DOCE DE OCTUBRE DÍA DE LA RAZA
La
historia de lo que hoy es América, esta llena de desatinos dignos de exhibir.
El doce de octubre se dice es el día de la raza. Esto tropieza y cae al vacío
por su propio peso muerto. No existen las razas. Esto es un prejuicio. Para que
existieran razas todos los pueblos existentes de seres incluyendo a la especie
humana, deberían provenir de diversos orígenes, pero se sabe que todo lo
existente tiene un mismo origen. Filósofos como Aristóteles buscaban ese motor
que mueve todo sin moverse ni ser movido y que sería el origen de todo. Al
respecto Carlos Darwin escribió su obra “El origen de las especies”, (1859) y
no de las razas.
Los
científicos modernos y los actuales han mostrado y demostrado como todos lo
existente está íntimamente vinculado. Los médicos estudiosos del Ácido
Desoxirribonucleico (ADN), han descubierto que entre ratones, simios y personas
los mismos comparten en muy latas proporciones el ADN lo que se deriva de un
origen común. Es evidente que, celebrar el día de la raza es un equivoco al que
no se le debe prestar atención y seriedad.
En
este mismo contexto, es una mentira que con la llegada de los europeos se “descubriera
este continente”. Eso es tanto como decir que, los habitantes de esta parte del
mundo no tuvieran conciencia del lugar donde habitaban y de su propia
existencia. Pueblos como incas, mayas, toltecas, mexicanos entre otros han
dejado pruebas de tener conciencia de los lugares en donde vivían, así como de
sus existencias. Es un error creer que, lo que hoy es América debe su existencia
al descubrimiento. Que los europeos no hayan tenido antes del doce de octubre
de 1492 idea siquiera de la existencia de esta parte del mundo no los acredita
para pasar como un descubrimiento.
La
llamada civilización que hacen los europeos sobre los pueblos nativos es otra
falsedad. Los pueblos naturales tenían sus propias culturas y civilizaciones
con todas las problemáticas inherentes a la especie humana, pero de manera
alguna se pude decir que, con la llegada de los europeos se haya civilizado
esta parte del mundo. Las más altas expresiones científicas como en los mayas, artísticas
como los mexicanos, toltecas y demás pueblos dan pruebas más que suficientes
para estimar el refinamiento de estos pueblos y también su barbarie. Es falso
que se haya venido a civilizar a estos pueblos. Mas bien se les vino a explotar
y el despertar de sus conciencias a través de muchos años dio como fruto el
nacimiento de diversos Estados nacionales.
Con
respecto a la religión católica no puede decirse que, es una religión decadente,
misma que no merece ser ni creída y mucho menos practicada pues no tiene
ninguna base real. Por el contrario, bien se puede ver como Huitzilopochtli es
el reflejo de la fiereza y crueldad del pueblo mexicano entre otros. En el otro
extremo tenemos a 1quetzalcoatl que representa los valores del bien, en general.
Tenemos pues el mal y el bien si se quiere representar simbólicamente desde la visión
occidental.
Es
evidente el discurso ideológico franquista, de derecha extrema sobre imponer el
doce de octubre como el día de la “Hispanidad”. Bueno queda claro en esta palabra
toda la falta de identidad en los gobiernos de derecha en España. Si ellos
quieren celebrar el doce de octubre como su día, están en rodo su derecho, pero
no van a lograr imponer ese día como una celebración para todos los demás pueblos
a los que explotaron, masacraron y vejaron durante siglos porque es indigno no
solamente para estos pueblos sino para toda la especie humana. No se deben
festejar los inicios ni los hechos atroces en los que se fundó un imperio.
La
mayoría de los españoles opinan desde la ignorancia y con un orgullo mal
fundamentado sobre Latinoamérica y se creen el cuento del encuentro
civilizatorio de dos mundos. No hay tal. Lo que después resulto ser el pueblo
español no fue y es mas que una pequeña parte de lo que ahora es México. Imagínense
todos los pueblos que existían y que, por buena fortuna existen como riqueza
cultural del Estado mexicano.
España
debería sentirse orgullosa de los aportes culturales y de todo tipo que
hicieron los fenicios, los cartagineses, los romanos y los árabes entre otros
pueblos. Ellos los forjaron, lo quieran o no, lo acepten o no. Cierto es que,
el pueblo mexicano recibió esas culturas de manera mediática y no tenemos porque
negar las aportaciones españolas, pero no debemos aceptar dócil y mansamente
esas ideas erróneas. Nuestras raíces se hunden profundamente en nuestros
pueblos antepasados a pesar de los nombres españoles, los apellidos españoles y
de otra índole. Y, esto sin rencores ni con el animo de que, le vaya mal a
España, no, nuestros caminos se han separado tanto que difícilmente vamos a
congeniar o a convivir como derivados de España de manera principal o de manera
ideal. El pueblo mexicano debe escuchar su llamado a ser y como derivado de
toda su riqueza cultural.
El
problema de México no es su identidad hispánica, una parte mínima, pero
importante, pero no fundamental como para enfrascarnos en dimes y diretes. Los
españoles de derecha deben reconciliarse con su pasado y fincar, si es que lo
creen necesario, su identidad hispánica en su pasado europeo, un hecho positivo
y no en el saqueo y masacre de los pueblos originarios de Latinoamérica, un
hecho negativo. Huitzilopochtli y Quetzalcóatl junto a los demás dioses los saludan
desde aquí como símbolos de las raíces del pueblo mexicano.