesto, de justicia y de guerra; en administración interior y en poder de contratar con el extranjero, confundiendo tan pronto estas partes como tan pronto separándolas. Hacen del soberano un ser fantástico formado de partes relacionadas, como si compusieran un hombre con miembros de diferentes cuerpos, tomando los ojos de uno, los brazos de otro y las piernas de otro. Según cuentan los charlatanes del Japón despedazan un niño a la vista de los espectadores, y arrojando después al aire todos sus miembros uno tras otro, hacen caer la criatura viva y entera. Tales son, más o menos, los juegos de cubilete de nuestros políticos: después de desmembrar el cuerpo social con una habilidad y un prestigio ilusorios, unen las diferentes partes no se sabe cómo.

Este error proviene de que no se han tenido nociones exactas de la autoridad soberana, habiendo considerado como partes integrantes lo que solo eran emanaciones de ella. Así, por ejemplo, el acto de declarar la guerra como el de celebrar la paz se han calificado como actos de soberanía; lo cual no es cierto, puesto que ninguno de ellos es una ley sino una aplicación de la ley, un acto particular que determina la misma, como se verá claramente al fijar la idea que encierra este vocablo. 

Observando asimismo las otras divisiones, se descubrirá todas las veces que se incurre en el mismo error; es la del pueblo o la de una parte de él. En el primer caso, los derechos que se toman como partes de la soberanía, están todos subordinados a ella, y suponen siempre la ejecución de voluntades supremas.

No es posible imaginar cuanta oscuridad ha arrojado esta falta de exactitud en las discusiones de los autores de derecho político, cuando han querido emitir opinión o decidir sobre los derechos respectivos de reyes y pueblos, partiendo de los principios que habían establecido. Cualquiera puede convencerse de ello, al ver en los capítulos I y IV del primer libro de Grotio, como este sabio tratadista y su traductor Barbeyrac se confunden y enredan con sus sofismas, temerosos de decir demasiado o de no decir lo bastante según su entender, y de poner en oposición los intereses que intentan conciliar. Grotio descontento de su patria, refugiado en Francia y deseoso de hacer la corte a Luis XIII, a quien dedico su libro, no economizó medio alguno para despojar a los pueblos de todos sus derechos y revestir con ellos, con todo el arte posible, a los reyes. Lo mismo hubiera querido hacer Barbeyrac, que dedicó su traducción al rey de Inglaterra Jorge I, pero desgraciadamente, la expulsión de Jacobo II, que él califica de abdicación, le obligo a mantenerse en la reserva, a eludir y a tergiversar las ideas para no hacer de Guillermo un usurpador. Si estos dos escritores hubieran adoptado los verdaderos principios, habrían salvado todas las dificultades y habrían sido consecuentes con ellos, pero entonces habrían tristemente dicho la verdad y hecho la corte al pueblo. La verdad no lleva a la fortuna, ni el pueblo da embajadas, cátedras ni pensiones.

Procedo de la misma manera que con Hobbes y digo que ya se vio que la soberanía es inalienable, imprescriptible y que el pueblo solo otorga autoridad para el ejercicio mismo de la soberanía pero nunca delega, ni siquiera temporalmente, su potestad soberana.

CAPITULO V

FERNANDO TENA RAMIREZ

El maestro Fernando Tena Ramírez en su obra  “Derecho Constitucional”, manifiesta que una vez ejercida la soberanía por el pueblo, está ya no radica en él, ni en los órganos ni en los que gobiernan sino en la constitución. Cosa que a mi parecer complica las cosas dado que se le asigna la soberanía a un cuerpo de normas que es nada menos que la norma de normas de donde emana la vida pública de los mexicanos. En este caso cabe preguntarnos ¿es acertado otorgar la soberanía a nuestra constitución, cosa inanimada?. Con todo, en la misma Carta Magna se afirma que la soberanía reside esencial y originariamente en el pueblo, añadiendo que la misma es inalienable e imprescriptible. De allí colijo que el titular de la soberanía lo es, el pueblo.

