LA CUARTA
TRANSFORMACIÓN Y LA SOCIEDAD
El
pueblo mexicano en todo tiempo ha buscado su identidad, su libertad, la
justicia, la legalidad, la legitimidad y todos los valores sobre los que,
descansa la vida misma. En esta Cuarta Transformación pasa exactamente lo
mismo. Si este cambio de época pretende ser autentica los cambios deben llegar
al pueblo y ser el pueblo el motor de estos cambios. Es muy importante que,
esta Transformación haya ganado la presidencia de la república, veintidós
gubernaturas, la mayoría simple en el Congreso General y muchos Congresos
Locales y un buen número de municipios. Se está creando, en buena medida, una
nueva clase con nuevos políticos, pero muchos de los viejos políticos que,
pertenecían a los viejos partidos como el PRI y el PAN están logrando colarse a
MORENA y a este gobierno. Eso puede frenar o desviar esta Cuarta
Transformación. Francamente los casos son muchos y, llegan al poder algunos
como Lilly Téllez o German Martínez para después irse como oposición y ser
críticos rabiosos. ¿Qué hay de la gente que, trabajó buena parte de su vida en
la base y se le ha dejado fuera no solo de los puestos públicos sino de esta
Transformación?.
Una
transformación que no llega al pueblo llano y donde ese pueblo llano no puede
participar no cumple con su principal objetivo. No basta con crear una nueva
clase política y que, esta se instale como rectora de la democracia.
Volveríamos a repetir uno de los más graves problemas que no atendieron las
anteriores transformaciones, la igualdad no solo jurídica sino real. Son los
propios ciudadanos quienes, organizados, deben decidir que, forma de gobierno
debe regir la convivencia ciudadana y quienes realmente deben ser sus
representantes populares y quienes sus gobernantes.
Si
no hay una transformación desde abajo esta Cuarta transformación habrá
fracasado en lo principal para postergar la justicia social. ¿Qué
transformación es esa en donde se invita a los ciudadanos a trabajar por un
cambio y se les imponen candidatos a todos los puestos públicos?. No habrá
justicia social mientras no se le permita al pueblo elegir sus propias
autoridades. Los ciudadanos no deben ser instrumento de los gobernantes sino
verdaderos participantes de la democracia. No más democracia representativa
absoluta. Se requiere democracia directa, política viva en donde los ciudadanos
sean quienes decidan. No más imposiciones. Dice el artículo 39 constitucional
que, todo poder emana del pueblo y se instituye en beneficio de este, pero se
encuentran mil formas de mantener a ese mismo pueblo como mero instrumento de
los políticos para llegar al poder. Ciudadanos de cada tres o seis años es lo
que quiere esta nueva clase política imitando a las anteriores. Los ciudadanos
deben unirse y organizarse para impedir que, se forme una nueva clase política
que, se perpetúe en el poder. A eso no puede llamársele democracia. Los
ciudadanos sin poder político son meros medios para los gobernantes. La lucha
es por la democracia, la justicia social y todos los principios rectores
inherentes. Esto no se debe olvidar,
No hay comentarios.:
Publicar un comentario