viernes, 29 de marzo de 2013

SEMANA SANTA Y LA RAZÓN NATURAL





El grado de sometimiento de un pueblo se puede medir por  el grado de ignorancia del mismo. Como derivado de la ignorancia súmesele las tradiciones huecas que practica. En México la Semana Santa se practica por tradición hueca, sin sentido e inútil para el progreso. Las tradiciones son fruto del uso de la razón natural que no logra comprender más allá de lo material. La fantasía se desborda en las tradiciones y se deja la razón artificial, esa que va más allá de lo mero factual.

Recuerdo que en mi infancia tuve unos vecinos cuyos padres eran muy religiosos y los hacían realizar la práctica diaria de los ritos religiosos. Misa en la mañana y tarde. En Semana Santa se desbordaban en la fe. Recuerdo que mis vecinos eran los favoritos para fungir como monaguillos y para recoger las limosnas. Rezaban con tanto fervor que un lienzo pintado por un pintor de época haría pensar a los observadores una escena de fervor celestial. En apariencia todo estaba bien. No obstante, esto no era más que la fachada. En realidad mis vecinos eran todo lo contrario de lo que aparentaban. Por mi parte solo los observaba. Recorrer la iglesia y ver lo humano me llevó a la conclusión de que las estatuas eran solo forma sin contenido y que el contenido era la vida de mis vecinos y demás amigos.

Durante toda mi niñez tuve que convivir con mis vecinos. Las cosas siguieron sin variar hasta el sexto año de primaria que curse en una ciudad mediana y llena de novedades y más amplia en criterio. Mi acercamiento hacia la ciencia refirmo mi determinación de seguir ese camino mientras la gente seguía imbuyendo a sus hijos la práctica religiosa. La vida siguió y me hizo ver que la religión era un mal para el desarrollo del pueblo.

En México el sistema político siempre ha tenido como aliado al Estado teológico, para ambos someter al pueblo. Aunque se han hecho enormes esfuerzos para sacar a las clases bajas de su ignorancia, por otro lado, se impide que las personas salgan del ámbito de la razón natural. El ser humano de hoy como desde hace miles de años nace con una razón que entiende la realidad tal y como la capta a través de sus sentidos. Le es tan natural pensar que es el sol el único que se mueve y hermosea esto con poesía, dejando el pensamiento profundo a un lado. La ignorancia es una de las bases de la teología. La otra base lo es la contingencia de la existencia. Es tan cómodo vivir con la razón natural que se necesita un enorme esfuerzo para romper las barreras que nos impone esta razón natural.  

Muchos seres humanos, aunque son los menos, se han dado cuenta clara de que la razón natural es insuficiente para conocer la verdad más profunda. Platón por ejemplo, dice que este mundo es solo una mala copia del mundo verdadero y que solo haciendo un esfuerzo grandioso se puede formar una razón más profunda que capte el mundo verdadero. Platón cree que existe un mundo más allá de lo físico. Eso no lo discutiré aquí. Lo valioso es que hace uso de una razón artificial.

Sin embargo, Aristóteles, vuelve a la razón natural que dura y perdura hasta la llegada de Descartes. Este filosofo duda de todo e inicia la construcción sistemática de la razón artificial que va an bsuca de la verdad y sentara sólidamente las bases de la ciencia e iniciara la segunda navegación filosófica. El ser humano ya no se contenta con hacer uso de la razón primitiva que toma la realidad tal y como la capta, la razón artificial busca y encuentra que por miles de años se ha estado en el error. La razón primaria deja paso a la razón secundaria. Ahora bien, no quiere decir que lo primario sea más valioso, todo lo contrario.  

En México el sistema político-económico-religioso no ha permitido que se construya una razón artificial para vivir en concordancia con la época presente. Ello es peligroso. No quieren lidiar con esta razón. En ello les va la existencia conservada hasta ahora. Por ello el Estado criminaliza y pone barreras a la protesta; el consumismo no le importan las personas conscientes sino las inconscientes, es decir, los meros consumidores y la teología a toda costa quiere que los mexicanos sigan creyendo absurdamente en cuentos artificiosos y hasta de mal gusto.