Por otro lado, el maestro Fernando Tena Ramírez, sigue la tradición impuesta por Montesquieu en los términos “división de poderes”, sin poner en duda su validez. Esto me lleva a pensar y llegar a la conclusión de que a nuestros intelectuales no les interesa el cambio. Siguen el dogma de la enseñanza: difundir los conocimientos sin crítica alguna. En efecto, también la enseñanza cumple la función de control social. Allí donde no se duda y critica reina el dogma y el utilitarismo.

De la misma manera, se sigue que si la soberanía nacional es inalienable, es decir, que no se puede transmitir o vender se arriba a la conclusión de que no es posible que la soberanía este en nuestra constitución o en los servidores públicos que ejercen el poder.

A mayor abundancia se tiene que la soberanía es, también imprescriptible, es decir, que en todo momento es el pueblo quien tiene la potestad de cambiar su forma de gobierno.

Del latín inalienabĭlis, inalienable es aquello que no se puede enajenar (es decir, que no se puede pasar o transmitir a alguien el dominio de algo). Lo inalienable, por lo tanto, no puede venderse o cederse de manera legal.

Ahora bien, no es la responsabilidad sola del maestro Tena Ramírez sino de todos los ciudadanos que no nos atrevemos a poner nuestros conocimientos a favor de nuestra nación. Cada uno en el ámbito de nuestro radio de acción.

CAPITULO VI

LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA

La expresión “división de poderes” aún se emplea porque ha adquirido carta de naturalización en la doctrina y en la vida constitucional de muchos países. Por lo demás, como principio de Filosofía Política ha conservado su teleología, a tal grado que el derecho constitucional contemporáneo se ha preocupado por mantenerlo en vigor, a través de la creación de tribunales constitucionales, por ejemplo.

Siendo como lo es, que la suprema Corte de Justicia de la Nación, es el máximo tribunal interpretador de nuestra Constitución, es, lamentable que siga una tradición lisa y llanamente. Es de suponerse que al interpretar los diversos artículos constitucionales, los integrantes de la Suprema Corte, utilizan todas las herramientas, tales la hermenéutica y usan toda su inteligencia para dar la mejor respuesta con relación a las intenciones de los legisladores. Con todo, es evidente que no le han dado la mínima importancia al término “división de poderes”.

Es claro que, quienes detentan el poder no tienen en su proyecto la idea del cambio. Solo cuando las cosas cambian y en este caso, los conceptos “división de poderes” y “equilibrio de podres”, en el ejercicio de la soberanía popular puede el pueblo avanzar en su democracia. Los diversos gobiernos y otros poderes facticos tales como los caciques, iglesia católica u otras, temen al cambio porque eso les representa el peligro de perder sus privilegios. En efecto, la falta de cambio es, el marco donde las instituciones, gobiernos, u otros cuerpos institucionales se sienten a gusto. Véase como en la Edad Media los dogmas son los fundamentos de la vida. En México hemos vivido regidos por dogmas aunque se diga lo contrario.

La suprema Corte de Justicia en su carácter de institución emanada del Estado cubre la función de “estabilizadora”, es decir, instrumento de estancamiento de la democracia y sostenedora del Status Quo. En este caso, con relación a la interpretación dogmática y tradicionalista del término “división de poderes”.

Es muy elocuente como la suprema Corte de Justicia es, unas veces vanguardista y las más, conservadora. Deseamos que esta institución nos salve como nación de la arbitrariedad de nuestros gobernantes pero eso casi no se ve. Está a merced de los intereses de los gobernantes corruptos y de los intereses de los poderosos económicamente. El sentir acertado del pueblo es que es un tribunal obsoleto. Eso lo confirman la mayoría de sus integrantes. Tienen ideas muy añejas.

Es, la sociedad civil, la que debe ser el elemento dinámico dentro del Estado mexicano que proponga e impulse nuevos conceptos, términos y teorías que contribuyan positivamente en su convivencia y bienestar social.

