lunes, 18 de noviembre de 2019

VIDA Y DOGMA



 VIDA Y DOGMA


La falta de razonamiento profundo les corresponde a los conservadores pues la base de su vida es la religión, comúnmente católica que se basa en los dogmas desde el Génesis hasta el Apocalipsis y no hay forma de hacerlos entender. Y, no es porque los demás sean más inteligentes sino por un adiestramiento paternal y de toda la sociedad desde la infancia y un renunciamiento activo o pasivo después. Ha quedado anulada o desviada la capacidad intelectual y torcida la moral a grados irreparables.

Imaginen ¿qué sería de los seres humanos sin el suave y no tan suave pero firme adiestramiento en la religión desde la infancia?. Sería casi imposible engañarlos después. Pero a la gran mayoría se le somete a este método destructivo de la personalidad. De ahí, en adelante se negará la realidad y se amará hasta el sacrificio o los delitos más atroces esas ideas implantadas sin que los individuos siquiera los sospechen. Si en algún momento algún sujeto se llega a percatar de su situación será un momento atroz pero indescriptible.


domingo, 10 de noviembre de 2019

SOCIEDAD Y GOBIERNO EN MÉXICO



SOCIEDAD Y GOBIERNO EN MÉXICO 

El cambio de régimen político, decidido electoralmente, el 1 de julio de 2018, tuvo factores tanto externos como internos y de muy variados rubros; económicos, sociales, culturales, artísticos, políticos entre otros que moldearon la moral sobre la que se iba a crear el cambio. La base del cambio de régimen político se fraguo durante mucho tiempo, incluso, los gobernantes priístas sabían de la necesidad del cambio moral en el gobierno (Miguel de la Madrid Hurtado 01/12/82-30/11/88), que fue el que más énfasis puso en ello. Puede parecer un despropósito situar el cambio de régimen en muchos sexenios atrás y en la moral; sin embargo, esto es así, los cambios sociales, políticos y económicos se construyen durante mucho tiempo y están conectados formando una unidad, un todo. 

Ese todo que es la realidad para su estudio los seres humanos la descomponemos en parcialidades para su estudio y comprensión, pero de común se comete el fatal error de aislar las partes y se termina por no entender ni la parte y menos el todo. Esto pasa en política, se cree que lo político se rige exclusivamente por los hechos y actos políticos cuando esto no es así. El cambio de moral tantas veces buscada para mantener el régimen no se dio, sino que, se construyó una moral que terminaría derrumbando el Presidencialismo de una vez y para siempre. Las cúpulas priístas no quisieron o simplemente no pudieron parar su propia corrupción y fueron arrollados por el cambio.

La voluntad general o que es lo mismo la soberanía popular se manifestó en las elecciones del 1 de julio de 2018, pero como manifestación pasa lo extraordinario; esa voluntad sigue vigente, no se ha manifestado y retraído a su pasividad habitual; ha continuado activa; con ello, se está garantizando la vida y continuidad del cambio de régimen político-social y la desaparición de anterior, así como del Partido Revolucionario Institucional. Está claro que, los usos del discurso oficial respecto a los ideales revolucionarios podrán seguir en el calendario del gobierno, pero ya no son sentidos vigentes; es decir, propios del gobierno. Ahora bien, fueron los gobiernos priístas y panistas los que propiciaron el desuso de esta ideología oficial. Quiérase o no estos dos partidos son tan responsables del cambio como sus opuestos y se debe entender que, los movimientos de cambio no son claros, perfectos o ideales sino reales con todas sus virtudes y defectos de todo tipo.

Ha pasado que la sociedad civil ha sepultado al régimen priista en ejercicio de su voluntad soberana y esto es la mitad del trabajo pues es menester que, esa misma moralidad se extienda hacia la misma sociedad civil. Al gobierno le compete funcionar en la medida que lo marca la ley y, a los gobernados el cumplimiento de la ley, pero más aún, un comportamiento moral, tanto en lo privado como en lo público. Sin este requisito es imposible que se logre el propósito de salir de esta terrible crisis estatal.

La reconstrucción del Estado mexicano pasa por la reconstrucción del tejido social impidiendo que unos cuantos sigan acumulando de manera arbitraria, sin límites la riqueza pues eso genera pobreza en la misma proporción. En este hecho está basado el actual sistema económico-político-social; unos ganan legalmente grandes riquezas y la mayoría se le impide legalmente acceder a los servicios básicos. El resultado, el descontento social.