Toda la llamada Semana Santa es un cumulo de barbarie aderezada de absurdos de otras latitudes implantada por la espada y el engaño a la nación mexicana. El cebo y anzuelo con el que se mantiene al pueblo viviendo con su razón natural la llaman: Esperanza. ¿Esperanza en qué?. En un mundo mejor y no solo mejor, infinitamente mejor. Un mundo sin corrupción de toda clase. Un mundo bien aventurado en donde reine el Dios único. Estos son los cuentos que mantienen a los mexicanos bajo el triple yugo: el político, el religioso y el económico. La razón primitiva necesita de la barbarie, de la sangre, de la flagelación publica, del exhibisionismo y falsear tales hechos como si esto fuera lo correcto. El mexicano religioso (no importa si ha alcanzado uno o varios doctorados), ve la realidad entre velos, percibe la vida como un valle de lágrimas y la sacrifica en la fe, en la esperanza en la cruz. Es decir, deja de construir su vida y deja que el rio de la tradición hueca lo conduzca por el mismo camino del eterno sufrimiento corporal. Este mundo para los religiosos es malo por sí. No se dan cuenta que les han imbuido esa maldad y la han agrandado hasta límites alejados de la salvación real. Si se dieran cuenta de lo espantoso que resulta sacrificar la razón artificial en los ritos de sangre humana en esta llamada Semana Santa, seguramente renunciarían a estos ritos barbaros. Esta semana es la negación a la libertad. La lucha contra la razón elevada, artificial, a esa razón que dice si a la vida y que la acepta tal como es.

Pasaran muchos años para que la nación mexicana gradualmente se dé cuenta de tal engañifa. Con todo, para el pueblo siempre existe el peligro constante de caer en otra idolatría. Las nuevas generaciones, ahora adoran, las nuevas religiones sin etiqueta oficial. El futbol, donde la pasión manda, las marcas de prestigio, donde se es y se vive y cosas por el estilo. Ahora bien no se necesita que todo el pueblo sea consciente sino solo un porcentaje de ciudadanos necesarios que se opongan al sistema tripartita (la Trinidad maldita),  compuesto por la política, la economía y la teología para cambiar o equilibrar la razón primitiva y la razón artificial en beneficio común. Se diga lo que se diga en México existe ese grupo de mexicanos con razón elevada y esta preferentemente en la izquierda, entre los artistas, entre los científicos y las personas consientes de la realidad. A ellos les corresponde la lucha por la libertad, el arte, la filosofía, la ciencia y todo lo inherente a ello, no solo por solidaridad con los demás mexicanos sino que en ello también les va su existencia misma. Un Estado no desea la libertad del pueblo sino la pasividad del mismo.



martes, 26 de marzo de 2013

TRAICIÓN POR MÉXICO. UN SIMPLE CONVENIO INTER PARTES.





El Pacto por México es la traición al pueblo. La “izquierda” colaboracionista haciendo el papel de “legalidad” y diciendo que es lo que a los mexicanos nos hacen falta son acuerdos para que “avancemos”. ¿Hacia dónde?. Solo están fortaleciendo el viejo presidencialismo a favor de Peña Nieto. Están fortaleciendo un sistema que se esperaba que cambiaran en favor de los mexicanos y resulta que arropan y saludan con amor reverencial a quien representa la falta de legalidad, de legitimidad, al quebrantador del Estado de Derecho y el victimario del pueblo mexicano y la democracia. ¿Qué explicaciones pueden dar ante semejante actitud de entreguismo de la ideología del pueblo, de la manipulación de los intereses del pueblo, de la traición al pueblo?. Esa izquierda olvida que la verdadera oposición política ha costado vidas inocentes durante muchos años. Han sido necesarios muchos años para que el pueblo fuera medianamente escuchado y ahora de un sopetón, bajo la firma de un pacto que beneficia a los ricos, nacionales y extranjeros.  Es una vergüenza nacional tal pacto entre lobos.

Con la excusa de acuerdos entre los partidos con ideologías diversas entre si se ha firmado este pacto que ya de suyo ha traído la reformas de la ley laboral, la educativa, la de telecomunicaciones que no se ve que beneficios traerán a los mexicanos. Prácticamente están encaminadas estas reformas a devolverle el poder del presidencialismo a este gobierno. Decir que se dejan fuera las ideologías y conservar el pragmatismo, es decir, la utilidad y lo que es solo practico en la vida, es envilecer la vida, dejarla sin contenido, sin sentido.