CAPITULO VII

CRÍTICA

Es evidente que desde la creación y la adopción, del término “división de poderes”, esta, no es afortunada del todo. Esto ya lo habían visto tanto Tomas Hobbes como Juan Jacobo Rousseau en sendas críticas que hacen al término que aquí nos ocupa. Mantener esta terminología en la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos, es a mi manera de ver no solo un error gramatical, por más que se argumente que la teleología del término “división de poderes” se mantiene intacta. El lenguaje es una herramienta que el ser humano utiliza para comunicar ideas y su empleo a mayor claridad corresponde una mentalidad más refinada que conlleva a tener la opción de un camino recto en la vida diaria. En consecuencia, nuestra carta magna debe ser depurada de las palabras ambiguas o equivocas en beneficio de la nación mexicana, fuente de la soberanía nacional. La cosa pública se vería desatada de entuertos y equívocos. Ahora bien, se debe notar claramente que el pueblo al elegir a los funcionarios públicos que ejercerán la soberanía solo delega la autoridad nunca la potestad soberana.

El Estado es una creación ficticia del ser humano pero, para su funcionamiento necesita de una buena conformación de sus partes que son efectos del poder soberano mas no sus causas. Es decir que hemos estado viviendo de manera contraria a lo que se llama democracia, si por ello entendemos que la voluntad popular sea la rectora de la vida pública. Por el contrario vemos que en cada estadio de nuestra historia siempre ha habido una capa social que nos gobierna arbitrariamente sin toma en cuenta al pueblo. Y, ya sabemos que nunca habrá honorabilidad en la arbitrariedad.

A mí me parece que hay en toda nuestra tradición democrática una constante de estancamiento, de repetición sin razón de conceptos, ideas y conductas. Esto no significa que las cosas se hayan quedado totalmente quietas. Hemos avanzado pero, siempre que nos comparamos a otras democracias más avanzadas y miramos nuestro lamentable estado, nos damos cuenta que ni siquiera hemos avanzado en el mínimo razonable. Es evidente que los gobernantes nunca han querido la democracia y por eso no hay cambio. La constante en la nación mexicana para mejorar su vida debe ser el cambio razonado.

Todo lo que cambia se nos presenta como nuevo sin serlo, vigoroso y digno de quererse. En nuestro caso, tenemos la idea de que hemos avanzado cuantitativa y cualitativamente en nuestra democracia. Con todo, hemos visto que seguimos viviendo con la idea de la “división de poderes” desde 1824 con la promulgación de la Constitución de ese año. Sin embargo, tenemos una larga tradición de gobiernos piramidales desde todos nuestros antepasados. ¿Es posible cambiar tal estado de cosas?, sí. Lo contrario sería un determinismo a ultranza.

Ahora es posible preguntarnos ¿son los estados integrantes del pacto federal, soberanos?, no, porque entonces se nos multiplican los soberanos y el resultado no puede ser otra cosa que el caos. ¿No es, esta nuestra situación?. Me parece que terminaríamos con muchos problemas innecesarios. Si ahora los gobernadores se han vuelto abusivos en sus administraciones. Aquí tenemos una propuesta de solución. Al quitarles el carácter de soberanos el pueblo ganaría control sobre las acciones de sus gobernadores.

CAPITULO VIII

PROPUESTA DE TÉRMINOS

Todo nuevo planteamiento teórico filosófico le corresponde proponer los términos a utilizar y que tiendan a dar claridad a lo aseverado. En consecuencia, propongo que en lugar de “tres poderes” se utilice “tres órganos”. Utilizo esta expresión dado que clarifica cuales son los componentes del Estado que ejercen la soberanía popular y evita dar vida a tres falsos soberanos: el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial.

En lugar de “división de poderes” se use la expresión “ejercicio de la soberanía”. Me parece que es más afortunada esta última en virtud de que se evita la disgregación de la unidad y la mantiene en su verdadera concepción benéfica para la nación mexicana.