Uno de los medios para remediar este mal es la educación de calidad. Hasta ahora, el modelo educativo ha sido un desastre; en consecuencia, se crean técnicos y profesionistas que no tienen la calidad requerida para solucionar adecuadamente los problemas a los que se enfrentan. La consecuencia, la mediocridad en la técnica y las ciencias. Si los técnicos y, profesionistas no logran entender los problemas y en consecuencia, darles solución; el resto del pueblo seguirá la misma suerte, la ignorancia. Sin tener clara la realidad no se puede elegir lo mejor y sin esto, adiós buen futuro.

No es suficiente que, se cambie de régimen político y que el gobierno vaya saneando la corrupción desbocada sin que la sociedad en su conjunto tome consciencia de su ser y participación en la determinación del Estado mexicano. Para ello, es necesario que, la sociedad mexicana deje de ser pasiva y se torne activa con un mínimo de conocimiento de la realidad en su conjunto y en especial, de la política. En la medida en que, la sociedad participa en política, se evitan excesos por parte del gobierno, en caso, contrario, se le deja el camino a los corruptos.

En política democrática, no debe haber un divorcio entre el gobierno y la sociedad; sin el apoyo consciente de los ciudadanos se puede gobernar, pero no construir un Estado fuerte que someta a los grupos criminales y delictivos que existen como rivales del gobierno y superarlo si es posible.

En resumen, la reconstrucción del estado mexicano, debe hacerse con el buen gobierno y la participación consciente de la sociedad civil con base en las leyes jurídicas y las normas morales en una escala en que la vida, la solidaridad, el respeto a los otros, la preservación de la naturaleza, los minerales, las diversas especies de flora y fauna; en fin, de todo el planeta.

Antaño, la democracia se reducía a ir a votar para complementar la simulación democrática; hoy, es imperioso que los ciudadanos sean educados de manera integral para que se vuelvan activos en todos los ámbitos de la vida, pero fundamentalmente en lo público. Un nuevo tipo de mexicano es necesario y su creación está íntimamente ligada a la realidad de los Estados Unidos de Norteamérica.

miércoles, 6 de noviembre de 2019

LA REPÚBLICA MEXICANA Y SU CONSTRUCCIÓN DEMOCRÁTICA



LA REPÚBLICA MEXICANA Y SU CONSTRUCCIÓN DEMOCRÁTICA

Desde la independencia política de México, el pueblo mexicano o mejor dicho las clases políticas no tuvieron la visión clara de que tipo de Estado y de gobierno debería regir; los conservadores de todo tipo querían una monarquía y los liberales de todos los tipos se decantaban por una república; esta era por momentos centralista y en otras, federalista sin que una forma se impusiera, en definitiva. En todos los intentos de imponer un régimen democrático se ha fallado pues desde la independencia hubo gobiernos caóticos; el periodo de consolidación del Estado mexicano con Benito Juárez, no se pudo poner un dique al poder personal y el pueblo cayó bajo la dictadura de Porfirio Díaz y la revolución contra la dictadura personal de Díaz, dio paso a la dictadura del partido único de Estado.

Es bien sabido que el gobierno ha sido el campo de batalla de las ideas de los más grandes filósofos. Platón expone sus ideas en su obra “La República”, en donde sostiene que lo mejor y que termino siendo ideal, es que, gobiernen los más sabios o que los que gobiernen se vuelvan sabios, es decir, filósofos pues los más brutos en el gobierno impiden una sana convivencia entre los seres humanos. Aristóteles hace otro tanto en su obra “Política”, en la cual analiza las formas de gobierno y sus desviaciones. En este tiempo la política y la ética están de la mano.

Es hasta la aparición del libro que comúnmente se conoce como “El Príncipe” de Nicolás Maquiavelo que se separan la ética y la política. La obra es la más importante de su época y lo sigue siendo; espanta a los timoratos pues trata los temas desde el punto de vista meramente político sin tomar en cuenta los valores en aras de un gobierno fuerte, solido con el fin del orden y la forma puede ser monárquica o republicana, según la asiente a los pueblos. Pero si se proponen ideas políticas de orden es porque hay desorden y eso pasaba precisamente en la época en que vivió Maquiavelo.

José Ortega y Gasset, el gran filósofo español sigue todos estos pasos de Platón y llega a la conclusión de que, los políticos en general son ignorantes, pero se separa de las ideas del griego pues piensa acertadamente que, la materia de los políticos es el uso correcto del poder y no el saber, campo de los sabios. Entonces, el gobernante no debe ser un sabio (claro, tampoco un lerdo en grado sumo), sino un ser humano que sepa hacer uso del poder y en el caso mexicano en la democracia a la que ahora se puede transitar. Ese es el punto más importante que tienen las clases políticas contemporáneas.