Precisamente, las ideologías políticas tienen el contenido de las clases que representan y que a través de la acción política quieren imponer a los demás en una dialéctica encaminada a la toma de poder. En este sentido, en lo social se deja el nacionalismo, la conciencia de clase, la pobreza y todo deseo de bienestar a las fuerzas ciegas del mercado y como única opción el consumismo por el consumismo. En la educación se deja el conocimiento científico y filosófico profundo en aras de la utilidad y practicidad simples y superficiales. Esto dejaría a la nación mexicana en la dependencia científica y filosófica de quienes si tienen este pensamiento en sus sistemas educativos para dirigir sus acciones. En lo artístico se quiere imponer más profundamente el gusto vulgar de las producciones televisivas con la excusa de no ser estos medios de difusión medios de educación. El pragmatismo que quieren los partidos firmantes del Pacto por México está encaminado a ir bajo la premisa económica que solo ve el consumismo como única y valida opción para las masas. No obstante, las naciones que dejan de sentir la necesidad de arte, filosofía, ciencia y bien común son naciones manipulables. En este contexto se manipula a las naciones para despojarlas de sus recursos naturales, minerales, forestales, petroleros y así en todos los demás rubros.

La fuerza de trabajo se deja como única opción para la sobrevivencia humana a precios paupérrimos. A través de la reforma laboral se tornó la fuerza de trabajo en una mercancía sujeta a la oferta y demanda. Con esto se logran abaratar  los costos de producción en beneficio de los grandes industriales y demás empresas trasnacionales. Esta sujeción económica tiene como efecto mantener a las clases sociales bajas en continua búsqueda de los medios para cubrir el rubro inmediato: la alimentación de la familia. Para ello es menester que más integrantes del hogar trabajen para poder satisfacer los factores básicos de la vida.

Ahora bien, al dejar las ideologías fuera del Pacto por México, el actual gobierno logró de golpe y porrazo desarticular a la oposición y ponerla a trabajar a favor del gobierno. Así, se dejan los intereses de la derecha opositora con acción mínima y a las clases bajas sin verdadera representación de sus intereses. No está el pueblo representado en este Pacto por México. Nunca se le preguntó, ni se tuvo la mínima intención de consultar al pueblo cual debería ser la dirección que debería tener este convenio entre los representantes de los partidos.

Eso, fue. Un simple convenio entre los dirigentes que simularon tener poderes plenipotenciarios para empeñar la palabra del pueblo. En cuanto no funcione este convenio todos se deslindaran y no habrá responsabilidad alguna por el dispendio de los recursos nacionales. Quieren a través de este convenio quieren debilitar aún más al pueblo mexicano y en consecuencia administrar la debilidad nacional.

No es, con simple pragmatismo, voluntad de líderes y otorgando más poderes constitucionales y meta constitucionales a un presidente vanidoso como se van a resolver los problemas de fondo de la nación mexicana. Para ello hace falta un pueblo fuerte, consciente de su posibilidad en la ciencia, filosofía, arte y todos los rubros inherentes de la vida.


lunes, 25 de marzo de 2013

HELIOCENTRISMO




HELIOCENTRISMO

NOTA.-Seguimos con la historia del debate sobre el heliocentrismo y no deja de sorprender la forma experta en que Linberg trata el tema. No obstante de quitarle la parte mítica no se queda con la simple narración fría, cadavérica de los historiadores chatos sino por el contrario, nos lleva de la mano dentro de un viaje lejano y nos hace “presenciar” los hechos de una forma arto sugestiva, vivida, como si hubiéramos acudido a la cita con los hechos mismos y no como simples lectores.

¿Qué fue este debate heliocéntrico?, las cosmologías del oeste, desde al menos el siglo cuarto antes de Cristo, habían presentado una tierra esférica en el centro del universo y asignado el estado de planetario al Sol, el cual giraba alrededor de la tierra con un movimiento diariamente. “Esta fue la opinión del filósofo griego Aristóteles, (d. 322 a.c.), del astrónomo griego Ptolomeo (fl. A.D 150), y de sus muchos comentadores medievales. Los sistemas heliocéntricos (el sol centrado), no fueron escuchados, pero sobrevivieron en la antigüedad tardía y en la Edad Media meramente como curiosidades. De cualquier modo, en 1543 Nicolás Copérnico, un oficial de la iglesia y un consumado astrónomo del norte de Polonia, publico un libro, Sobre las revoluciones de las orbitas celestes,  en el cual tomaba el sistema heliocéntrico (ahora equipado con modelos matemáticos capaces de predecir las pociones planetarias) y lo defendía como verdadera descripción del universo.

