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domingo, 31 de mayo de 2020
HOMO SAPIENS: NUEVA MISIÓN
viernes, 22 de mayo de 2020
NUEVO ORDEN MEXICANO
viernes, 15 de mayo de 2020
MOTIVOS PERSONALES (RESISTIR, PERSITIR Y NUNCA DESISTIR)
MOTIVOS
PERSONALES (RESISTIR, PERSISTIR Y NUNCA DESISTIR)
Los efectos del Coronavirus son imprevisibles y
para muchas personas es una desgracia y eso es verdad; estar en una situación
precaria de estar solas es interesante. ¿Qué hacer?. Este rompimiento social,
pues es un rompimiento entre los que tienen los medios económicos y los que
viven de su exclusiva fuerza de trabajo. Por un lado está la salud personal, de
la familia e hijos, en segundo lugar está la pandemia del Coronavirus y por un
tercer frente las autoridades con sus medidas sanitarias; en todo caso, no es
fácil decidir pero el instinto de supervivencia toma, en la mayoría de estos
casos, el control. Imaginé que esto iba a ser difícil y lo es por diversos
motivos. He empeñado así todo lo que tengo y los préstamos con clientes y
amigos es difícil; tal y como lo es en estos casos. Los últimos ahorros se
gastaron y lo último que gané lo deposité a personas cercanas a mí y eso es
todo.
Fácilmente he bajado de peso unos cinco kilos; lo
que es bueno. Sin embargo, nunca he sido una persona que se quede en casa o en
la oficina. Por buena fortuna he vivido en las calles, dormido bajo el cielo
raso y en condiciones que podríamos llamar “infrahumanas”. No creo haber vivido
en las peores condiciones pues siempre hay gente que la pasa peor. Así que un
día sin comer no significa mucho. Esto me recuerda mi adolescencia con la
diferencia de tener toda la experiencia recogida por los caminos.
Durante una buena parte de mi vida trabajé en
restaurantes y taquerías, en donde aprendí a cocinar una gama de productos
alimenticios. Recuerdo vívidamente que, se nos dieron diversos cursos y estuve
a punto de seguir la carrera en la gastronomía para convertirme en “Chef” pero
llegó primero la carrera de Derecho y hacia el litigio me decanté. Me ha ido
relativamente bien económicamente y no deseo más de lo meramente necesario para
vivir. No me atraen los lujos ni las propiedades. No poseo cosa alguna a mi
nombre ni por interpósitas personas. Considero la salud, la inteligencia, la
fuerza, el saber cómo los mayores tesoros personales; lo demás
secundario.
Estar aislado me provoca depresión y quizá hasta
locura. Por ello decidí volver a la lucha diaria. Ahora bien, ¿Dónde empezar?,
precisamente donde me quedé; en la gastronomía. La comida es un tesoro. Así
que, con otro esfuerzo he iniciado un pequeño negocio de comida siguiendo todos
los protocolos de higiene, de calidad, de servicio y de todo lo que necesita el
ramo en todo tiempo y más en las presentes condiciones. Por suerte recibí todos
esos cursos que ahora me son indispensables. Tuve un par de negocios que tuve
que dejar por seguir después la carrera de Filosofía. En efecto, el saber
teórico unido al práctico me ha sido muy provechoso y no dejo a un lado el
aprendizaje de los errores cometidos. El primer negocio va viento en popa; el
segundo tendrá que ser en dos meses a lo sumo. Hay que dirigir a las personas
hacia el esfuerzo, a que no desesperen. Es hora de poner en práctica el Derecho
para lidiar con las autoridades y la Filosofía vital para ver hasta donde esa
teoría puede llegar y después, la vitalidad.
Es gratificante volver al dinamismo dentro de la
pasividad cuidando la salud hasta donde es posible. He tenido días de una sola
comida pero eso no es siquiera importante; lo importante es volver al estudio y
salir aún más fortalecidos, ya no depender exclusivamente de la práctica del
Derecho sino diversificar los ingresos. Tengo en mente algunos proyectos que
pueden resultar y que había dejado inconclusos. Recuerdo a los mexicanos
antiguos que hicieron un imperio con tanto valor que eclipsan nuestro presente
de manera permanente. La nobleza mexicana era delas mejor constituidas; hay que
investigar su Estado, sus instituciones en el Derecho, la Filosofía, en su
Axiología, en el arte, la Economía y en lo Social para poder darse una idea de
su grandeza. Las fuerzas especiales que tenían eran impresionantes: Los
guerreros ocelote y los guerreros águila[1],
eran la columna vertebral de su poder de su dominio de si y de los demás.
Fueron de cero a nueve.
En este drama y hasta tragedia[2]
mi tragedia en el sentido griego y mexicano es saber que no hay un sentido
predeterminado por una entidad metafísica sino que, el sentido de la vida es
personal y radicalmente terrenal. Es una maravilla haber despertado del sueño
dogmático de vivir cuadrado. Y aquí vamos una vez más.
[1]
Los guerreros ocelote y los guerreros águila, representan lo que Federico Guillermo
Nietzsche, llama súper hombres con la voluntad del poder como sello propio.
[2]
En la tragedia griega, si no hay lucha contra las circunstancias sociales, políticas,
económicas, históricas y de todo tipo no hay tragedia ni héroes que cambien su “destino”;
es decir, vivir luchando contra todos los obstáculos.