UNA VERDAD INSOSPECHADA: FRENAAA
O tempus o mores: Cicerón
La
nobleza de los pueblos prehispánicos más importantes, eran muy estrictos,
disciplinados hasta el extremo. Muestra de ello, lo son las noblezas de Cholula,
Huejotzingo, Tlaxcala, Texcoco, Michoacán y la mexica. El refinamiento de estas
clases nobles esta fuera de duda. Representaban lo más granado de sus pueblos. Instruidos
en la guerra, la música, la astronomía, la ingeniería, la poesía y demás ciencia
eran los pilares de la estructura social. Se sabe que los mexicas tenían
prohibido el vicio de la borrachera y la pena era la muerte pues daban mal
ejemplo a los demás. No se puede entender el poderío de estos pueblos sin la
disciplina y el saber.
Se
piensa en la barbarie como sello de los pueblos prehispánicos, pero tenían sus
tlamatinime; es decir, el equivalente a los filósofos europeos. Estos sabios
eran los que tenían el saber y lo plasmaban a través de los tlacuilos, los
escribanos. Quien sabe cómo estaban organizados estos pueblos se dan plena
cuenta de lo avanzados que estaban estas noblezas.
Ahora
bien, en esta época tenemos una clase pudiente que se siente como esas noblezas
prehispánicas. Pero, que sorpresa nos hemos llevado ahora que conocemos de
primera mano la clase rica, pudiente económica, es de no creerse se han
mostrado como un conjunto de personas increíblemente ignorante que, desprecia
al pueblo llano y quiere a toda costa ser la clase dirigente en lo político.
En
efecto, son un puñado de personas claramente ignorantes den todos los campos
del saber con una visión torcida y retorcida de la realidad que, se contentan
con expresar que, el actual gobierno es socialista, comunista con claras intenciones
de convertir al Estado mexicano, en una nueva Venezuela o Cuba, sin tomar en
cuenta que, México, teniendo el 80% de su comercio con los Estados Unidos de Norteamérica,
le es imposible, convertirse en socialista o comunista sin caer inevitablemente
en el desastre.
El
pueblo mexicano, creía tener una clase rica, sabía que dirigía la sociedad con el
decoro de las formas y el saber pero nos hemos topado inesperadamente con una clase
pudiente económicamente pero pobre en el extremo de la ignorancia que no
corresponde a los que, teniendo todos los medios para cultivarse, se comportan
como lo que son, una puñado de personas ignorantes, intolerantes, violentas mal
habladas, mezquinas, miserables, sin educación y muchos de ellos totalmente
dañados mentalmente. Es un espectáculo inesperado de conductas miserables que
no deberían corresponder a esta clase.
El
Estado mexicano en manos de este tipo de personas no puede funcionar de la
mejor manera. Están incapacitados para representarse a sí mismos pues deberían tener
tutores y curadores para todos sus hechos y actos. Es evidente que, el
movimiento FRENAAA, no tiene futuro positivo pues no representa una porción significativa
del pueblo mexicano. Imaginen la fuerza del verdadero pueblo acostumbrado a la
dureza, al empuje directo, a vivir en las condiciones más difíciles, que
trabaja incansablemente desde la madrugada o es capaza de manifestarse bajo la
lluvia, o en los días más calurosos con lo mínimo en alimentos o ropa y que
quiere a toda costa un cambio político, económico y por derivación, social.
Simplemente FRENAAA, será arrollado.
No
es Andrés Manuel López Obrador, el único y más importante actor en este cambio,
es el pueblo, en general, el que empuja hacia ese cambio y los políticos, ahora
de oposición, así como la clase rica no entienden que, es el pueblo el que
tiene en sus manos este cambio epocal, generacional y de régimen. Torpemente se
centran en atacar al jefe del ejecutivo federal y en todos sus movimientos se
ven anulados por el pueblo.
El
espectáculo que dan los ricos es muestra del fracaso mexicano como nación y
como Estado mexicano. Son incapaces de tener una idea clara de cómo diseñar y
dirigir un Estado, sus condiciones mentales y físicas se los impiden. Deben dar
paso a nuevos actores sociales y políticos que tengan una idea clara de cómo
reformar el Estado mexicano y como dirigirlo. Simplemente los ricos necesitan
una reforma a fondo si quieren ser partícipes de la dirigencia social y política.
Que tiempos, que costumbres: Cicerón