LA
VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES, SU ORIGEN, DESARROLLO Y CONCRECIÓN
La
violencia contra las mujeres en el cristianismo, por lo general, tiene su
origen en la misma religión. De eso no hay duda. Basta con leer la Biblia y en
especial el Génesis para corrobóralo. El hombre fue creado a imagen y semejanza
de Dios y por ello, tiene contacto con lo divino. La mujer fue creada de la
costilla de Adán. No fue creada del corazón ni del cerebro sino de una costilla.
Por favor. Vaya mito. Por si esto fuera poco. Al momento de enfrentarse Adán
ante Dios por haber osado comer del árbol del fruto prohibido, este culpa a Eva
del pecado.
¿Cuál
fue la actitud de Dios?. Es evidente que, Dios sabia la verdad pues en el caso
contrario no sería Dios. No tenia por que preguntar, pero preguntó. Sabe que,
Adán es tan responsable y culpable como Eva, pero además un pusilánime, un
cobarde por no defender a su mujer. Un hombre inmediatamente saldría en defensa
de su mujer. Adán no lo hace y con esto pone a Eva en capilla para ser sentenciada
por toda la eternidad y junto con ella todo el género femenino. De esta manera
se excluyó a las mujeres de la igualdad, se les condenó a ser objetos y en el
mejor de los casos personas de segundo y ulteriores grados. Se salva a Adán por
estar hecho a la imagen y semejanza de Dios, se condena al derivado del hombre,
hecha de una de sus costillas. En todo caso Eva es propiedad de Adán por haber
sido hecha de una de parte de su ser. Que cuento tan miserable. No deja en
buena posición ni a Dios ni al hombre. Que par de granujas desalmados.
Se
creo la iglesia a imagen y semejanza de esta engañifa. Los hombres en las
cúspides de cada estrato de mando con el Papa en la cúspide y las mujeres en la
base para ser usadas como sirvientas. Esto no quedó allí se extendió
gradualmente a la sociedad hasta moldear a la familia bajo este modelo. Las
mujeres siempre en la base pagando el pecado original. Una maldición humana
revestida de sagrada. ¿O en verdad creen que esta patraña es divina?. Por
favor. No es mas que, perversidad masculina.
Ahora
bien, el machismo está claro en esta narrativa. En toda la sociedad e
instituciones los hombres dominando, las mujeres sirviendo y padeciendo la
violencia masculina. Claro, que la violencia institucionalizada no se ha desplegado
en todos los ámbitos de la vida de manera total sino únicamente cuando las
mujeres han transgredido las leyes religiosas, las leyes sagradas, cuando han
querido su libertad. La vida familiar ha transcurrido monótonamente cuando las
mujeres han acatado la sumisión y mucho ha contribuido el engaño al que han
sido sometidas. Si las mujeres creen en lo divino los hombres batallan menos en
tenerlas sujetas. Si las mujeres quieren y luchan por su libertad e igualdad
padecen la violencia en toda su gama.
Si
vemos el desarrollo de la vida las mujeres han batallado desde tiempos muy antiguos
por su libertad con poca buena fortuna. Aun hoy, no se ve clara la liberación
femenina. Incluso se niega sistemáticamente el machismo. Se dice que, los
hombres son los que hacen los trabajos mas pesados, los mas peligrosos y como
consecuencia los que, mas mueren, por ejemplo, en la guerra. Esto es cierto,
pero no dan en el clavo.
Han
pasado más de dos mil años de esa engañifa. Los hombres pueden cortejar, cantarles
mil delicias a las mujeres y hasta concederles ser ciudadanas con todos los
derechos y obligaciones, pero sucede tal como con la filosofía de René
Descartes su idealismo esta preñado de materialismo, de res extensa. El
pensamiento y comportamiento de los hombres están preñados de propiedad. Hasta
el mas miserable de los hombres por lo menos tiene la idea de tener a su mujer
como de su propiedad. Puede carecer de todo, pero la idea de la costilla como
origen de las mujeres sigue tan viva como hace mas de dos mil años. Los dogmas
siguen intactos, las instituciones robustas como para seguir nutriendo esa idea
en las mentes de los hombres. La moral cristiana sigue siendo la fuente de la
violencia contra el género femenino. Véanse los partidos políticos conservadores
trabajar sin descanso para evitar la liberación de las mujeres y no trabajan
solos están en estrecha vinculación con la Santa Madre Iglesia. Monstruos.
La
violencia institucionalizada contra las mujeres asoma su monstruosa cara aun en
los lugares más avanzados y democráticos. El arte popular no es mas que,
apología de dicha violencia. Los tamborazos en el arte musical mexicano no son más
que advertencias de violencia. Es cierto que, las mujeres han ganado batallas y
espacios de libertad, pero, hoy como ayer, la violencia contra ellas tiene una
gama, desde lo menos violento hasta el feminicidio. Ayer como hoy un hombre
puede ser un pobre diablo de pastorela, pero tiene a su mujer y puede hacer con
ella lo que quiera. Si, lo que quiera. Los hombres siguen siendo seres hechos a
imagen y semejanza de Dios y las mujeres derivadas del género masculino, derivadas
de costillas. Por si esto fuera poco, la maldición del pecado original sigue
funcionando incansablemente. Las mujeres son el origen de todos los males. Están
malditas, aunque los poetas les dediquen mil alabanzas. No se puede remediar la
violencia contra las mujeres con leyes jurídicas. El problema es moral y ese
mal tiene mil cabezas, diez mil tentáculos y aun aliadas entre el género
femenino.