Ahora bien, si se analiza el nuevo gobierno se llega a la conclusión de que no tiene un plan integral de reforma al régimen político que sea base del Estado mexicano con las características de ser una república democrática en donde el pueblo sea el único soberano como lo señala el artículo 39 constitucional y que es parte del pensamiento filosófico político de Juan Jacobo Rousseau. Este principio de soberanía ha sido escamoteado durante toda la historia del Estado mexicano pues el pueblo ha sido en general un comparsa de los gobernantes en turno.

En efecto, la soberanía popular ha sido fragmentada en el artículo 40 constitucional que mandata: “Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una República representativa, democrática, laica y federal, compuesta por Estados libres y soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior, y por la Ciudad de México, unidos en una federación establecida según los principios de esta ley fundamental”. Es evidente que, los políticos no tienen la mínima idea de que esto da pauta para que los gobernantes de los estados o de la Ciudad de México, se crean “soberanos” “virreyes” al tomar los términos “Estados libres y soberanos” para impedir que los órganos federales intervengan como vigilantes del buen gobierno pes alegan una vulneración de la soberanía del estado que gobiernan,

Por si esto no fuera un exceso contra la soberanía popular y el buen gobierno el artículo 41 constitucional señala: “El pueblo ejerce su soberanía por medio de los Poderes de la Unión, en los casos de la competencia de éstos, y por los de los Estados y la Ciudad de México, en lo que toca a sus regímenes interiores, en los términos respectivamente establecidos por la presente Constitución Federal y las particulares de cada Estado y de la Ciudad de México, las que en ningún caso podrán contravenir las estipulaciones del Pacto Federal”.  Indebidamente se llama Poderes a lo que son Órganos pues cualquiera que se precie de saber sobre Derecho constitucional, sabe perfectamente que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, está compuesta de la parte dogmática y la orgánica; así, en concordancia son órganos y no poderes el legislativo, el ejecutivo y el judicial y lo que tienen son facultades, funciones o atribuciones para ejecutar los mandatos que tienen pero no son soberanos y no son poderes sin funcionarios públicos que únicamente deben hacer lo que la ley les señala.

Para terminar de agravar no solo las ideas políticas sino dar al traste con el buen gobierno y evitar la corrupción total del Estado, el articulo 49 preceptúa: El Supremo Poder de la Federación se divide para su ejercicio en Legislativo, Ejecutivo y Judicial. Las ideas políticas de Montesquieu pues eso son las ideas que de filosofía política que se tratan en estos dos artículos constitucionales (41 y 49), no tienen malas intenciones pues nuestro pensador quería un gobierno eficiente y con los tan trillados “pesos y contra pesos” para evitar la corrupción y los excesos. Han sido las clases políticas mexicanas las que han logrado corromper dichas ideas y lograr apropiarse la soberanía popular como base de gobierno con exclusión del pueblo. La falta de pensadores de un nuevo modelo propio de régimen democrático como base del Estado mexicano se ha traducido en copiar y degenerar las ideas extranjeras para beneficio de grupo y de casta política divina.

Bien, esto es lo que el nuevo gobierno debería reformar para que el único y verdadero soberano, el pueblo, no vuelva a perder su soberanía, recién recobrada pero que se puede perder en cualquier momento. No se conoce un plan integral de reforma de todo el Estado para afianzar la democracia efectiva y evitar que los políticos corruptos vuelvan al poder público y se hagan únicos beneficiados directos de la cosa pública (Res publica).

Que la república sea bien constituida es problema y tarea de todos y parece que se construya como “centralista”, no es buena idea, aunque tenga la buena intención de limitar la corrupción y excesos de los gobernantes de las partes constitutivas de la federación. Seria si, muy bueno que haya un órgano o institución que fiscalice y vincule a los corruptos del nivel de gobierno que sea a juicio según sea su delito cuando existan los elementos puramente jurídicos con exclusión de lo político.

Finalmente, reitero que le trabajo es de todos pues lo público es general y los ciudadanos deben ejercer sus derechos políticos de manera activa y no de forma pasiva como hasta ahora. La práctica política de los ciudadanos elevaría la calidad tan magra de los políticos que siguen siendo sinónimo de ignorancia.