REPÚBLICA Y DEMOCRACIA EN MÉXICO
Sería
bueno que la oposición dijera que entiende por república y democracia. El
primer término tiene raíces latinas. Res que significa “Cosa” y publica que
significa a su vez “Pública”. En consecuencia, la República es la “Cosa pública”
la que es de todos y de ninguno en particular. Los Estados Unidos Mexicanos
constituyen una República en la cual todo lo público pertenece a todos y a
ninguna persona o grupo en particular; es decir, se contrapone a la Monarquía antigua
en donde todo pertenecía al rey y a la nobleza y ningún bien al pueblo.
Lo
anterior, nos lleva a la conclusión de que, en la república mexicana se ha
pervertido el sentido correcto de dicho termino porque desde la creación del
Estado mexicano constituido en una república han sido las élites económicas, políticas,
militares, sociales y eclesiásticas las que se han apropiado de la cosa pública
para su propio beneficio con exclusión del pueblo mayoritario. Esto anula en la
práctica a los ciudadanos para tenerlos como un rebaño para trasquilar u
ordeñar a placer sin ninguna paga o derecho.
El
concepto de democracia por su parte tiene raíces griegas. Demos significa “Pueblo”
y Kratos “Poder”. Es decir, democracia significa el gobierno de la mayoría con el
respeto a las minorías. Pero en México esto no había sucedido hasta el 2018
cuando la voluntad del pueblo soberano impuso la democracia hasta entonces
ausente. El Partido Revolucionario Institucional (PRI), por muchas décadas evitó
de todas las maneras posibles que se implantara la democracia. Al llegarle la decadencia
al PRI, se les unió, en el año 2000, el Partido Acción Nacional (PAN), para
impedir la democracia Finalmente se les une el Partido de la Revolución Democrática
(PRD).
Esta
alianza PRI, PAN y PRD tratan de mantener la república y la democracia para el beneficio
de las élites económicas, militares, sociales, políticas y eclesiásticas; es decir,
una minoría compacta sin que, la mayoría del pueblo pueda participar realmente
en la vida política de la simulada república. Es decir, tienen intereses
contrarios a la mayoría del pueblo para hacer efectiva tanto la república como
la democracia. Esto conlleva a la anulación de las leyes justas, a la libertad,
la igualdad, la legitimidad, la justicia social y al desarrollo de los seres
humanos en toda su plenitud pues quedan en estado de siervos que, deben votar
cada tres o seis años y después esfumarse hasta las próximas elecciones.
Por
ello, resulta en mentiras sus declaraciones de estar luchando por la república,
la democracia, los órganos de gobierno, las instituciones y demás dependencias
de gobierno. Su “democracia” es una farsa. La única y verdadera republica es
aquella en la cual todos pueden participar de manera directa y efectiva. De la
misma manera, la única y verdadera democracia es aquella en la cual la mayoría decide
el rumbo que debe tomar el Estado mexicano, siempre en beneficio de todos con
respeto a las minorías.
Las
verdaderas intenciones de la alianza PRI, PAN y PRD es devolverle el poder a
las élites económicas, militares, sociales, políticas y eclesiásticas para
volver a someter al pueblo y así, poder seguir con las privatizaciones sin que
tengan contratiempos a mediano o largo plazo. Véase el periodo Neoliberal (194-2018).
Todo se privatizaba sin consulta alguna al pueblo y en todo este tiempo los
errores como el llamado “error de diciembre” de 1994, se le cargaba al pueblo
tal y como sucedió con el Fobaproa, hoy Ipab, mediante el cual se salvó económicamente
a los banqueros y ricos con cargo a los más pobres. De todo este desastre no
hay culpables. Es por eso por lo que, el pueblo democrático se debe regir por
la verdadera república y la real democracia sin prestar oídos a las élites ya
mencionadas.
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