El libro de Copérnico era un texto astronómico altamente técnico, dominado por detallados  modelos  geométricos para todos los planetas; y haremos una breve incursión de esos detalles geométricos si entendemos lo que fue lo fundamental en los debates heliocéntricos. La idea fundamental que subyacía en el modelo de Copérnico era prestado del de Ptolomeo – a saber, que dos o más movimientos circulares uniformes pueden ser combinados para producir compuesto no uniforme. Si ponemos a un lado diversas complejidades, el modelo básico geocéntrico de Ptolomeo puede ser representado como sigue (figura 2.2) dado un planeta P moviéndose uniformemente alrededor de un pequeño círculo llamado un “epiciclo”; mientras que, el centro de este epiciclo se mueve uniformemente alrededor de un gran circulo llamado “deferente” (o circulo de acarreo), el centro el cual es un punto C. Esos dos movimientos circulares uniformes combinados y vistos desde el fondo de las estrellas fijas . De cualquier modo, para producir modelos que actualmente funcionen con precisión cuantitativa, Ptolomeo encontró necesariamente la geometría de dos maneras. Primero, estaba deseando cambia el deferente insignificantemente, así que su centro geométrico ya no coincidiera con el centro geométrico de la tierra (la cual permanecía en el centro del universo). Segundo, permitía que el centro del epiciclo se moviera sobre el deferente con un movimiento que barría ángulos iguales en tiempos iguales vistos no desde el centro del deferente (como un directo hacia adelante, de acuerdo a la expresión “movimiento uniforme” que podría parecer requerir), sino de un punto no central, el “punto ecuante” Q. Este recurso, mientras retiene la uniformidad del movimiento angular sobre el punto ecuante, actualmente permite al centro del epiciclo moverse con velocidad variable alrededor de la circunferencia del deferente.

El modelo de Copérnico (fig. 2.3) difiere del de Ptolomeo respecto a un  número de menor, pero merece dos mayores menciones. Primero, y la más obviamente, el objeto central cosmológico en el sistema copernicano fue el sol; en el ptolemaico, la tierra. Segundo, Copérnico proscribe el ecuante de su modelo heliocéntrico en favor de un movimiento uniforme inflexible. Requirió que el centro de un epiciclo barriera ángulos iguales en tiempos iguales como visto desde el centro de su deferente asociado. Como la tierra en el modelo ptolemaico, el Sol es el centro de la esfera estelar fija pero no en el centro del deferente.

Porque el libro de Copérnico fue escrito altamente técnico para una pequeña audiencia de astrónomos matemáticamente expertos, fue poco conocido y menos leído. Contrariamente a la leyenda su publicación no creo conmoción pública. Pero el libro aseguro una audiencia entre los astrónomos, muchos de los cuales lo emplearon para calcular posiciones planetarias, mientras negaban su afirmación de verdad cosmológica.

¿Por qué esos astrónomos que primero dominaron elRevoluciones de Copérnico se rehusaron a aceptar la verdad del heliocentrismo?. Porque la evidencia que pudo poner orden en la mitad del siglo dieciséis en apoyo del modelo heliocéntrico como físicamente cierto no fue convincente. Sin observación, tomada por sí misma, que pudiera probar que el sol descansaba y la tierra se movía. Usando las predicciones el nuevo sistema (en la forma dada en De Revoluciones) eran más exactas que las ofrecidas por el viejo. Las ventajas perceptibles del heliocentrismo a la vez fueron limitadas. Primero, la eliminación del ecuante ptolemaico significaba que todos los movimientos fueran uniformes sobre sus centros –un rasgo del sistema heliocéntrico  fue visto por algunos como un regreso apropiado de los principios fundacionales de la astronomía. Segundo, la teoría lunar y su teoría de la procesión de los equinoccios de Copérnico fueron reconocidas como técnicamente superiores a los de Ptolomeo.

