MARCHA DEL
VEINTISÉIS DE FEBRERO DE DOS MIL VEINTITRÉS
La
pregunta es: ¿Qué veremos y a qué, asistimos en esta marcha convocada por la
oposición disímbola?. Realmente no es muy complicado responder a estas dos
preguntas. Las respuestas están frente a nuestros ojos. Veremos como los
residuos del viejo régimen priista se unen para sentir algo de consistencia,
algo de calor ante este invierno gélido e identidad y, la única identidad que,
tienen es la de la corrupcion y el cinismo. En este mismo escenario asistimos a
un drama lleno de odio y comicidad, escrito por los mismos actores y llevado al
teatro por los mismos personajes empujados y casi aplastados por sus pasados.
De odio porque la mayoría de los asistentes no les asiste la razón. Actúan
llevados por sus impulsos primarios como el odio, la irracionalidad y la
violencia. Cómico porque, es de no creer a los propios personajes corruptos
que, sumieron con arrogancia al pueblo mexicano durante décadas en la miseria
extrema mientras se llenaban los bolsillos de riqueza publica venir a
manifestar con todo el cinismo posible ser los guardianes de la democracia;
esto, ante un pueblo libre ya de las cadenas del régimen totalitarismo. ¿Quién
en su sano juicio les va a creer y seguir?.
Asistiremos
a un tres de noviembre como un añadido al día de muertos en el cual los
espantajos de los gobernantes y políticos más corruptos regresan entre gritos y
llantos para atormentarnos en las calles y las plazas. Reclamarán ser parte de
este mundo real, pero serán ilusiones emanadas de casi cien años de pura
maldad. Los fantasmas de Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverria, Carlos Salinas,
Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto y toda una
horda de pajes, bufones, saltimbanquis los rodearan con una actitud retadora,
desafiando a la realidad pues ya no pertenecen a este mundo. Un drama mayor lo
veremos en las próximas elecciones en los Estados de México y Coahuila. Odio,
violencia, gritos y llanto nos espera por ver.
A
partir de las elecciones de este cuatro de junio de dos mil veintitrés la
angustia se ira apoderando de la oposición y sus puestas en escenas aumentarán
culpando siempre al actual gobierno y no a la corrupcion propia de ellos
mismos. Sin embargo, las redes sociales mantienen informados a los ciudadanos
y, estos saben la verdad. Por si esto fuera poco, el juicio a Genaro García
Luna contribuye al desmoronamiento del Partido acción Nacional (PAN) y por
ende, a la alianza con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y al
Partido de la Revolución Democrática (PRD). Con relación al PRD, este partido
seguramente desaparecerá en el 2024 al no alcanzar el 3% a nivel nacional. La
misma suerte seguirá el PRI, ambos partidos ya no tienen razón de existir. El
primero, tenia como fin la conquista del poder político a nivel federal eso ya lo
hizo el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA); el segundo, tenía como
misión el control del Estado mexicano, eso ya lo hace MORENA. A esto se le debe
sumar la falta de credibilidad de ambos partidos. No tienen salvación.
En
suma, asistimos al final de los finales de toda una época política y que nunca
volveremos a vivir. El curso de la construcción de un nuevo régimen político
seguirá su curso irremediablemente. Es de esperarse que, el pueblo mexicano siga
su camino, internándose en ese campo fértil llamado democracia donde la vida
florece y los enemigos de la voluntad general se marchitan.. Están los
principios rectores de la democracia iniciando por la voluntad de la mayoría
con respeto a las minorías y corrigiendo el funcionamiento de los órganos
judicial, legislativo y ejecutivo y toda la estructura estatal como lo son
institutos, organismos, paraestatales y todas las dependencias del Estado
mexicano en sus tres niveles de gobierno, partiendo del principio de ser el
pueblo el único soberano y no los órganos de gobierno. “La soberanía
nacional esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del
pueblo y se instituye en beneficio de este”, ordena el articulo 39
constitucional.