LA EXTINCIÓN DEL
VIEJO RÉGIMEN DEL PRI Y PAN
¿En
qué etapa estamos de la extinción del viejo régimen?, pues estamos a unos
pasos, a poco tiempo/espacio. Se espera que, con la mayoría calificada en la
Cámara de diputados y con la suma de un senador o senadora más para alcanzar la
mayoría calificada se acelere la extinción del viejo régimen y de su creador,
el Partido Revolucionario Institucional (PRI). No hay vuelta o salvación. Esto
crea inquietudes y angustias en diversos grados en las personas por lo
desconocido, el futuro incierto y los gritos de dolor por parte de la ahora
oposición. Esto me parece normal, pero no es sano ni normal añorar el pasado
negro del PRI y del PAN. Se debe ampliar y profundizar la democracia. Cada vez
más ciudadanos deben ejercer sus derechos en el ámbito de la democracia y cada
vez más se debe aprender sobre la democracia y saber que, como construcción
humana se puede perfeccionar pues la democracia no debe ser estática sino
dinámica según cambie la vida y todas sus circunstancias.
La
oposición tuvo seis años para entender y practicar la democracia. Nunca
hicieron siquiera el intento. No cambiaron siguieron igual. Ese error les ha
costado una elección crucial. El PRD desapareció. El PRI quedó en su punto más
bajo hasta ahora y su debilidad se profundizará hasta desaparecer. Quizá en el
2030 veamos ese fenómeno extraordinario.
El
Partido Acción Nacional (PAN), ha quedado estático. La ilusión de haber
encontrado en Xóchitl Gálvez una lideresa con el poder de disputar la
presidencia de la república quedo en eso, una ilusión sin bases. Se juntaron
dos debilidades. Por un lado, la coalición hecha por el PRI, PAN y el PRD no
tenía la fuerza suficiente para la lucha electoral. Era evidente en las calles,
plazas y en cualquier lugar la ausencia de seguidores comprometidos. Había una
oposición, pero esta era artificial, sin verdadero contenido ideológico ni algo
bueno por ofrecer. Por el otro lado, Xóchitl Gálvez, creyó sus propias mentiras
y se lanzó al ruedo y para los espectadores fríos vieron la realidad, ella no
era la salvación sino el desastre general. Sus actuaciones son públicas y no
necesitan explicación alguna.
Ahora
bien, este no es el final para la oposición. El PAN bien mirado no ha renovado
a sus cuadros y eso es un problema pues no hay cambio generacional. Los
actuales lideres del PAN se están peleando la dirección del partido y por lo
que, se ve no va a quedar en las mejores manos. Esto va en su perjuicio pues
mientras están estáticos el nuevo régimen se consolida y el Tribunal Electoral
del Órgano Judicial de la Federación extiende la carta de defunción del régimen
priista y su creador el PRI con la consiguiente orfandad del PAN. Tardaran en
recomponerse mucho tiempo y cuando abran los ojos la realidad será muy
diferente a cuando los cerraron.
En efecto, el cambio general no puede esperar. Los mexicanos hemos buscado este cambio desde hace mucho tiempo; vaciado el viejo régimen de todo sentido hemos sentido la urgente necesidad de transitar hacia un nuevo México con el sentido humanista de ser los mexicanos sujetos de derechos y obligaciones, pero libres de la “Dictadura perfecta” creada por el PRI y extendida primero, por el PAN y luego también por el PRD. No les funcionó y este último partido desapareció. Hay que eliminar el PRI para tener el camino libre de obstáculos innecesarios. La democracia es posible. El mundo no debe tener dueños exclusivos. El planeta Tierra debe ser de todos y de ninguno en particular.
Hace falta una buena oposición y de eso no hay duda, pero mientras el pueblo ha recuperado su soberanía y avanza en la democracia, la actual oposición solo atina a ofrecer los despojos del pasado. El sistema político, económico, social, artístico entre otros rubros ha quedado desolado e inservible para seguir conviviendo. Que el pueblo avance, amplie y, profundice la democracia y ya no permita más vasallaje.