Cambiar la frase “equilibrio de poderes” por “concurrencia de órganos”.  Utilizo la frase “concurrencia de órganos” debido a que equilibrio de poderes tiene una connotación de antagonismo y eso podrá ser en el caso de la búsqueda del poder pero los gobernantes no deben tener antagonismo dado que ello llevaría al desorden entre los órganos y sus efectos los padecería la nación entera. Lo anterior, no deja de conllevar un equilibrio pero no de poderes sino de los órganos que ejercen la soberanía nacional.

CAPITULO IX

TELEOLOGIA DE LOS TÉRMINOS

El término “tres órganos”, no tiene otro fin que el de hacer notar claramente que no hay “tres poderes soberanos” y por el contrario, su fin es, el de mostrar la unidad que debe de haber con relación a la soberanía popular. Con esto, se evita la disgregación de la soberanía y se gana en mucho la claridad sobre quien es, el titular originario de este súper poder, además de que se mantiene que el mismo es, imprescriptible e inalienable.

El término “concurrencia de órganos”, tiene como finalidad el de mostrar que el buen funcionamiento en armonía de los órganos ya sean dos o los tres, cuando así se requiera, es fundamental para el buen funcionamiento del Estado para la consecución de los fines del mismo.

La expresión “ejercicio de la soberanía” tiene como finalidad el de evitar que se mantenga la falacia de que existen tres órganos soberanos en franca rivalidad.

Asimismo, busco que la vida nacional ya no se base en un gobierno de tipo piramidal y pasemos a una vida de tipo horizontal donde el ciudadano sea, en verdad el titular de derechos en la cosa pública. Esto no se hará de un día para otro claro está.

CAPITULO X

CONCLUSIONES

1.- La teoría política de Montesquieu fue y es, un gran avance para la construcción de la democracia.

2.- Los mexicanos hemos adoptado la democracia como forma de gobierno.

3.- Sin embargo, la democracia en México solo lo es, formal.

4.- Creo que es, tiempo de cambiar los conceptos de “división de poderes” y “equilibrio de poderes” por las razones dadas.

5.- Propongo como nuevos términos “tres órganos” y “concurrencia de órganos” por lo ya señalado.

6.- Propongo la expresión “ejercicio de la soberanía”.

7.- Es la hora de la definición política de los mexicanos. Tenemos la oportunidad de lograr dar un avance significativo a nuestra vida en la democrática o por el contrario seguiremos barruntando nuestra mala suerte, nuestra mala condición social, política, económica y vital.

8.- Tenemos la oportunidad de cambiar el razonablemente lamentable estado de cosas que nos mantienen en la pobreza intelectual, cultural, política económica etc.

9.- Al empezar a ver los errores que contiene nuestra Carta Magna nos debe llevar a seguir proponiendo y corrigiendo esos desatinos. Así, de esta primera mirada se sigue que los estados integrantes de la nación mexicana no pueden ser soberanos.

10.- Se debe devolver el ejercicio de la soberanía a los ciudadanos, ya que jamas le otorgan la potestad soberana a los funcionarios publicos sino solo la autoridad. 









BILBLIOGRAFIA.

1.- CONSTITUCIÓN GENERAL DE LA REPÚBLICA

2.- DEL ESPÍRITU DE LAS LEYES

CHARLES LOUIS DE SECONDANT, BARÓN DE LA BREDE Y DE MONTESQUIEU.

3.- EL LEVIATHAN

TOMAS HOBBES

4.- EL CONTRATO SOCIAL
                                                       
JEAN JAQUES ROUSSEAU

5.- DERECHO CONSTITUCIONAL

FERNANDO TENA RAMIREZ

6.- DIVISIÓN DE PODRES: SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN

UNAM, INSTITUTO DE INVESTIGACIONES JURÍDICAS, 2005, 132 P.