Tercero, el sistema heliocéntrico tenía un número de ventajas que caían dentro del reino de lo elusivo lo que podemos llamar simplicidad, orden, coherencia o inteligibilidad. Por ejemplo, el sistema ptolemaico no ofrecía un principio obvio por medio del cual determinar la secuencia cierta de las orbitas planetarias. Copérnico trabajo dentro de la estructura heliocéntrica disponible para afirmar que los planetas están arreglados en el espacio, desde el más interior el más exterior, de acuerdo a sus periodos crecientes de revoluciones respectoal sol (fig. 2.4). Pudo también explicar el movimiento de regreso de los planetas – el extraño cambio de dirección exhibido por planetas por sus lentos movimientos a través de las estrellas fijas. Predicas pero no explicadas por el astronomía geocéntrica de Ptolomeo, el movimiento de regreso fue revelado por el heliocentrismo por ser un simple caso de ilusión óptica, debido al hecho de que observamos esos planetas desde una plataforma en movimiento (ver fig. 2.5). Finalmente, el modelo ptolemaico para cada planeta, excepto la luna, (considerada en su modelo ser el planeta más cercano a la tierra) conteniendo algunos elementos anuales, uno u otro planeta giraban en su epiciclo anualmente, o el centro del epiciclo rodeaba el deferente anualmente. Inexplicable dentro de una cosmología geocéntrica, esos elementos podían ser explicados por el heliocentrista como el resultado el resultado de un simple error perceptual – la atribución del error al observar el movimiento de los cuerpos en realidad esta poseído por el observador – Pensamiento significante, tales ventajas pudieran parecer en retrospectiva, ninguna de ellas fueron ampliamente apreciadas en el siglo dieciséis como evidencia decisiva de la verdad del modelo heliocéntrico Se entendió que tales virtudes tanto como uniformidad, simplicidad, orden, coherencia e inteligibilidad no garantizan la verdad de una teoría, y antes del fin del siglo alternativas respetables estaban disponibles, por lo que cualquiera podía ser comisionado racionalmente.

Junto a esas ventajas del modelo heliocéntrico hubo diversas desventajas poderosas. Primero, poniendo la tierra en movimiento representaba una violación al sentido común de cada día. Segundo, remover la tierra del centro del cosmos representaba un ataque destructivo a la física de Aristóteles – el único sistema comprensivo de física en existencia – y por lo tanto representaba una seria violación al sentido común científico. Tercero, poner la tierra en movimiento fue ponerla en los cielos, por eso destruyendo la dicotomía la dicotomía entre los cielos y la tierra, la cual había servido como una premisa cosmológica fundamental donde quiera que prevaleciera la filosofía aristoteliana por los anteriores dos milenios. Cuarto, la ausencia de la alteración estelar (aparente cambio en la posición relativa de un par de estrellas, se esperaba que esas estrellas fueran vistas desde un planeta concebido para estar moviéndose a través de una órbita con un diámetro de diez millones de millas), ofrecía poderosa evidencia empírica contra el heliocentrismo (Fig. 2.6). como resultado, pocas personas en la mitad del siglo después de la publicación del Revolucionestomó el sistema seriamente como una descripción física de la realidad. Esos astrónomos y filósofos naturalistas quienes rechazaron el heliocentrismo lo hicieron así no por causa de un conservatismo ciego o intolerancia religiosa sino por su compromiso de sostener ampliamente los principios científicos y teorías. En efecto, las primeras críticas serias fueron de jóvenes astrónomos en las universidades de Alemania.  Quienes percibieron la simplicidad e inteligibilidad de la teoría heliocéntrica y la usaron para cálculos pero  consideraron esto como físicamente imposible. Consideraron que la simplicidad e inteligibilidad no garantizan la verdad.
Desde la iglesia,una actora importante en nuestra historia, fue escasamente agitada, Copérnico había hablado de su publicación de su libro con varios amigos incluyendo oficiales eclesiásticos. Había dedicado el Revoluciones al Papa. Y, excepto por una o dos personas, ninguno juzgaba sus ideas peligrosas – tontería, quizá, menos que una amenaza.

Figura 2.2. El modelo geocéntrico ptolemaico para un planeta típico. Los distintos elementos in este y otros diagramas geométricos en este artículo no son dibujados a escala.

Figura 2.3. El modelo heliocéntrico copernicano para un planeta típico. Los epiciclos en el modelo heliocéntrico son mucho más pequeños que sus contrapartes en el modelo geocéntrico y no son permitidos los puntos ecuantes. El centro del sol coincide con el centro de la esfera estelar pero no con el centro C, del deferente planetario.

Figura 2.4. El orden de los planetas basado en el sistema heliocéntrico (periodos aproximados en paréntesis) Procediendo hacia fuera del Sol: Mercurio (88 días), Venus (225 días), Tierra (365 días), Marte (687 días), Júpiter (12 años), Saturno (30 años).


Figura 2.5. El movimiento de regreso de Marte explicado según el modelo heliocéntrico. La posición de Marte es vista en intervalos uniformes contra el fondo de las estrellas fijas. Aunque, ambos, Marte (M) y la Tierra (E) (desde la cual Marte es vista) se mueve con movimiento uniforme. La línea de visión con relación a las estrellas fijas (como es indicado por la secuencia de números en la parte superior del dibujo) gira de derecha a izquierda, después de izquierda a derecha, después otra vez de derecha a izquierda. 


