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EL CONTRATO SOCIAL Y EL
NACIMIENTO DEL ESTADO MODERNO
El Contrato Social supone el abandono del estado de salvajismo, de la ley de la selva, perder la soberanía individual para pasar a la construcción del Estado moderno con una soberanía nacional y el monopolio de la fuerza pública. para la sana convivencia entre los ciudadanos. Han pasado mas o menos cuatro siglos y los resultados no son positivos. La maldad humana va a la cabeza. Se suponía que, el Estado tendría la capacidad de someter a todos los gobernados para evitar todos los excesos. He aquí que, esto no se ha logrado ni hay indicios siquiera de poder lograrse a la larga.
Los mercaderes transmutados en empresarios muchas veces constructores de grandes empresas privadas han logrado imponer a los Estados nacionales su sello propio: las ganancias materiales están por encima de todos los valores morales, las leyes sociales y las leyes jurídicas, incluso que, la vida misma. No importan los murtos ni los seres humanos en pobreza extrema sino las riquezas, el lujo excesivo. La pobreza de la mayoría garantiza la acumulación ilimitada de todo tipo de riquezas, excepto la de los valores humanos. La dictadura de lo material sobre lo intelectual y sobre la vida esta asegurada en este periodo. La dictadura de los superfluo en el arte, en lo intelectual y de las élites está en plena vigencia y el tren e que viaja esta dictadura va veloz y sin escalas.
Estas dictaduras se aseguran mediante el derecho con leyes a modo, estas permiten con toda irresponsabilidad e impunidad abrirse camino a los ricos por sobre los valores de justicia, legitimidad, solidaridad, libertad, igualdad jurídica, justicia social entre otros para acumular la gran mayoría de riquezas nacionales e internacionales. Simplemente no hay poder humano capaz de frenar la decadencia humana. Las grandes trasnacionales contaminan el mundo, lo destruyen, lo sobreexplotan y envenenan a la humanidad, pero todo es legal. No hay tribunales nacionales ni internacionales que, les puedan hacer frente. El derecho lo imponen los más fuertes.
Otro de los medios usados para el sometimiento lo es la ideología. El libre mercado todo lo autorregula sin la necesidad de la intervención del Estado. El Estado es el enemigo de empresarios en franca negativa de pagar impuestos, aunque ellos los cobran a sus clientes. Los políticos afines se llaman libertarios al mismo nivel de los viejos revolucionarios; los primeros luchaban en contra de los gobiernos capitalistas, los segundos luchan contra el Estado, el Estado es su enemigo. Quieren romper la última frontera para que, los pocos inmensamente ricos acumulen más riquezas materiales y manden sin ninguna responsabilidad y con toda impunidad.
La violencia
física mediante armas de todo tipo es otro rubro usado por las élites
sacerdotales, empresariales, militares, sociales y políticas de derecha para
mantener en sometimiento a los Estados nacionales más débiles. No es casual
que, la mayoría de los Estados-nación sigan en la pobreza y la pobreza extrema
mientras sus riquezas nacionales se trasladan a los Estados-nación poderosos. No
venos a las pirámides de Egipto en Londres o Paris porque no han logrado encontrar
el medio de transportarlas.
La
publicidad es el medio favorito para obtener ganancias excepcionales con auténticos
venenos. No es una exageración; ojalá lo fuera. La Coca Cola o la gran mayoría de
productos chatarra han llevado a la humanidad a grados de mortandad nunca
vistos ni con las peores guerras. Allí están los estudios serios, pero no se
detallan por no ser materia de la presente reflexión; sin embargo, se puede
tener acceso a ellos para demostrar lo dicho aquí. Se invierten millones y
millones de dólares con la certeza de recuperar con creces lo invertido sin
importar los muertos o la depredación al planeta.
Por
otro lado, pero en franco paralelismo están los carteles de las drogas
imponiendo su sello a los Estados nacionales fuertes y débiles. No se puede
entender el lavado de dinero de los carteles de las drogas sin la colaboración de
los grupos financieros de los Estados Unidos ni la producción, cosecha, venta y
transporte de las drogas sin la complicidad de los gobiernos.
En el caso mexicano, el arte narco ha jugado un papel importante. Las figuras de los narcos han servido de modelo tanto a pobres como a ricos empresarios en toda su gama para entrar en ese mundo de los delitos. Durante décadas el arte popular nos ha dado cuentas claras del avance del narco en la sociedad con tan solo ver que, los ciudadanos comunes y corrientes, así como ciudadanos de clases sociales altas adoptan e idolatran a los grandes capos de las drogas. Todos felices con premios nacionales e internacionales a este arte narco.
Pues
bien, tenemos más o menos cuatrocientos años de un Contrato Social ya agotado. A
la mayoría nos debería interesar y por lo mismo, deberíamos intervenir en la creación
de un nuevo Pacto social y el nacimiento de un nuevo Estado nacional que,
responda a las nuevas circunstancias, hechos y actos. No hacerlo solo contribuirá
a mantener el desastre como ruta en nuestras vidas. Claro, eso debería llegar a
los diversos pensadores, abogados, sociólogos, filósofos y por último a los políticos
y gobernantes.