jueves, 12 de enero de 2023

EL PUEBLO MEXICANO ACTIVO

 

 EL PUEBLO MEXICANO ACTIVO



El año dos mil dieciocho fue un año crucial para la democracia. El pueblo consciente inició una transformación de dimensiones aún desconocidas en su alcance y dirección. ¿Por fin se logrará entrar a la democracia real y efectiva?. ¿Dejará el pueblo de ser un mero espectador en la política o seguirá el mismo destino que hasta ahora tiene?. Responder estas preguntas cruciales es parte de descubrir por lo menos someramente al nuevo mexicano. Si, al nuevo tipo de mexicano que ha surgido con una fuerza inusitada al grado de haber minado las bases de un sistema político que, se creía indestructible. El priista.

 

Todas las fuerzas reaccionarias se han opuesto a la democracia en México: las élites económicas, la iglesia y partidos como el Revolucionario Institucional (PRI), el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), han sido los obstáculos para destruir o, por lo menos minar para avanzar en la democracia. Se ha dicho hasta el cansancio que, hay una democracia en México. Esa democracia es funesta porque es representativa y eso significa tener ciudadanos pasivos al grado de no incidir en la vida pública. Se usa a los ciudadanos para ir a votar cada tres o seis años y durante esos intervalos son invisibles y pasivos. Vota y ve a tu casa y déjanos la política a nuestra entera disposición. Esto genera la falta de entrega de cuentas a los ciudadanos tanto por la pasividad como por no haber un mecanismo adecuado para ello.

 

Hace falta pasar de la democracia representativa tan favorable para las élites económicas, la iglesia y partidos ahora de oposición a la democracia en donde haya mecanismos directos para que, los ciudadanos puedan ejercer su derecho a participar en la política. Ese es el reto y a eso es a lo que, se oponen los enemigos del pueblo. Si el pueblo mexicano logra ponerse por encima de los partidos políticos podrá decirse que, es soberano y determina la forma de gobierno, la política misma. En caso contrario, se habrá perdido una valiosa oportunidad para ingresar a las ligas mayores de la democracia.

 

Lo interesante es saber que, el pueblo mexicano tiene un tipo nuevo de ser humano ya no identificado con el viejo sistema político sino interesado en crear un régimen político dependiente del pueblo y no exclusivamente de los políticos. Esta coyuntura está pendiente de ser clarificada y fincada. De esto depende la vida del pueblo mexicano. El pueblo mismo debe verse desde fuera en un ejercicio de análisis de su ser. Debe esculpirse a si mismo de tal manera de no ser una creación ajena sino propia. Hasta ahora ni el pueblo mexicano a logrado descubrirse ni ha sido descubierto por los intelectuales. Octavio Paz y sus mejores alumnos no son más que bufones en busca de relumbrón, pero ajenos a la verdad. Esta llamada intelectualidad no son más que una vergüenza nacional. La búsqueda debe continuar una y otra vez porque lo que es el mexicano en un momento en la actualidad cambia con una rapidez huidiza. Eso es lo que no han entendido los políticos ni los abogados y filósofos. Con todo, ese devenir se dará se quiera o no. No hay forma de voltear y evitar mirar la realidad. La realidad nos mira sin compasión.

 

¿Qué nos depara el futuro?. Lo que hacemos hoy, será la base de lo que, encontraremos. Esperamos encontrar un tipo de mexicano libre de sus dogmas y prejuicios para alcanzar metas aplazadas por cientos de años. Se necesita valor sin límites para dar entierro a todo un pasado inmediato de vergüenza. Pero no solo se debe desear sino derramar incluso lagrimas por la mutilación perfecta de todo ese tumor hasta ahora enquistado. Romperse no es tan fácil y la reconstitución es aun de mayor dificultad. ¿Montaremos las olas como verdaderos artistas del peligro o nos hundiremos en nuestro pasado?. Afortunadamente tengo esperanza de ver y participar en estos juegos tan de alta peligrosidad. No buscamos nuestro futuro, lo construimos como verdaderos seres humanos conscientes de la realidad macro y micro. Física de lo enorme y mecánica cuántica. Realidad política y publica imbricada en la vida misma. Y ¿Qué más?. Todo eso lo podemos hacer como pueblo activo.