Hay teólogos que se ocultan de nosotros, llamándose filósofos. Su única labor consiste en unir con prejuicios la fe y la razón. Se toman este pasatiempo muy en serio, son incansables. En poco tiempo muestran sus productos con tanto adorno que es imposible a simple vista descubrir lo que ocultan. Sin embargo, basta con una mirada para darse cuenta de la fea unión de cosas reales con ficciones y dogmas. Inmediatamente sospechamos que es una broma y así se los tomamos. Como reacción tenemos caras furiosas y bocas con espumarajos por no tomar en serio sus propuestas sin sentido. Esos teólogos son incansables regresan a su taller a volver a descoser para volver a coser con el hilo de los prejuicios la fe y la razón.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario