Cumple
veinticinco años el Partido de la Revolución Democrática, de existencia y sus cúpulas
de muy poca consistencia. La historia del PRD puede resumirse en dos atapas. La
primera, en la que surge y se configura como una fuerza política real que
encabeza los reclamos justos y legítimos del pueblo; esa etapa fue de lucha
dura contra un sistema casi totalitario. Las muertes de líderes, miembros y
simpatizantes fue la constante sin que la justicia se ocupara de tales delitos.
Pero era imperioso y el pueblo estaba por convicción con los líderes cupulares.
Había una esperanza fundada de conquistar la democracia. Pero los lideres no
estaban maduros para llegar al poder; tan pronto como llegaron al gobierno se
corrompieron al instante, tal como se prepara la comida chatarra. Prácticamente
desde el año 2000, el PRD combativo y cause de los reclamos del pueblo se esfumó.
Una gran burocracia se formó dentro del partido y gradualmente se dejó de hacer
trabajo político con el pueblo y se tornó un partido clientelar a la imagen y
semejanza del Partido Revolucionario Institucional al mismo que se combatía.
Por
si esto fuera poco, se unió al Partido Acción Nacional en diversas elecciones y
en varios temas legislativos, por puro pragmatismo, ya no importaban los reclamos
populares sino detentar y sostenerse en el poder. La corrupción en todos sus
rubros había sido impuesta en el partido por los propios dirigentes. Así, cada
dirigente que fundó el partido ya traía su corriente política y cada dirigente que surgió en el seno del PRD formó la propia.
Todos con el principal objetivo de llegar al poder y participar en el reparto
material de los beneficios que da el poder.
El
error infantil y perverso vino con la participación del PRD, en el Pacto por México.
Los dirigentes apoyaron dicho pacto y se empeñaron en convencer de que estaban
casi casi salvando para siempre a los mexicanos. Firmado y puesto en practica
el pacto los dirigentes trataron de recular pero el daño estaba ya hecho. No hay
forma ya de salvar el partido. El siguiente dirigente del PRD seguramente saldrá
del seno de la misma corriente que actualmente detenta la dirigencia y seguirá por
la misma senda de éxito cupular y de abandono del pueblo.
El
despilfarro que hacen de dinero y recursos materiales para promover al
candidato oficial mediante la retórica de una ética y una moral que nunca van a
tener y a practicar nos da la pauta para avizorar los siguientes veinticinco
años del PRD. Son ilusos los que creen que con ética y moral se puede corregir
el comportamiento delincuencial de políticos propios y extraños.
El
pueblo debe imponer la democracia, la legalidad y todo lo que sea menester para
corregir lo público. Veinticinco años han pasado y vergonzosamente debemos
reconocer que poco se ha ganado y ese poco se está mal gastando por los líderes
cupulares. ¿De qué ha servido haber votado y luchado a favor de esta izquierda colaboracionista
con el gobierno en turno?. La Derecha Democrática
aventaja con mucho a los panistas y priistas, de ellos esperábamos y esperamos tiranías,
del PRD una vía hacia la democracia. No más.