LA
ANTESALA DE LA EXTINCIÓN DEL VIEJO RÉGIMEN PRIISTA
Estamos ante un espectáculo inédito.
Estamos presenciando la extinción del viejo régimen priista que, han adoptado
panistas y perredistas principalmente. Se han unido en esta cruzada de
enarbolar la defensa del Instituto Nacional electoral (INE), El Partido
Revolucionario Institucional (PRI), el Partido Acción Nacional (PAN), el
Partido de la Revolución Democrática (PRD), las élites económicas, sociales y
los líderes religiosos del catolicismo. Todos se han unido, en realidad para
tratar inútilmente de salvar su forma de vida, la corrupción y su correlato, la
impunidad. No defienden la democracia, esta ha sido impuesta por el pueblo a
partir del uno de julio de dos mil dieciocho.
La oposición en México ha adoptado el
mismo método que, Lucio Catilina en Roma. No les importa estar a la vista de
todos ya descubiertos sus planes. Se presentan ante el Congreso General de la república,
traman secretamente, abiertamente por medio de todas las formas inmorales como
no dejar desaparecer el viejo régimen priista. Para ello se concertado para
atacar mediáticamente a este gobierno con toda clase de mentiras, calumnias e
insultos. Saben que, de perder esta batalla su fin se acelerará y quedaran sin
esperanza alguna. El destino del viejo régimen político está ya a la vista, la extinción,
pero se imaginan, emulando a Catilina que, pueden volver a sujetar al pueblo
mexicano. No hay tal. Todas las fuerzas sociales, políticas, económicas,
religiosas y demás están desatadas y el pronóstico no les es favorable. Toda la oposición ha quedado vacía, inoperante
y no han logrado entender esta nueva realidad, el pueblo mexicano se liberó de
ellos. Aunque entendieran lo que les hace falta (el apoyo popular), no tienen
la forma de lograr ese apoyo, ese crédito, esa legitimidad gastada durante décadas.
Es inútil que, apelen el apoyo del pueblo. Este no vendrá. Están condenados y sin
remedio como lo estaba Catilina.
Imagino a los organizadores de la marcha
ver con desconsuelo la poca respuesta del pueblo. La desesperación los persigue
por todos lados. Van a estar Los Claudios X, los Gustavos de Hoyos, Vicente Fox,
Felipe Calderón, el priismo, el panismo, los perredistas y algunos despistados
o acarreados. Los medios de comunicación han desatado toda una campaña que, en
este crepúsculo, parece un réquiem para un México que, se ha esfumado ante los
ojos atónitos de propios y extraños. El pasado nostálgico por un Edén para unos
cuantos enmarcado en la antidemocracia es lo único que les queda. “Volverán las
oscuras golondrinas…”.
Esta marcha para que, sea significativa
debe por lo menos llenar el Zócalo de la Ciudad de México para imbuir de cierta
esperanza a la oposición. En caso contrario, toda la algarabía, toda la fiesta “democrática”
y toda la parafernalia no habrá servido más que, como despedida de todo regreso
triunfante. Entonces, deberían aceptar que, gastaron casi todo su capital
crediticio en corrupción, en impunidad, en despreciar al pueblo, en lujos
superfluos, en fiestas con cargo al erario y en una irresponsabilidad sin parangón.
El destino, su destino construido con antidemocracia, ilegalidad, fraudes
electorales e ilegitimidad los alcanzó.
Ojalá y tuviéramos una clase política al
estilo de los antiguos mexicanos, tlaxcaltecas, michoacanos y de tantos otros
pueblos que, hacían gala de la honestidad, de la justicia, de la legalidad, la
legitimidad y compromiso a pesar de toda su problemática conocida, pero no, nos
hace falta madurar como pueblo para que, surjan políticos de nuevo cuño. No
basta con un buen gobierno este rápidamente se corrompe. Hace falta un pueblo
digno, inteligente, educado y decididamente democrático que no se deje engañar
por seudo intelectuales vendidos al mejor postor. Y, eso es posible con mucho
trabajo y esfuerzo. Sacrificio es la palabra.
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