GALILEO, LA IGLESIA Y EL COSMOS


Aqui esta su traduccion sin pulir.



BREVÍSIMA INTRODUCCIÓN

Es costumbre y defecto que la historia tenga severas deficiencias cuando no se tiene el rigor científico, los métodos y la mejor perspectiva de los hechos. Aquí está David C. Linberg dando muestras de todo lo contrario. Reformando la historia de la ciencia, poniendo todos los ricos elementos omitidos por los historiadores “clásicos”.
                                                     
GALILEO, LA IGLESIA Y EL COSMOS.

La lucha de Galileo con la iglesia católica romana sobre el arreglo de lo que ahora llamamos el “sistema solar”, fue un evento multifacético. Es bien sabido, por supuesto, que esto fue un choque de ideas –entre las afirmaciones científicas sostenidas por una pequeña lista de científicos reformadores sobre una mano y las doctrinas teológicas opositoras apoyadas por siglos de tradición de la iglesia en la otra. Infortunadamente, esta versión de la historia se ha probado así misma vulnerable por el simplista elaboración de blanco y negro. En la recalentada retórica de la que gusta a Andrew Dickson White y muchos otros escritores populares, esto ha llegado a ser un cuento a muerte entre las voces científicas de libertad y las fuerzas de intolerancia teológica- y, como un bono bienvenido, una oportunidad para apocar a la Iglesia Católica. Tal como si esto pudiera hacer buen drama, pero esto es seriamente una deficiencia de la historia.

Otros escritores, con la misma concentración sobre las ideas teológicas y cosmológicas pero gran respeto por los registros históricos, han publicado estudios matizados que exploran la calidad de los argumentos de Galileo y la naturaleza de las corrientes teológicas por entonces en funcionamiento en la iglesia Católica. Aquí o empezamos a ver aspectos importantes de la lucha entre Galileo y el mando de la iglesia. En la apuesta no solo el significado de ciertos pasajes bíblicos que se dirigieron (o pareció dirigirse)  a los puntos cosmológicos, sino también a la cuestión más grande de quien tenía el derecho para determinar la verdad (y otras científicas),cosmológica. La tensión sobre tal materia tenía una larga historia dentro de la Cristiandad, y este fue un factor importante en el asunto Galileo.

Pero si nos detuviéramos aquí la historia podría estar incompleta, por (como esboce arriba), omitir la dimensión humana. No debemos olvidar nunca que, estrictamente ablando, las ideas no pueden chocar las afirmaciones teoréticas no puede, por ellas mismas, comprometerse en combate. Son las personas las que pelean sobre las afirmaciones metodológicas y teoréticas, las personas que chocan sobre los puntos ideológicos. Y cuando las personas involucran los intereses humanos y las circunstancias locales están inevitablemente presentes también. Mi propósito en el presente ensayo, por lo tanto, es traer la historia a la Tierra y revelarla como un evento histórico concreto, situado en el tiempo y en el espacio – influenciado, sin duda alguna, por las creencias teológicas y cosmológicas, pero también poderosamente formado por las circunstancias locales y los intereses de un grupo importante de actores históricos.

Galileo Galilei, nació el 15 de febrero de 1664 en la ciudad de Pisa – unas cincuenta millas de Florencia, bajo cuyo control había caído en 1406. El hijo mayor de un músico de la corte de talento considerable, Galileo fueprimero educado en Pisa, más tarde en la escuela de un monasterio en las colinas en las afueras de Florencia. En 1581 el tomó estudios médicos en la Universidad de Pisa, pero un año más tarde los abandonó; subsecuentemente estudio matemáticas privadamente con un tutor y a la larga emprendió un programa extendido de auto educación. Nunca ganó un grado universitario, pero eventualmente llegó a ser profesor universitario. En 1589 Galileo asumió la función de la enseñanza en matemáticas en la Universidad de Pisa, gracias a la intervención de Guidobaldo del Monte, un distinguido matemático y un miembro influyente de la nobleza. Tres años más tarde Galileo se mudó a la Universidad de Padua (in la República Veneciana), donde permaneció hasta 1610, cuando renuncio con la orden de regresar a Florencia como filósofo y jefe matemático del gran duque de Toscana. Galileo primero llegó a involucrase seriamente en el debate heliocéntrico justo antes de regresar, en los años 1609-1610.





Traducción: Víctor Hugo Míaz Serrano