LOS CONSERVADORES
Y EL OSCURANTISMO
Los
conservadores, en su mayoría, son muy religiosos; claro, eso no los exenta de
cometer todo tipo de pecados y delitos. Ese ser religiosos los lleva a
contradicciones insalvables. Tienen una forma de vida dogmática y creen a pie
juntillas ser los elegidos de Dios para gobernar. Los blancos son, por derecho
divino quienes deben gobernar. Los de piel morena o los negros son impuros,
desde su torcida concepción.
Durante
la revolución de independencia, los conservadores defendieron a la corona
española. Querían seguir siendo súbditos y no ciudadanos. Claro, esto no era
gratis pues querían mantener los privilegios de ser superiores del resto de
personas. Al perder España la guerra de independencia. Los conservadores
quisieron gobernar por siempre sin mediar democracia.
La
Segunda Transformación, es decir, la Guerra de Reforma, en donde se hizo la separación
del Estado civil del Estado religioso, los conservadores se opusieron con las
armas y, al verse perdidos fueron a Europa en busca de un noble de sangre azul
para gobernar a los mexicanos. Presto y raudo Napoleón III de Francia, envío a
su ejército para imponer a Maximiliano de Habsburgo como emperador. La historia
ya se sabe. Perdieron los conservadores y los intervencionistas franceses. Como
si esto fuera poco, el pueblo mexicano derivo en la dictadura personal de
Porfirio Diaz, el héroe por excelencia de los panistas.
Debieron
pasar 46 años desde la independencia de México (1821) hasta la derrota del
Segundo Imperio (1867) para que, la nación mexicana avanzara un poco en la
experiencia democrática. Duro ha sido el camino a la democracia tanto en dinero
como en pérdida de vidas humanas.
La
Tercera Transformación, la revolución de 1910, fue la respuesta a la dictadura
de Porfirio Díaz. Derrotado el dictador se tenía que, reorganizar al pueblo
mexicano. No obstante, de decirse que, la Constitución de 1917 era una de las más
adelantadas del mundo; en la realidad pasamos de una dictadura personal de
Porfirio Diaz, a la dictadura del partido único de Estado.
En
este periodo pasaron 43 años; de 1867 a 1910. Media vida en promedio de un ser
humano con avances y retrocesos. Espero vaya quedando claro el obstáculo representado
por los conservadores en busca de la democracia. Por si esto fuera poco al
tratar de poner en vigencia la Constitución de 1917 la Santa Madre Iglesia tuvo
a bien a desatar una revolución cristera por aquello de ¡Viva Cristo Rey y
Fuego!, mientras mataban a diestra y siniestra. Se calcula que, los
conservadores y la Iglesia tuvieron en algún momento unos 50 mil combatientes. Jalisco,
Guanajuato, San Luis Potosí y parte de Zacatecas fueron los estados en que se libró
esta llamada revolución. Se calculan alrededor de 250 mil muertos en ambos
bandos hasta que se decretó la amnistía para los alzados.
La
Tercera Transformación dio como resultado la dictadura del Partido
Revolucionario Institucional (PRI), porque se sabía de antemano quien sería el próximo
presidente. Era una vil simulación el derecho electoral. El presidente en turno
era el mandamás. Por eso a este periodo se le llama Presidencialismo mexicano.
La historia es conocida hasta que, en el año 2000 llegó el traidor de Vicente
Fox con la promesa de imponer la democracia. Pero los panistas se apropiaron del
viejo régimen para su provecho partidario y personal. El resultado un desastre en
curso con el inmenso costo de vidas humanas.
Fueron
108 años de atraso democrático, social, económico, artístico, científico, filosófico.
Bien podría llamarse a este periodo “La Edad Media Mexicana”. Los panistas
nunca descansan en sus acechanzas de volver al poder, imponer “El reino de Dios
en la Tierra”, en donde ellos gobiernen junto con las élites económicas y eclesiásticas
sobre los más pobres sin ninguna responsabilidad. Pero estamos ya en otras
circunstancias. El pueblo soberano se manifestó claramente por la democracia y así
debe seguir siendo pues es el patrón, el mandamás, el soberano, pero eso lo decidirán
los votantes en el 2024.
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